Heridas de batalla [Megaman X]

39. Encuentro

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- Llegamos.- anunció el de alas magestuosas a su compañero.

-Tranquilo, Axl. Ya estoy aquí.

- Solo llévame con él.- pidió el rubio caminando con lentitud.

El águila lo llevó dentro de una cueva artificial donde se escuchaban murmullos y pasos enojados. Dando una sutil vuelta, se podían visualizar a un par de reploids que el ojiazul reconoció al instante: Gate y Shadow. La rabia brilló en sus ojos al igual que se hizó notar en sus manos, cerrándolas en puños y temblando por la presión de su fuerza. Luego, a ese duó se le unió un pequeño reploid, el que venía con pasitos ligeros y cortos, a la vez que daba saltitos, tenía la cabellera pelirroja, unos grandes y curiosos ojos amarillos y una armadura azul marino con detalles rojos. El rubio sonrió nostálgicamente al identificarlo, era Axl, era su pequeño. Strom le pidió esperar mientras alejaba a los otros dos Mavericks de él, cosa que logró sobrevolando en ellos y gritandole de intrusos cerca del objetivo. Fue perfecto, Axl quedó solo junto a el águila robótica; Strom se acomodó dejando a el pequeño a espaldas de su padre, con intensión de que su presencia fuera una sorpresa. El rubio avanzó en cuanto captó la seña de su temporal aliado, y se acercó con lentitud hacía el chiquillo que solo se limitó a seguir conversando con la Strom Eagle.

- Esto se está saliendo de mis manos.- comentó decaído el más pequeño.

- Estás algo estresado.- comentó Strom viendo disimuladamente como Zero llegaba a las espaldas de Axl.- ¿Qué te podría relajar?.

- ...- Axl se mantuvó en silencio sin si quiera responder cuando sintió los cálidos brazos cruzarse por su pecho.Miró a su compañero sin querer ver atrás y se separó bruscamente.- ¡Sueltame!.

Strom Eagle y Zero se sorprendieron par la reacción y retrocedieron un poco. En eso, Axl apareció una de sus pistolas y le apuntó a el hunter carmesí.

- Axl, tranquilo.- pidió el águila.

- ¡No!. ¡No me voy a calmar! Ni mucho menos cuando tú. - gritó el pelirrojo y le apuntó a Eagle.- ¡Lo hayas traído aquí!.

Esas palabras, esas dolorosas palabras. Palabras que perforarón el pecho de Zero.

- Axl... - llamó con tristeza. - Él no tiene la culpa.

- ¡Claro que no!.- replicó el ex-hunter volviendole a apuntar al hunter más alto.- ¡No es su culpa que me hayas abandonado! ¡No es su culpa que me usaras y luego te dieras media vuelta! ¡No es su culpa el hecho de que nunca intentaste buscarme! ¡No es su culpa que dejaras de quererme! ¡NADIE TIENE LA CULPA DE NADA!.

- Axl... - volvió el rubio avanzando con cuidado hacia él.- Escuchame... sí, he sido un idiota. Fuí demasiado débil para defenderte, fuí demasiado ciego para no verte, fuí muy sordo a todas las voces que me decían la verdad, fuí indiferente a mi alrededor. Todo lo que quería era encontrarte, llevarte a casa... Quiero que vuelvas conmigo.

- Mentira...- susurró con lágrimas el pelirrojo.- ¡Mentiroso! ¡ME ESTAS MINTIENDO!.

- No, pequeño. Es verdad.- siguió acercandose.- No sabes como te extrañé.

- Mentira...

- Vamos, Axl.- exclamó finalmente tomando la pistola y bajandola con lentitud.- Ya pasó todo.

- Comandante Zero. Hay dos enemigos frente a usted, repitó, hay dos enemigos frente a usted.- se escuchó por el comunicador del rubio, la voz de Layer, luego se oyó también la voz de X.- Voy a ayudarte.

Axl retrocedió ofendido, Zero se sorprendió por lo que acababa de escuchar: El único Maverick que estaba en su campo visual era Strom Eagle pero también estaba... No, no era verdad. No era posible, no era verdad, eso era ridículo. Un destello del hombro de Axl le llamó la atención, tomó con brusquedad su brazo y pusó a la luz esa cosa destellante: Una insignia Maverick. El color abandonó el rostro del hunter carmesí, su brazo perdió fuerza soltando a su pequeño, la paranoía de sus pensamientos gritaba la verdad, sus ojos se oscurecieron, había desepción y sorpresa en su mirada. Axl soltó otro par de lágrimas sin sollozar mientras un asustado Strom Eagle retrocedía lentamente.