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La muerte no era algo fácil de llevar para Harry Potter, aún cuando estaba familiarizado con ella. Perder a sus padres sin haberlos conocido era una herida en su infancia que lo perseguiría toda su vida, sin dejarlo en paz.

La muerte de su compañero de Hufflepuff, al cual no podía decir que conocía del todo, fue una llaga ardiente, saber que jamás lo vería en los pasillos o en algún partido de Quidditch.

Perder a su padrino, al cual le arrebataron cuando apenas lo estaba conociendo, los días que llegó a verlo y las cartas que llegaron a compartir, no fueron suficientes para llenar la ausencia que su pérdida le había causado.

Pero tal vez lo peor de todo, era perder a alguien que sí llegó a conocer, alguien con quien se encariño, con quien compartió todos sus días, quién le dejó conocer de ella, le enseñó a pelear y estuvo a su lado cuando más necesitaba apoyo. No había nada comparado a lo que se sentía perder a Leash Salazar.

Los días se sentían más largos que los meses, por qué abrir los ojos y despertar tomaba toda la energía que tenía y para cuando cerraba los ojos, ya eran 2 meses después. No encontraba alivio en una rutina, aún cuando tenía miedo de salir de ella.

-Harry- dijo el profesor sacándolo de sus pensamientos- ¿Estás bien?- le preguntó con una mano en su hombro

-Sí- mintió Harry

Dumbledore había llegado ese mismo día para llevar a Harry con él, aparentemente necesitaba que lo acompañara a hacerle un favor y Harry no pudo decirle que no a su director. Estaban en una casa muggle en la cual un ex profesor de Hogwarts se estaba ocultando, su nombre era Horace Slughorn y solía dar clases de pociones en la escuela, Dumbledore había ido al baño hace unos minutos y Harry se había quedado con el profesor.

-Te estaba diciendo que recuerdo muy bien a tu madre, una bruja brillante- aseguró con una sonrisa- Y eso que era hija de muggles- agregó y Harry lo volteó a ver

-Tengo una amiga que es la más inteligente de toda la generación y es hija de muggles- defendió Harry molesto

-¡Oh no, no!- dijo Horace rápidamente- No me refiero a eso, tu madre era genial, de mis favoritas- le dijo mientras caminaba al otro cuarto- Aquí está- señalo la foto

Harry dejó de escuchar al profesor al segundo que vio el cabello rojizo naranja de la chica. Sólo había podido ver a su madre después de que se graduó de Hogwarts, cuando ya se había casado con su padre, aunque no había mucha diferencia de como la recordaba, al fin y al cabo sus padres murieron muy jóvenes.

Lily estaba con su bata de Gryffindor, con otras compañeras de diferentes casas y sostenía una medalla brillante al igual que su sonrisa y Harry no pudo evitar sonreír de regreso, aún siendo en una foto.

-Era muy brillante, de las brujas más brillante que he conocido- dijo Slughorn orgulloso

Harry movió su vista por el estante lleno de cartas, detalles y fotos de estudiantes de Hogwarts, pero se detuvo al ver otra cabellera roja, esta vez roja sangre.

-Es Leash- dijo en un susurró, incapaz de seguir la oración

-Oh sí- dijo el profesor al ver la foto que Harry se refería- Leash Slytherin, o bueno, Salazar creo que era el apellido que le gustaba usar- recordó- Todo un tesoro, nunca, en todos mis años, creo poder encontrar una persona tan poderosa- dijo- ¡Aprendía los hechizos con solo escucharlos una vez, era la mejor en pociones, llegó a ser buscadora de su equipo de Quidditch, prefecta de Slytherin y ganó el premio anual!- dijo emocionado

Leash aparecía en la foto en lo que era el salón de pociones de Hogwarts, estaba detrás de un caldero, sosteniendo una cuchara de madera, dándole vueltas a la poción, la foto se movía y Leash levantaba su vista para ver a la cámara y sonreía a ella, no solo con la boca si no también con sus dos ojos azules.

-Sin duda, pociones era su especialidad- continuó Slughorn- Una chica brillante, lástima lo que le sucedió...- suspiró

Un nudo se creó en la garganta de Harry.

-Tenía años que no escuchaba de ella y de repente, me enteró que fue asesinada- negó con la cabeza en horror- Al menos murió con su prometido, o esposo- se detuvo a pensar- Jamás supe si se casaron antes de que Sirius fuera enviado a Azkaban, otro trágico caso- dijo él- Sirius era todo un diablo pero igual de brillante, lo último que escuché de ellos fue su compromiso y luego...- miró la foto de Leash- Aquí estamos...- suspiró

Harry jamás se enteró en sí que era lo que había sucedido entre Leash y su padrino, Leash jamás quiso decirlo y no pudo preguntarle a Sirius antes de que muriera. Pero aunque al fin tenía las respuestas que había estado buscando, ya era muy tarde y cualquier información que fuera descubriendo de ellos, ya no era lo mismo, por qué ya no venía de ellos.

Y jamás podría serlo, ya nunca más.

No Me Olvides- 3 (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora