Capítulo 10-.Entonces ella es tu insufrible hermana...

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Capítulo 10-.Entonces, ella es tu insufrible hermana...
Tenía el dolor de cabeza más insoportable del mundo, y la profesora no paraba de hablar de un tema que obviamente no entendía, porque Maxon era todo lo que mi mente abarcaba, y que seguro era muy importante para el examen de la semana entrante.

De vez en cuando dirigía mi mirada a su asiento, para sorprenderme con que él también estaba observándome, y después girábamos nuestras cabezas de manera brusca.

Me daban ganas de arrojarle mis libros en la cabeza para que dejara de verme con esos profundos ojos color miel llenos de furia y decepción, como si la mala de la historia fuera yo.

Realmente no entendía lo que pasaba por la cabeza de ese chico, me ignoraba por toda una semana, me evitaba y era cortante. Pero cuando yo hablaba con Jaden era la peor persona de la existencia y me hacía sentir como si estuviera ejecutando el peor de los crímenes. Y eso me ponía de mal humor y no me dejaba concentrarme en la clase, porque aunque lo intentara con todas mis fuerzas, el qué escondían ese par, era algo que estaba más que curiosa por saber.

Y mi tan agraciada y paranoica imaginación me decía que talvez Jaden era un delincuente peligroso o acosador demente y por eso Maxon lo repelía y lo odiaba a muerte. Aunque también pensaba que Maxon sólo se estaba haciendo el interesante, porque me había comprobado que era un maldito bipolar, y yo ya no sabía a quién creerle. Y mi mente sólo se inventaba teorías cada vez más estúpidas que me dejaban más confundida de lo que me sentía. Estaba frustrada.

Sólo quería que la tortuosa clase de literatura terminara, porque si seguía viendo a Maxon contraer y relajar la espalda mientras inhalaba y exhalaba como un búfalo desquiciado, me le iba ir encima como un ninja y comenzaría a golpearlo de manera brutal hasta que mi cuerpo no pudiera más. Y ganas no me faltaban, pero después vendrían más problemas.

Después de un poco más la hora acabó, tomé mis cosas sin mucha demora y lo metí a mi mochila todo desordenado, me la colgué en ambos hombros y salí del aula.

- ¡Lía! ¡Lía, espera! -no pensaba girarme, había tenido suficiente del idiota de Maxon por la mañana, y saber que apenas era la hora del almuerzo no ayudaba en mucho.

Aceleré mi paso, llevándome a uno que otro estudiante por adelante, hasta llegar a mi taquilla y aventar en éste un puñado de libros, con mi característico mal humor y cuidado por las cosas.

Lo cerré fuertemente, y con la misma energía con la que llegué, llevé mis pies hasta la cafetería.

Me sentía como la protagonista de las películas cuando entran y salen de manera dramática, con todo el cabello y la ropa revueltos por el viento y ritmo.

Pedí rápidamente una hamburguesa, unas papas fritas y una Coca-Cola y busqué con la vista alguna mesa vacía. Al hallarla caminé hasta ella, me acomodé la mochila brincando ligeramente porque se me estaba resbalando de los hombros y tenía las manos ocupadas sosteniendo la bandeja de comida chatarra, así que era mi única opción.

Me dejé caer y comencé a meterme a la boca papa tras papa, y como una no era suficiente, metí un puñado de éstas y las mastiqué con dificultad.

Tracy llegó a mi lado junto a una chica que si no me fallaba la memoria había visto en su grupo de amigos al entrar.

-Hola, hermana -me dio una fuerte palmada en la espalda, por lo que yo me atraganté con las papas fritas y comencé a toser como una loca.

Después de casi morir ahogada y ver la preocupación de Tracy y su acompañante, le quité la pajilla a mi soda y le di un trago grande.

-Dios, casi me matas -dije en un hilo de voz, me dolía la garganta.

-Lo siento. Mira, ésta es Gina, es de mi clase de física -señaló a lo chica morena que tenía a lado, que era unos cinco centímetros más alta que Tracy y traía un una falda semicircular color roja y una blusa de manga corta color blanco, con un moño negro de lunares en la cabeza.

Extrañas©✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora