Llegando a ti

¿INFINITE?

AVISO DE NOTIFICACION

No. No. No estaba sucediendo. Arranque la hoja pegada a mi puerta, las habitaciones de al lado tenían exactamente el mismo anuncio pegado. Seguí leyendo

DEBIDO A CAMBIOS EN LA ADMINISTRACION Y POR ÓRDENES DEL NUEVO DUEÑO, LAS HABITACIONES DEBERAN SER DESALOJADAS A MÁS TARDAR EL DOMINGO DE LA SEMANA EN CURSO. POR SU ATENCION GRACIAS.

Tocaba la puerta de la encargada como si de eso dependiera mi vida, los primeros minutos no hubo ninguna reacción; aumente la intensidad de los golpes hasta que alguien abrió la puerta.

La señora que yo conocía como la dueña de la casa de huéspedes abrió la puerta con un suspiro, dándose por vencida

-¿Qué pasa?

-¡¿Qué pasa?! ¿Qué es esto? -dije mostrándole la hoja

-Un aviso de desalojo -afirmó como si estuviera diciéndome el color de la chaqueta que traía puesta.

-¡Ya sé lo que es!

-¿Entonces...?

-¿Porqué?

-Niña, mi esposo falleció hace dos años y mi única hija acaba de casarse hace un mes, ¿Espera que yo sola me encargué de este lugar? Mi yerno me ofreció irme a vivir con ellos y voy a aceptarlo, ya no tengo la edad para estar trabajando tanto, quiero descansar

-¡¡Si iba a vender hubiera avisado mucho antes!! ¿Dónde se supone que voy a ir? -le grité desesperada.

-Puedes conseguir algún otro lugar

- ¡¿En tres días?! ¡¿Cómo?!

Su mirada se compadeció de mí solo por unos segundos, pero no duro mucho.

-No lo sé -dijo volviendo a su actitud desinteresada de un principio- ya no es mi problema, vive con una amiga o regresa a tu casa.

Cerró de un portazo.

Me senté en el piso porque me faltaban las fuerzas. Tenía que pensar en algo ya. La casa de EunJoo era pequeña y compartía habitación con su hermana menor, no podía ir ahí, y regresar a casa... no, tampoco podía

Me rodeé el cuerpo con los brazos y hundí el rostro en entre mis piernas. ¿Ahora que hacia?

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-¿Eres la nueva empleada? -preguntó una señorita vestida con blusa blanca y falda gris de lápiz, pulcramente arreglada.

-Si

-El director quiere verte, te esperan en la oficina.

-Gracias -contesté nerviosa, el chico había salido y las otras dos me veían sonriendo con malicia, ¡rayos! Sabía que no había empezado con el pie derecho, aunque para mi defensa íbamos al día con el trabajo, no gracias a ellos. Me paré de la mesa respirando profundamente para no vacilar y que mi estado de ánimo no fuera obvio para los demás. Seguí a la señorita que resulto ser la secretaria del CEO. Cuando llegamos a su oficina en mi cabeza ya se formaban un millón de escenarios diferentes.

Esta mañana desde la casa de huéspedes, pasando por la escuela, hasta el trabajo había cargado mis maletas. Todavía no encontraba un lugar para quedarme, tenía pensado ir a los baños públicos, pasar ahí la noche y buscar talvez mañana por internet alguna habitación en renta ¿iban a regañarme por eso?

Entré, el CEO estaba acompañado de Kim Jung Ryul, me indicaron con una mano que tomara asiento en uno de los sillones y así lo hice, acto seguido su secretaria salió y ellos tomaron asiento también en el sofá del frente.