26. Vuelve...

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- No, papá, no. Te lo ruego, no me dejes. - él se alejaba de mi y yo intentaba detenerlo por un brazo, pero era en vano, él tiraba y me obligaba a soltarlo. - papá, no me abandones.

- Deja de llamarme así. - me gritó empujandome lejos. Luego se detuvó para mirarme de frente. - No quiero que me sigas. Ni siquiera quiero verte, largo de aquí.

- Pero...

- LARGO.

Me levanté prácticamente corriendo pero tuve que frenar y volver porque las llaves de mi moto cayeron, llamando la atención de Zero, lo ignoré o al menos lo intenté.

- ¿Qué haces?.

- Me voy, tú me lo pediste. - debía callarme pero solo seguía respondiendole.

☆☆☆☆☆

- Ya no me quieres. - me lloró, volvió a llorar. Sus palabras me dolieron y ya no podía seguir finguiendo, seguir finguiendo que no lo quería cerca... nada estaba saliendo como yo lo había planeado.

- Axl... yo. - intenté hablar pero él salió corriendo, me huía. Mi pecho no aguntaba tanto dolor. Esa horrible opresión que oscurecía mi alma lentamente. - ¡AXL, AGUARDA!.

Lo perseguí, no podía permitir que se fuera. Sin embargo, él era más rápido, a pesar de sus pequeñas piernas. Todo pasaba tan rápido, yo respiraba muy agitado pero no cesaba mi paso ni tampoco mis gritos rogando que se detuviera... Pero algo captó mi atención, él dentía a tropezar y no veía el camino. Corrimos frente al comedor (que estaba vacio) y mi nariz se llenó rápidamente del asqueroso olor a licor, eso mismo me hizó comenzar a crear una teoria pero tenía que oler el aliento del pequeño primero, solo para comprobar. Lo logré detener, él hacía muchos esfuerzos por escapar del agarre de mi brazo pero él detuvó cualquier movimiento en cuanto tomé su rostro y lo acerqué a mi nariz, su aliento agitado y entrecortado me facilitó la tarea de oler... Mis sospechas eran correctas: Él estaba ebrio. Ladeó su cabeza con brusquedad, quitando mi mano de su cara, luego me miró a los ojos, yo no quería mantener la mirada pero lo hacía, sus ojos, sus profundos ojos amarillos no brillaban, estaban oscuros y cristalinos, sus silenciosos sollozos me obligaron lentamente a soltar su brazo, me dolía no poder hacer nada, su estado... yo no tenía cura para eso. En cuanto mi brazo siguió la gravedad, él se alejó un par de pasos, bajé un poco mi vista y noté al gato, se acurrucaba en su pecho, intentaba darle cariño, supusé. Los animales captan emociones y sentimientos. Pues se comenzaba a dar cuenta con Axl, y yo seguía parado frente a él como un idiota... pero eso era... un idiota.

- Axl, ¿Por qué?, ¿Por qué crees que te quiero lejos?.

- ... - me miraba mientras tomaba aire profundamente. - Tú me lo dijeste... me lo gritaste ¿recuerdas?.

- "LARGO". - Resonó en mi cabeza el eco de aquel falso deseo.

- Pues si, me voy, porque a fin de cuentas... también te ibas... sin...

- ¿ti? ¿Irme sin ti?, no Axl yo...

- ¡TE IBAS Y ME ABANDONABAS! ¡TÚ NUNCA ME QUISISTE! ¡S-SOLO TE APROVECHASTE DE MI!.

- No, no, Axl, escuchame, no, no...

Volvió a correr pero yo me quedé allí estancado, con lágrimas invadiendo mi rostro sin cesar, mi cuerpo no reaccionaba, yo solo estaba allí, en el medio del pasillo, con el rostro mirando al suelo y viendo como mis lágrimas humedecían el suelo.

¿Qué iba a hacer?.

Ahora me odiaba.

❁❁❁❁❁

Heridas de batalla [Megaman X]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora