No Me Olvides- 3 (Draco Malfoy)

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Harry y Hermione estaban sentados el uno al otro en la mesa redonda que el profesor Slughorn había preparado para sus alumnos estrella, la cena había sido ligera y ahora todos se encontraban comiendo helado y respondiendo preguntas que el profesor les hacía.

Harry no podía quitarse la sensación de que Malfoy estaba metido en asuntos con Voldemort, si bien era cierto que nunca le había agradado esa serpiente, con la llegada de Leash y la relación que se hizo entre ellos, Harry llegó a pensar que tal vez algún día podrían poner sus diferencias a un lado. Eso se hizo aún más presente cuando Draco fue a luchar con ellos al ministerio, pero desde que se quito la memoria, Harry estaba seguro que se había convertido en un mortifago.

Este sentimiento de algo malo rodeaba la escuela, se sentía incluso observado, que eso en realidad si estaba pasando, había llegado a ver algunas veces cabelleras blancas por las sombras, parientes de Leash cumpliendo su promesa. Leash, todo ese tema lo tenía preocupado, sentía que debía hacer algo al respecto, sin embargo, no sabía que hacer, quería ayudar a su amiga pero tenía las manos atadas.

Sus preocupaciones fueron levantadas cuando vio una cabellera pelirroja entrar por la puerta

-Ah, Srta Weasley, adelante- sonrió el profesor

Ginny Weasley, no sabía cuando fue, no sabía como fue, pero sabía que no podía dejar de pensar en ella, aun con todos los problemas y preocupaciones que lo rodeaban, Ginny Weasley hacia que se sintiera en paz, lo llenaba de esta sensación de hogar. Se veía preciosa, con su cabello cayendo por su espalda y su vestido negro que le quedaba a la perfección, su piel blanca inmaculada, adornada de pecas.

-Mira sus ojos, han estado peleando, Dean y ella- le susurro Hermione con tristeza

Si había notado el rojo de sus ojos, verla así le dolía y el hecho de no poder decírselo lo atormentaba, quiso acercarse y decírselo, abrazarla y decirle que todo estaría bien. Antes de que se diera cuenta ya estaba de pie, con todos observándolo, Ginny se sentó, viéndolo un poco confundida y eso basto para avergonzarlo y sentarse inmediatamente.

El resto de la cena fluyo sin problemas y después de unas horas, el profesor Slughorn fue retirando a cada uno de los alumnos, agradeciéndoles su visita.

-Buenas noches, hasta pronto- dijo este con una sonrisa, cerrando la puerta de su despacho, pero una sorpresa lo esperaba- Oh Harry, no te había visto- dijo sorprendido

-Lo lamento, sólo estaba admirando su reloj- se excuso Harry

-Un gran artefacto, su arena cambia dependiendo de la fluidez de la conversación- dijo el profesor orgulloso- Si es agradable, se mueve lento, si no lo es...-empezó a explicar

-Entonces será mejor que me vaya- bromeo Harry

-Para nada muchacho, tú no tienes nada de preocuparte, muchos de tus compañeros, sí-señalo- no muchos llegaran a la repisa-

-¿La repisa?-pregunto Harry como si no supiera a que se refería

El profesor le indico que caminara a la pequeña repisa que se encontraba contra una pared, estaba llena de fotos y título, tickets y cartas.

-Mis alumnos más brillantes, creo que ya te había comentado sobre algunos-recordó este, señalando los rostros de los alumnos

Una vez más, los ojos de Harry se posaron en la chica con cabellera roja y bata de Slytherin, que se encontraba en más de un marco.

-Sí, estoy seguro que no hay algo que pueda contarte de ella que no sepas ya- dijo el profesor intentando levantar el ánimo de la conversación- Tengo entendido que fueron amigos- comentó

Harry quiso decir que una de esas oraciones era falsa, había tantas cosas que él no sabía de Leash y a veces no estaba seguro que estuviera listo para saber. Leash y su padrino habían tenido una relación, estuvieron a punto de casarse y esto ella jamás se lo había comentado, sabía que ella tenía sus secretos, pero sentía que todos merecían escuchar la historia competa de Leash Salazar.

-Por supuesto que ella se ganó su lugar aquí, era inteligente, tenaz, perseverante, ingeniosa y por supuesto, poderosa. La joven Salazar- recalcó señalando cada una de las fotografías donde aparecía Leash- Siempre le sugerí que usara su verdadero apellido, Slytherin, le daba más poder a su reputación, intente pedirle varias veces si me presentaba a sus padres pero siempre se negaba, prefería ser discreta, por ello el "Salazar"-explicó

-Siempre fue muy misteriosa- aceptó Harry- ¿Cómo era ella profesor? ¿Cómo alumna?- preguntó Harry

-Oh pues, parecía más una profesora que alumna- rio con el recuerdo- cuando llegó lucía mucho más madura, como si todo le aburriera, el efecto de la piedra, la dejaba pensar conforme a la edad que tenía, pero desde que asistió por primera vez a Hogwarts dejo de usarla entonces mientras el tiempo avanzaba, su mente y personalidad le dejaban actuar como la edad que aparentaba su cuerpo- dijo mientras se servía un trago- Siempre pensé lo difícil que era su vida, atrapada en un cuerpo ni mente que le pertenece- dijo con una mueca de tristeza -Mientras los años pasaban, la notabas más abierta, con curiosidad, igual de inteligente y poderosa, pero más...-buscó las palabras- feliz-sonrió

-Era muy buena alumna, la mejor que he tenido, fue una lastima todo lo que paso eh, primero la cancelación de su boda, su captura, la muerte de su madre- cerró los ojos como si quisiera olvidar- Muchos creímos que estaba muerta, eso hasta que volvió, me hubiera gustado haber podido hablar con ella una vez más- suspiro- Mostrarle lo orgulloso que estaba de ella- señalo su repisa de nuevo-Sólo la gente que quiere ser alguien llega aquí, pero por supuesto- hizo una pausa- tú ya eres alguien, eres Harry Potter- le dio una palmada en el hombro

-¿Y Voldemort tuvo su lugar señor?-se detuvo al observar lo tenso que se había puesto Horace- ¿Tuvo un lugar en la repisa? Tengo entendido que usted le dio clases- continuo con delicadeza, intentando continuar la conversación

-Am, pues- Slughorn se había puesto muy nervioso, el vaso que sostenía su bebida empezó a temblar pero el mismo se detuvo- Tom tuvo muchos profesores estando aquí en Hogwarts, si lo que quieres saber es sí había maldad en él entonces, la respuesta no es conmigo- se sentó en una silla que estaba cerca de él, como si las piernas le fueran a fallar- Yo lo conocí como un joven callado y ambicioso, Leash- volvió a señalar la repisa, esta vez sin mirar a ella- Leash era su maestra, no oficial obviamente, ella venía aquí de vez en cuando a darle clases extra o hablar con él ya que ella aún no estudiaba aquí- se pasa su mano por la frente, como si temiera hablar del tema- Ellos dos eran confidentes, Tom, la idolatraba profundamente, ella l enseño muchas cosas, hasta que, un día ella se fue y dejo a Tom solo aquí, desde entonces él...- pero no se atrevió a seguir

-Sí buscas respuestas sobre él, me temo decirte que la única persona que podría solucionar tus dudas, era Leash Salazar- susurró