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Ron se encontraba dormido en la cama de la enfermería, Harry aún no podía creer todo lo que había pasado la noche anterior. Primero, Romilda Vane le había dado unos chocolates con una poción de amor que Ron terminó consumiendo, Harry llevó a su mejor amigo con el profesor Slughorn pero una vez que se dispusieron a brindar por haber roto la poción, Ron fue envenenado con la bebida que le habían dado a Horace.

Harry suspiró fuertemente, intentando relajarse, pero ya tenía mucho tiempo que no encontraba paz, sin embargo, ver a Ron y Hermione juntos, ella tomando su mano, eso le daba esperanza, y lo motivaba a seguir adelante, debía cumplir sus misiones.

Decidió dejar a los tortolos solos, al fin y al cabo Ron (sin estar consciente) había terminado su relación con Lavander, y Hermione lo miraba con dulzura y preocupación, considero que sería apropiado dejarles este momento.

Astoria Greengrass, hermana menor de Daphne Greengrass, la cual fue quien inicialmente le presentó a Draco, estaba un año por debajo que Draco, mientras su hermana era compañero de él, Draco jamás la había visto como algo más que la hermana menor de una de sus compañeras, sin embargo, mientras los años pasaban, ni él pudo ignorar lo hermosa que ella se ponía.

Tenía un cabello negro largo y ondulado, su piel era bronceada, como el color de la canela y suave al tacto, tenía unos ojos verdes esmeralda, grandes y cálidos, aun que su familia era de las más antiguas e importantes, su legado se mantenía como sangre pura, pero ella estaba en contra de esas ideas, esto la llevo a tener la desaprobación de muchas familias, incluida la suya y la de los Malfoy.

Astoria supo que quería a Draco desde el momento que su hermana se lo presentó, fue algo muy breve, ella era de primer año y fue sorteada en Slytherin, así que su hermana la sentó a su lado en el Gran Comedor y quien estaba enfrente de ella, era nadie más ni nadie menos que Draco Malfoy, el cual con una sonrisa y un apretón de manos le dio la bienvenida a Slytherin.

Draco Malfoy, tenía su cabello platinado peinado hacía atrás, sus manos eran frías y su sonrisa era traviesa, Astoria no supo qué decir entonces solo sonrió, y fue ese solo momento lo que la había llevado a un sin fin de decisiones en torno a él.

Por años lo observaba de lejos, se sonrojaba cuando él la saludaba y cuando sus padres se reunían en comidas nunca sabía cómo hablarle, cuando empezó a crecer, ella empezó a tomar rasgos favorables y ella misma lo noto, lo que le sorprendió fue que Draco también lo hiciera.

En su segundo año, Draco la observaba más, le decía que se veía linda y era más suave con ella, esto por su puesto, la volvía loca, ya que al fin él la estaba notando, sin embargo, llegó su tercer año y el cuarto de él, y fue entonces que Leash Salazar entró en su vida.

Astoria no la odiaba, para nada, creía que era estupenda, Leash jamás hizo algo contra ella, jamás la trató mal ni fue grosera, sin embargo empezó a salir con Draco Malfoy, y eso a Astoria le rompió el corazón, sin embargo, sabía que no podía hacer algo respecto, ella nunca haría algo al respecto.

Fue una tonta apuesta, no fue más que eso, era su cuarto año y todos los chicos empezaron a notar lo linda que Astoria Greengrass era, sin embargo, ella sólo quería a alguien y ese alguien era Draco Malfoy, entonces sus amigas la retaron a ir a invitarlo a salir con ella, ella no quería, sabía que iba a ser rechazada, Draco estaba saliendo con Leash, sin embargo, tal vez eso era lo que necesitaba, necesitaba que Draco la rechazara y entonces podría superar su enamoramiento y seguir adelante. Jamás creyó que él accediera.

Ella sabía que había cometido muchos errores, pero también sabía que había ciertas cosas que simplemente no eran su culpa, por más que quería ayudar a Draco, debía aceptar que ella no tenía la culpa de su sufrimiento, pero sí tenía su solución.

La puerta del dormitorio se abrió y un Draco agitado entró a su cuarto, siempre que salía del cuarto de menesteres salía así, era la combinación de miedo y ansiedad al tener que regresar sin que nadie lo viera, recargó su cuerpo contra la puerta y se tomó unos segundos para calmarse, lo mismo que le tardó notar que Astoria estaba ahí.

-¿Que haces en mi habitación?- le preguntó confundido, más no podía decir que no le causaba felicidad verla

-Necesito hablar contigo- dijo ella con un poco de nerviosismo- Es importante-

Draco evitaba este tipo de conversaciones con ella, no quería que ella le hiciera preguntas sobre qué hacía a estas horas, en parte por que no sabría que decir y no quería ponerla en aún más peligro.

-No tengo tiempo para esto Astoria- dijo adoptando un tono rudo, empezó a jalar su corbata, dándole a entender que ya iba a dormirse

-Pues harás tiempo- dijo ella, era la primera vez que levantaba su voz con él

Draco la observó sorprendido

- Por favor vete- le pidió molesto, más no lo estaba, Draco abrió la puerta invitándola a salir

Ella caminó hacía la puerta y la cerró con firmeza

-No- contestó Astoria- Te vas a sentar y por primera vez, me vas a escuchar- dijo con el mismo tono

Draco no supo cómo reaccionar así que, sin decir nada, se sentó en su cama.

Astoria asintió y empezó a caminar por el cuarto, pensando por dónde empezar.

- Me pase demasiado tiempo pensando esto, y debí hacerlo antes, pero nadie estaba diciendo nada y no sabía cómo esto podría afectarte, sé que estás pasando por un mal momento- Astoria observó su brazo de soslayo, aunque traía manga larga, Draco se cubrió- Se que estas preocupado, y estas molesto y confundido- Astoria se acercó a él, se agacho y tomo su mano- se que tienes miedo- susurro

Draco la observó con una mirada cansada, con una mirada triste, ella era la única persona con quien él se atrevía a mostrarse así.

-Sé que probablemente, después de esto ya no quieras saber nada de mí, y eso lo entenderé- confesó ella- Más, siento que esto es algo que debo hacer- dijo cerrando los ojos- También se que esto no arreglar mis errores, tampoco arregla tus problemas, pero creo que te traerá un poco de paz- le sonrió con dulzura

-Por ello, he decidido hacer esto, por que esto es algo que debo hacer, es algo que tu mereces saber- Draco sabía a dónde iba esto- mereces saber quien fuiste- le sonrió Astoria

Y así, Astoria Greengrass, mientras tomaba su mano y lo observaba a los ojos, le contó los últimos dos años que él no recordaba, le contó de Leash y de cómo esa chica le había cambiado la vida, así, aquella chica que lo vio por primera vez en el gran comedor al lado de su hermana, la cual se enamoró perdidamente de él, fue la única que se compadeció de Draco Malfoy, y en el reflejo de una vela en ese frío cuarto, le contó todo.

No Me Olvides- 3 (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora