Capítulo 11-.Aquí no pasa nada...

697 74 48
                                    

Capítulo 11-.Aquí no pasa nada...

La primera impresión de Jaden fue horror. Él estaba muy campante con su característico garbo al andar, dirigiéndose hacia mi dirección, pero cuando sintió mi mano sobre su brazo y que lo jalé hacia fuera de la cafetería, su cara de playboy fue sustituida por una de sorpresa y desconcierto.

— ¿Qué sucede nena, a dónde vamos? —me preguntó Jaden con una sonrisa coqueta.

Revoleé los ojos y le di un golpe en la cabeza.

—Auch, así que te gusta lo rudo, ¿eh?

Lo llevé hasta el pasillo de los casilleros y adopté una pose interrogante: puse mis brazos en mi cadera y junté mis cejas en un profundo ceño.

—Quiero que me digas qué ocurrió entre tú y Maxon, y que sea ahora mismo —sabía que Jaden podía arrojarme a un lado con un solo dedo e irse, porque bueno, el chico estaba muy bien proporcionado de masa muscular, pero no perdía nada con intentarlo.

— ¿Por qué quieres saberlo? —ahora ya no tenía esa característica sonrisa que me hacía querer golpearlo fuertemente, estaba serio y sus labios eran una línea recta; hasta podría apostar que se sentía incómodo por como volteaba a ver a todos lados.

—Responde a lo que te dije —me crucé de brazos.

—No hay nada entre Maxon y yo.

—Ah, ¿no? Y, ¿por qué el primer día que llegaste parecía que se iban a agarrar a golpes en cualquier momento? —elevé mi ceja, reticente.

—Pues...— estaba viendo hacia donde sea menos a mí. —Porque yo siempre he sido el chico que trae locas a todas las chicas. Me imagino que se puso celoso.

—Crees que soy estúpida, ¿no?

—Esa es la verdad —se encogió de hombros. La forma en la que lo había dicho sonaba más bien como si quisiera auto convencerse.

—De acuerdo —dije sopesando su respuesta. —Entonces no vuelvas a dirigirme la palabra —él agachó la mirada y se rascó la nuca.

Di un par de pasos dispuesta a irme, estaba molesta con Jaden, no sólo no me quería decir la verdad, sino que también inventaba la excusa más estúpida que se le podría ocurrir, como si yo fuera una niñita a quien podía engañar a su antojo.

—Espera —susurró. —Te diré la verdad —por la expresión en su rostro parecía que algo le dolía.

Cambié mi rostro enrojecido y molesto por uno más apacible y amable, sabía que para Jaden decirme lo que sea que ocurría entre ellos era algo que le resultada por demás molesto.

—Vamos —lo alenté, hablando muy despacio. Se estaba abriendo por fin y no quería arruinarlo y quedarme un día más con esa duda carcomiendo mi cerebro.

—Conozco a Maxon desde hace cuatro años —comenzó, su rostro tenía un aspecto pálido. —Nos conocimos en la escuela al inicio del primer año de secundaria, y poco a poco nos volvimos amigos, él iba a mi casa y yo a la suya. Éramos inseparables —las últimas dos palabras las dijo con un toque de odio, algo que me provocó escalofríos.

No sabía si era todo lo que iba a decirme, pero sentía que aún faltaba la mitad de la historia.

—Y, ¿qué pasó después?

—A un año de entrar al bachillerato... —cerró los ojos con fuerza. —Nos enamoramos de la misma chica. Más bien, él se enamoró de MI novia y ella lo prefirió a él. Agredí a Maxon al enterarme de ello y fui expulsado.

No sabía qué decir, estaba pasmada, mi cuerpo no reaccionaba, estaba ahí, inmóvil, estúpida ante la situación y con muchas y ninguna palabra en mi garganta, estaba totalmente en blanco. Ahora que sabía el verdadero motivo me sentía mal, me sentía mal por Jaden porque bajo ese aspecto de chico rudo se encontraba un adolescente herido, lastimado por culpa del amor y decepcionado por su mejor amigo. Su mejor amigo le había robado a su novia, no podía imaginarme algo peor que eso.

— ¿Estás satisfecha, ya? —preguntó secamente, se veía destrozado. Lo había hecho recordar y contarme algo que era muy doloroso para él, a mí, una persona que apenas y conocía, me sentía tan terrible ahora que preferiría no haber abierto mi maldita boca y no hacer sufrir a Jaden.

Lo abracé, me abalancé torpemente sobre su cuerpo y lo abracé como pude. Sentí su respiración agitada e irregular, después de unos segundos escuché unos ligeros gemidos, estaba llorando, Jaden estaba llorando y era por mi culpa.

—Lo siento —murmuré, no sabía qué más se hacían en estos casos, me sentía tan inútil ahí viéndolo llorar, escuchando sus sollozos.

Después de unos minutos se calmó y dejó de abrazarme, pero se quedó cerca de mí, su rostro a poca distancia del mío.

Nos quedamos viendo fijamente, tragué saliva involuntariamente al compás con Jaden. Él se fue acercando lentamente a mí, provocando que nuestras respiraciones chocaran, y su hubiese sabido reaccionar a tiempo no hubiese pasado lo que pasó.

Me estaba besando, Jaden Gallagher me estaba besando dulcemente, y yo no me moví en lo absoluto, contrario a eso, lo estaba aceptando, estaba besándolo también. Estaba dándole entrada a su débil tacto y más aún, estaba incitándolo a más.

Me separé de él, y no quise verlo a los ojos, ¿qué rayos había sido eso?

Él se aclaró la garganta, y estoy casi segura que estaba formulando una explicación de algo a lo que ni siquiera yo podía responder, así que cuando estuvo a punto de pronunciar algo, coloqué tres de mis dedos sobre su boca.

—No digas nada —susurré, encontrado su mirada por leves segundos, de pronto me sentía tímida ante él. Y me sentía sucia, no debí acceder a su beso, él se encontraba débil y yo me apiadé de su situación, era como si sólo lo hubiese hecho por lástima y eso estaba muy mal.

—No, mejor díganme qué mierda está pasando.

Una tercera voz se sumó a la escena. Mi respiración se detuvo sin más, y mi corazón comenzó a latir a mil por hora, mis ojos estaban tan abiertos por la impresión que bien podían salírseme. Maxon nos había visto, a Jaden y a mí, besándonos.

—Lo que pasa... —empezó Jaden de pronto, sonando otra vez arrogante. Pero lo interrumpí

—Aquí no pasa nada, ni pasó ni pasará, con NINGUNO —remarqué la última palabra, y salí corriendo del pasillo, con millones de dudas y remordimiento sometiendo mi mente.

Extrañas©✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora