A la mañana siguiente no fui capaz de concentrarme mientras estuve en el colegio, tampoco hubo señal de Aaron en ninguna de las clases ni durante el almuerzo. Mi mente era una maraña incapaz de prestas atención a lo que sucedía a su alrededor, me tropezaba con todo lo que encontraba y después de sólo un bocado fui incapaz de continuar comiendo. La hora de ir a trabajar llegó y me dirigí a las oficinas con las piernas temblando y casi sin fuerza, temerosa de verlo de nuevo.
Al igual que cualquier otro día, recibí de la recepción lo que debía hacer y después permanecí encerrada en la misma oficina hasta que mi jornada terminó.
Odiaba estar aquí pero tenía miedo se salir. Respiré varias veces para controlar el ataque de pánico que sentía antes de decidirme a asomar la cabeza. Mire de un lado a otro y cuando estuve segutra de que no había nadie ahí, salí por completo.
-No está aquí -Susurraron cerca de mi oído, causando que pegara un salto.
El hombre proveniente de América que había desaparecido toda la mañana se encontraba a mis espaldas con expresión inocente y divertida como si nada hubiese pasado ayer.
-Lo sé -Contesté en voz baja.
-Salgamos de aquí -Sugirió tomándome de la mano para tirar de mí al tiempo que cogía mi bolso y se lo colgaba al hombro.
Le seguí sin poner resistencia en recompensa por el trago amargo que le había hecho pasar el día anterior.
Llegamos a un centro comercial y después me arrastró hasta el acuario en donde me paré en seco antes de entrar.
Era el mismo...
Este había sido nuestro lugar... nuestra magia...
-¿Qué pasa? -Preguntó ante mi reacción.
No podía, si entraba los recuerdos iban a inundarme. Retrocedí sin ser consiente y Aaron tiró de mí.
-Vamos -Me animó.
Él no sabía y tampoco podía decirle, tan solo terminaría hiriéndole. Aguanté la respiración y a paso lento me obligué a mí misma a entrar mientras un montón de memorias se arremolinaban en mi mente como un torbellino que me abrasaba por dentro.
Tomaba fotos emocionado y yo le seguía por detrás intentando no ver a mi alrededor.
-No es divertido si lo hago sólo -Se quejó al tiempo que ponía su brazo alrededor de mis hombros y ponía la cámara frente a nosotros.
Le miré y me pregunté si en verdad estaba tan bien como aparentaba. Si en verdad había olvidado todo lo sucedido, yo estaba muy lejos de merecerlo. ¿Cómo podía aceptar que siguiera a mi lado cuando ni siquiera estaba segura de cuándo podría ser capaz de amar o si podría volver a hacerlo algún día?
Algo brilló en los ojos de Aaron pero antes de que pudiese averiguar que era, en un movimiento rápido, giró el rostro posando sus labios sobre los míos en un beso.
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Llegando a ti
FanfictionUna chica logra irse a vivir a Corea gracias a un intercambio escolar, pero una vez ahí se dará cuenta de que las cosas serán más complicadas de lo que esperaba. La escuela y el trabajo ya la tienen lo suficientemente ocupada y las cosas se complica...