☆Extra☆

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No he muerto ( ^∇^)

ESPECIAL 600+ LEÍDOS

Estoy tan feliz de esta noticia, tanto como ustedes supongo, nunca pensé llegar a los 600+ leídos ni siquiera a los 10+ xD. Espero que estén amando esta historia tanto como yo amo escribirla para ustedes. Realmente miles y millones de gracias a todos tanto como lectores activos como para lectores fantasmas. No quiero hacer demasiado largos estos Extras serán más cortos que un capítulo corriente pero espero que de la misma calidad.

Aclaratoria:

Estos Extras no van ligados a la historia, es decir, cronológicamente. Dependiendo de la hisoria puede ser antes o después. Descubranlo ustedes, comenten si saben en cual está.

Entonces Disfrútenla y ámenla.

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- Por última vez, por las buenas, sal de allí. - gritó el rubio irritado golpeando repetitivamente la puerta detrando la rabia por allí.

- ¡ESTOY DURMIENDO!.- se escuchó del otro lado de la puerta.

- Son las 3:00 p.m.

- ... No dormí bien. - replicó dudoso la misma voz.

- Te doy 3 para que salgas.

- Yo voy en 1.

Zero se apartó victorioso de la puerta cruzandose de brazos, mientras la pequeña figura que ya estaba intentando hacer una sonrisa calmada aunque solo hacía una mueca nerviosa. El rubio lo llevó hasta las afueras de la base, donde no todo estaba floreado y verde como era usual, estaba desojado y marrón. Hacía un tiempo terriblemente frio afuera tanto así que algunos reploids que estaban allí llevaban bufandas, abrigos y cualquier otra cosa con que espantar el frio. El rubio llevaba una bufanda negra que no solo cubría su cuello sino también su boca y nariz, el chico de la cicatriz llevaba unos guantes rojos junto a un chaleco marrón claro que cubría su torso y pecho. Una vez se encontraron afuera, el mayor se acercó a X quien los esperaba con un montón de hojas a su lado, llevaba unas orejeras junto con una bufanda pequeña ambos de color amarillo claro.

- Por fin llegan, tengan. - exclamó alviado el reploid de estela azul dandole a ambos unos rastrillos. - Ya hize mi parte, ustedes les toca el ala derecha del jardín, unos compañeros y yo nos escargamos del ala izquierda así que no tienen tanta carga encima. Bueno, buena suerte.

Sonrió a ambos antes de retirarse adentro y sacar algo de calor en un entrenamiento. El pelirrojo anduvó infaltilmente hasta su área correspondiente e inmediatamente pusó el rastrillo en el suelo y comenzó a moverlo sobre hojas, intentando amontonarlas, el hunter carmesí se dió cuenta al instante de que el niño no tenía idea de como usar el rastrillo y solo intentaba acabar rápidamente su tarea. Llamó su nombre obteniendo su atención y deteniendo su actividad, el rubio se acercó para darle un par de leves golpes en la cabeza, regañandolo por hacer las cosas como no debía. El niño se limitó a chillar y a sobarse la cabeza pero aún así escuchó atentamente los claros y muy espefícicos pasos que el rubio le indicaba: Había que tomar la mayor cantidad de hojas e ir arrastrandolas hasta cierto punto en el montón pero no había que clavar el rastrillo ni tampoco pasar livianamente la herramienta, también tenía que ser cuidadoso de que las hojas no se escaparan del rastrillo mientras lo arrastraba... En fin, demasiadas cosas que recordar para tan solo mover unas cuantas hojas a un montón. El ojiazul hacía notar su tono de profesional y de muy sabio en el área, todos sabían que eso era solo ego. Sin embargo, Axl ya sabía que debía hacer para acabar rápido y poder regresar adentro, así que comenzó mientras silbaba alegremente creando rápidamente un pequeño montículo de hojas, éste fue creciendo más rápido de lo que el pequeño pensaba y terminó por ser un grande y muy tentador montículo de hojas secas. La mente del pequeño se debatía entre saltar o no saltar, saltar o no saltar, Saltar O no saltar, dios mio que tentador era. Pero recordó que ese montón no era solo suyo, Zero también estaba amontonando hojas allí, si saltaba no solo perdía su trabajo sino el del rubio también. Su mirada nuevamente cayó en el montón de hojas, ya no resistía, dejó que el rubio se alejara lo suficiente para hacer una pequeña cuenta atrás "3,2,1..".

- ¿¡Pero que... - el ojiazul no terminó la oración del asombro, todas las hojas ahora volaban y el pequeño seguía lanzando más y más al aire, haciendo una especie de angel en la nieve pero en las hojas y además riendose comos si fuera navidad. Estaba estropeando el trabajo de ambos, ESTABA PERDIENDO EL ESFUERZO DE AMBOS CON SUS JUEGOS INFANTILES. - ¡AXL!.

El mencionado dejó de reir, se levantó de su sitio de juego y le sonrió muy nerviosamente al, ahora molesto, reploid carmesí, lentamente empezó a dar pasos hacia atrás tratando de no ser brusco con los movimientos, no quería convertirse en la presa del furioso hunter. El rastrillo que el ojiazul tenía acabó en el suelo y justo después se encontraba persiguiendo al pequeño hunter, un corre que te pilló (más bien un corre que te mató ) comenzó por todo el jardín, algunos reploids los miraban de reojo para después volver a trabajar y otros sencillamente los ignoraban, volviendo a lo suyo. El hecho de correr más rápido que un correcaminos con un enojado hunter atrás, creaba un mal resultado: Axl se cansaba, y eso era muy ventajoso para el rubio. Así, que debido a la situación, el pelirrojo hizó una especie de 8 entre algunos arboles perdiendo al rubio luego de una vuelta; el ojiazul se detuvó desconcertado al no ver más al pequeño, caminó lentamente por el tronco hasta rodearlo completamente, se alejó unos pasos y escuchó como claramente una rama sobre él se rompía, no le dió tiempo ni de parpadear cuando el chico de la cicatriz había caído en sus hombros, haciendo que ambos casi perdieran el equilibrio, el rubio comenzó a balancearse intentando equilibrarse. Trató de quitar el peso del hunter azul marino de sus hombros pero éste no colaboraba sujetandose con fuerza mediante las piernas y las manos, fueron varias las ocasiones cerca de caer al suelo pero por suerte ambos se balanceaban al lado contrario logrando equilibrio y desequilibrio a la vez. Algunos hunters no pudieron evitar reírse ante la extraña escena, avergonzando un poco al hunter carmesí.

- Nos vamos a caer, nos vamos a caer, nos vamos a caer, nos vamos a caer, nos vamos a caer, nos vamos a caer... - repetía rápidamente el pequeño, esforzandose por no caer.

- ¡Cállate! Me pongo más nervioso y mo puedo equilibrarme. - replicó el rubio.

El falso equilibrio que ambos sostenían no duro, ambos cayeron a las pocas hojas secas que quedaban en el montón amortiguando el golpe de Axl en la espalda. Finalemente, Zero pudó apartarse del pelirrojo pero aún así las infantiles risistas regresaron y las hojas volvieron a volar.

- Axl. - pidió irritado, sin alzar la voz. - Ya basta.

- ¿Ahora que?.

- Tú arreglaras todo el desastre que hiciste, incluyendo mi parte, esa es una lección para que aprendas a esperar y soportar tus impulsos. - regañó el ojiazul levantandose y acomodando su bufanda, luego de comenzó a andar hacia la Base pero lo detuvó su voz.

- ¿No vas a dejarme aquí solito, verdad?.

- ... - el rubio lo pensó y luego giró sobre sus talones caminando hacia el pequeño. - Solo me quedaré para asegurarme de que hagas las cosas correctamente.

Caía la noche, así que a Axl no le importó realmente el motivo por el cual Zero se quedaba allí, así fuera para vigilarlo, para ser ciudadoso con los detalles, para reprocharle cualquier error; le daba igual, no iba a estar solo hasta que terminara eso era lo bueno. No dejar que la soledad se apropie de ti.

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¿Adivinaron cuando es?. Espero que lo hayan disfrutado y que sigan activamente la historia, debido a que (gracias a MzPrime y a mis padres) tomé una desición respecto a está historia, pronto sabrán las sorpresas que llevó guardadas.

Heridas de batalla [Megaman X]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora