6

11K 1K 122
                                    

Neville estaba en negación, a diferencia de todos que habían aceptado con dolor y estaban lidiando con su duelo, Neville se negaba a creer que estuviera muerta.

La había conocido por dos años, pero lo que tenían nadie podía compararlo, a la semana de verse, Leash había confiado en él, lo había defendido y lo había preferido a él arriba de el resto, Neville había encontrado en ella una persona que lo ayudaba en todo, lo respetaba y alentaba, ella, simplemente no podía estar muerta.

Antes de que Leash le dijera la verdad a Draco de su pasado, Neville Longbottom era la única persona que en realidad sabía cada pequeño detalle del pasado de Leash, ni siquiera algunos hermanos de Leash sabían tanto como él, y eso era por que aquellos dos habían creado algo más fuerte que una simple amistad. Eran piezas en el rompecabezas del otro, la llave de sus puertas, como anclas en un barco, manteniéndolos en la tierra.

Pero con su muerte, se había ido una parte de él y es por ello que no podía aceptarlo, debía haber algún tipo de explicación, algo que tuviera sentido, ese no podía ser el final de Leash. Leash Salazar jamás se dejaría ganar así.

Neville se la pasó el resto de las vacaciones intentando encontrar respuestas, las cosas no encajaban, era como si Leash se hubiera rendido, como si se hubiera dejado asesinar. Pero al mismo tiempo, él sabía que ella no fingiría su muerte y no les diría, no los dejaría sufrir de esa manera.

Cuando Voldemort lo tuvo en sus brazos, ella ni siquiera luchó, se quedó inmóvil, observando al piso en dolor, aún había lágrimas en sus ojos y se veía completamente exhausta, derrotada, pero la Leash Salazar que Neville conocía, hubiera peleado hasta la muerte, hubiera gritado, golpeado, hubiera hecho de todo, hubiera muerto peleando.

Aunque la habían visto morir, jamás pudieron ver el cuerpo, no hubo ningún funeral, ninguna manera de despedirse, avisaron en "El Profeta" que la familia había hecho algo privado, cerrado para el público y que ellos habían sido finalmente los que habían recogido el cuerpo del ministerio.

No importaba cuántas veces había leído sobre su muerte y haberla presenciado él mismo, pero una parte dentro de él le decía que su mejor amiga no estaba muerta, no podía estarlo.


Unos golpes en la puerta lo distrajeron de su divagar, bajo las escaleras de la casa encontrándose con un rostro que le era extraño y al mismo tiempo, un poco parecido.

-¿Neville Longbottom?- preguntó el chico pálido, con cabello blanco y ojos verdes brillantes

-Sí- dijo Neville confundido

-Mi nombre es Mazen Salazar, hermano de Leash- dijo aclarando cualquier duda y ahí fue cuando Neville encontró el pequeño parecido entre los dos

-Oh- dijo Neville- El menor de los hombres, vas antes que Marelyn ¿No?- preguntó Neville lo que alguna vez Leash le había contado de su familia

Mazen lo observó en asombro unos segundos pero luego recordó por qué estaba ahí.

-Ah, sí- dijo rápidamente- Estoy aquí como un mensajero, Leash nos dejó su testamento y hay unas cosas que le pertenecen a usted- dijo con formalidad- ¿Puedo pasar?- preguntó aún estando del otro lado de la puerta.

Pero por más que Neville quisiera creer que Leash estaba viva, tenía que empezar a entender que eso no era cierto y Leash Salazar había muerto aquella noche. 

No Me Olvides- 3 (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora