7. Una nueva Conexión

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El hunther azul marino se apoyó de el rubio para poder caminar, irían hasta la enfermería, de allí Axl seguirá su camino solo sabía que si lo veían con Zero, iban a correr los chismes. Cuando el hunther carmesí se fue a su recámara, paso por la de Axl; una rara curiosidad invadió, algo le decía que allí adentro algo no estaba bien. Se acercó y abrió la puerta como si se traviese en un campo minado. Se detuvo en medio de la recámara y observó detalladamente el lugar, la camilla ya no tenía almohada ni mantas, el suelo estaba muy desgarrado, parecido como si hubiesen pasado un rastrillo por toda la recámara, habían escrito frases amenazadoras en las paredes con una terrible caligrafía: "Pierdete" "No te queremos aquí" "Te esperamos fuera" "Huye mientras puedes"; el rubio miró muy sorprendido hacia la ventana, estaba rota y tenía un agujero, bajó su mirada a la camilla y notó pedazos de vidrio bien esparcidos por toda la camilla. Dirigió su mirada al escritorio para darse cuenta de que la silla estaba destrozada por la mitad y el escritorio tenía un cuchillo de cocina y una pistola corriente, ambos tenían una nota pegados: "Son para uso especial, estupido. Usalas sabiamente". El hunther carmesí se estremeció de ira mientras arrugaba las notas y las lanzaba por la ventana rota; sentía la presencia de aquellas risas burlonas, de aquellos pequeños ataques, eso no estaba bien para nada bien. Fue a la camilla quito todos los pedazos de vidrio, buscó un remplazó para la silla, la almohada y la manta, y trató de quitar las frases amenazantes de la pared, al parecer estaban escritas con tinta indeleble, pues no se limpiaba con nada; al notar eso el ojiazul optó por cubrir las frases en vez de quitarlas. Luego de varios minutos de trabajar con una brocha y un balde de pintura, cubrió todas las frases con un color parecido al de la pared para no levantar sospechas; como Zero ya había calculado, unas cuantas salpicaduras de pintura habían manchado su armadura y pelo aún así no le importó estaba satisfecho con el resultado final, finalmente se retiró a quitarse la pintura de encima.

Mientras tanto, Axl estaba terminando de ser atendido por Lifesaver, aunque le dijera una y otra vez al pequeño que no tenía nada, el chiquito, sin articular ni una sola palabra, presionaba contra su estomago en señal de indicarle algo fuera de lo normal; Lifesaver revisó una y otra vez la particular herida de Axl, pero la respuesta era siempre la misma: "No tienes nada". Al final, solo para darle tranquilidad al niño, le vendó el torso sobre la maya, Axl se sintió más aliviado; cuando se dispuso a salir de la enfermaría e irse con Zero, un repentino apagón de luz se dió en toda la base; el pequeño entró en desesperación cuando sintió que algo lo tomaba y lo arrastraba a algún sitio, chilló sin querer que el "secuestrador" lo oyese. Sintió como claramente lo metían en una bolsa y lo cargaban al hombro; luego también comenzó a sentir aire, pensó muy bien que dentro de la base no se sentía el aire eso quería decir... que lo estaban llevando fuera. Chilló un poco tratando de ser oído pero en lugar de eso, tiraron la bolsa al suelo con mucha fuerza y todavía Axl seguía adentro. Comenzó a entrar en un horrible pánico, luchó contra la bolsa, queriendo huir rápidamente, queriendo seguir vivo; repentinamente unas voces comenzaron a comunicarse, Axl guardó silencio queriendo escuchar.

- ¿Lo sacaste? - preguntó una de las voces, el pequeño estaba casi seguro que se trataba de una voz femenina.

- Ya está todo bien, tenemos todo; a este mendigo, a X, y el virus. - Respondió una voz totalmente nueva para Axl, un hombre también estaba allí.

-¿Que hacemos ahora? - cuestionó una tercera voz proviniente de la parte de atrás.

- Deja eso allí, ella se llevará el virus y tú me ayudaras a no dejar en evidencia a X.

Luego de eso, el silencio fue brutal ya no había ni un alma en ese lugar. Por un segundo, se oyeron pasos pero que se alejaban. Luego de otro abrumador silencio, se escuchó claramente como la luz regresaba a la base, pobre Axl, ahora si estaba en un lío; no había nadie que lo ayudara ni nadie que lo pudiese ver allí, donde sea que estuviese. Comenzó a gritar mientras intentaba rodar la bolsa pidiendo ayuda, esperando que alguien lo socorriera. Los gritos de ayuda poco a poco fueron remplazados por sollozos y lágrimas, dejó de empujar la bolsa ya sin esperanzas comenzó a susurrarse una pequeña frase una y otra vez : "No quiero quedarme aquí, no quiero quedarme aquí". Con muy poca esperanza, tomó una gran bocanada de aire y gritó al aire por ayuda. Justo después de dejar que el eco se perdiera en la lejanía, sintió como jamaqueaban la bolsa, el chiquillo calló sorprendido creyendo que se trataba de otro conspirador de los que le secuestraron; la bolsa se abrió y sacaron al pequeño cargandolo por el torso. Axl miró los brazos que lo rodeaban y que lo salvaban, el inconfundible color carmesí le alegró el corazón casi al instante.

Heridas de batalla [Megaman X]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora