Algo no estaba bien.
No sabía lo que era, pero algo no estaba bien.
Después de que Draco accediera a la propuesta de Voldemort y le borrara los recuerdos que tenía de Leash, se hizo su iniciación a los mortífagos y la marca tenebrosa ahora estaba impregnada en su brazo.
Con los recuerdos de Leash fuera de él, Draco recordaba los últimos dos años de forma borrosa, su memoria estaba ahí, pero cuando intentaba recordar cualquier cosa, había grandes espacios en blanco que no podía comprender.
Recordaba peleas con el viento y momentos de gran alegría con la nada, todo en su cuerpo le decía que debía haber alguien más en aquellas escenas, pero su memoria indicaba lo contrario.
Todos alrededor podían notar el cambio en Draco, a partir de aquel día, actuó de la misma manera que actuaba antes de que Leash llegará a su vida, frío, indiferente y egocéntrico, la diferencia era que todos a su alrededor había cambiado y el cambio en él les preocupaba y él no lo entendía. Intentó hablar con Daphne pero ella lucía preocupada y en cierto sentido, se veía culpable, había estado evitándolo y Draco lo notaba, más no sabía el por qué.
Su madre parecía como si fuera a llorar cada vez que depositaba sus ojos en él, quería preguntarle si todo estaba bien, pero por como estaba la situación, nada estaba bien.
Pero Draco sentía que algo no estaba bien y no era por el comportamiento de todos aquellos a su alrededor, fuera de su cuarto y en el día, podía fingir indiferencia sin ningún problema, pero cuando cerraba la puerta de su cuarto, sentía que se volvía loco.
Había pasado apenas una semana desde que se había convertido en mortífago, pero desde el primer día, se dio cuenta que le estaban ocultando algo y lo que se lo reveló, fueron las fotos en sus cajones.
La chica era pelirroja, cabello largo, rizado y abundante, color sangre, tenía los labios igual de rojos y muchas pecas en su rostro, al moverse las fotos, se podía notar que estaba intentando suprimir su sonrisa. Tenía los ojos más azules que alguna vez hubiera visto y había una gran cicatriz que iba de su frente, hasta su barbilla.
La primera vez que la vio sintió una punzada en el pecho que casi lo tiró al piso, su cuerpo le decía con cada parte de él que conocía a esa chica, no sólo que la conocía, sino algo aún más profundo. Encontró varias fotos de ellas, luego con el pelo corto y un ojo blanco, pero cada vez que la veía sentía que podría desmayarse y no entendía el por qué.
Pero se le fue confirmado cuando encontró una hoja de papel arrugada, como si la hubieran mojado.
"-Tú Leash"
Leash.
No había podido dejar de pensar en su nombre, era extraño y al mismo tiempo encajaba con su rostro, le gustaba decírselo a sí mismo, le hacía sentir que la tenía más cerca. Pero así de consoladora que fue encontrar la carta, también lo destruyó, había una probabilidad de que aquella chica había muerto y ese pensamiento lo atormentaba.
Draco ya no sufría por los recuerdos que tenía de Leash, si no por los que le faltaban.
Estaba en el piso de su cuarto, sosteniendo la carta en sus manos, de la misma manera que lo había hecho una semana atrás, pero él no recordaba eso, suspiró con fuerza, intentando encontrar alguna respuesta a todo lo que le estaba sucediendo, pero no había nada.
Todavía era de día pero había decidido ir a relajarse un poco a su cuarto, pero relajarse no era lo que había hecho, si no leer aquella carta y ver esas fotos una y otra vez.
Decidió que era hora de salir de ahí y al querer levantarse, las fotos cayeron de sus manos, dispersadas por el piso, las recogió sin ganas y se agachó de nuevo, intentando alcanzar una que había caído debajo de la cama, pero sintió algo más que llamó su atención.
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No Me Olvides- 3 (Draco Malfoy)
FanficPara ganar una guerra se deben hacer sacrificios. Leash Salazar sabía eso y estaba dispuesta a enfrentar las consecuencias de sus actos, pero todos los que la rodeaban no estuvieron listos para aquella decisión. La oscuridad ha llegado al mundo mági...