Llegando a ti

¿Amigos?

Mi pie. Alguien estaba pateando ligeramente mi pie.
Había tenido un buen sueño, no quería que me sacaran de ahí. Todavía no.

Gruñí molesta porque muy a mi pesar, ya me encontraba medio despierta. Abrí poco a poco los ojos y el rostro de MyungSoo apareció frente a mí.
-¿Qué? -mi voz se oía ronca, soñolienta.
-¿No se supone que tienes que ir a la universidad? Hoy es viernes.
-¿Universidad? -Repetí confundida -¡Universidad!
Me paré como loca y busqué mi teléfono para ver la hora, ¿Qué demonios? ¿No puse la alarma? ¿Por qué no la puse? ¿Ya era muy tarde? ¿Todavía podía llegar a tiempo?
-Tranquila, es temprano. Tienes una hora para tomar el autobús -me mostró la pantalla de su celular y vi que tenía razón. Me sentí aliviada.
-Gracias por despertarme -dije estirándome- ¡Ah! -una punzada en la espalda me hizo desistir de los estiramientos.
-¿Duele? -preguntó preocupado
-Solo un poco. No es nada.
-Es porque dormiste en ese lugar que tu espalda se lastimó. -Dijo molestó. Acaso estaba... ¿regañándome?
-¿Y dónde se suponía que durmiera entonces? ¡Ustedes se quedaron en el sillón!
Se calló por un momento porque yo tenía razón y él lo sabía.
-Debiste quedarte en una de las habitaciones entonces.
-Ustedes dijeron que no podía entrar a sus cuartos sin su permiso -aunque cuando limpiaba lo hacía, claro que no contaba, porque ellos no sabían y porque además era por su bien ¿cierto?
-Pero... -no supo que decir y asumí que yo había ganado la discusión.
-Voy a bañarme, regresa a dormir, va a ser un día pesado
-¿Por qué?
-Hoy tenemos que ir a la agencia por la tarde y eso -señalé su labio lastimado- no va a pasar desapercibido por el CEO, tienen que prepararse para un castigo o por lo menos para un buen regaño y yo tengo que prepararme para ser despedida -agregué en voz baja para mí misma
-¿Despedida? -Dijo alarmado- ¿Por qué?
-Se supone que mi trabajo era cuidarlos. Si de repente llegan en ese estado entonces la culpa es de la persona que vive con ustedes y esa persona soy yo. ¿No es de esperar que sea despedida?
-Fuimos nosotros quienes peleamos, tú... no hiciste nada...
-No creo que funcione de esa forma -mi voz se volvió triste, el hecho de decir en voz alta lo que había rondado en mi mente lo hacía más real todo. Traté de disimularlo poniendo una sonrisa en mi rostro- Tal vez que me vaya sea lo mejor, de todas formas creo que no les agrado mucho. La siguiente persona que venga probablemente sea un hombre y logre entenderse mejor con ustedes -se me estaba haciendo un nudo en la garganta y antes de que se notara cambie de tema- ahora en serio tengo que apurarme porque se me va a hacer muy tarde.
-Espera...
Fui por mi maleta y la lleve al baño, haciendo caso omiso de lo que diría. Mi sonrisa desapareció cuando cerré la puerta. En verdad me gustaba este lugar y no quería irme.
Extrañamente a diferencia de la primera vez que había tenido que irme de la que era mi "casa" debido al cambio de dueños, ahora no me sentía impotente o molesta ni siquiera frustrada... sólo... triste.
No pensaba que fuese injusto o que fuera culpa de ellos. Me hubiese gustado llegar a conocerlos, ayudarlos, tratar de entenderlos... era como si acabara de fracasar.

Cuando salí del baño ya no nadie se encontraba en la sala durmiendo. Me pregunté donde estarían pero como no tenía tiempo de buscarlos sólo tomé mis cosas y salí de casa.

Me sudaban las manos cuando entré a la agencia.
Pregunté por INFINITE, pasé la identificación de acceso, me dirigí al estudio de baile... todo eso con el sentimiento de estar haciéndolo todo por última vez. La idea de ser despedida hoy no se me salía de la cabeza.
Sostuve la manija de entrada al estudio sin ser capaz de abrir la puerta.
Uno... dos... tres...
Lo hice. Cerré los ojos durante unos segundos para después entrar con pasos sigilosos. La música no estaba puesta, hubiera sido más fácil pasar desapercibida.
-Llegaste -gritó WooHyun sentado en una esquina repleto de sudor.
Agité la mano en respuesta a su saludo, con un gesto torpe y parecido al de un robot. ¿Se daba cuenta que era la primera vez que me saluda en todo el tiempo que llevaba con ellos? Ya me había acostumbrado a ser un fantasma, sin ser notada y sin que mi presencia afectada a los demás. ¿De qué me había perdido? No sabía si la rara era yo o si por el contrario las cosas hoy no eran normales.
-¿Tú estás encargada de ellos? -el coreógrafo se dirigió a mí, su pregunta me tomó desprevenida y tardé unos segundos en asimilarla y contestar
-S... Si
-¿Sabes que les pasa? ¿Por qué no se quitan esas cosas para ensayar?
-¿Eh? -entonces sí había algo raro. Los miré uno por uno y WooHyun no era el único con mascara. Los demás también la usaban, incluso DongWoo y Hoya traían puesta una gorra. Me hicieron gestos con los ojos ¿qué se suponía que dijera?- porque... ¿son fashionistas? -Fue lo primero que se me ocurrió y una vez que lo dije me pareció la cosa más tonta del mundo- eso es lo último en moda, todo el mundo lo usa -expliqué fingiendo estar emocionada y acompañando lo que decía con ademanes- ¿No cree que lucen bien? ¡Wow! ¡Como era de esperarse de estrellas nacionales! -¿lo estaba haciendo bien? ¿Estaba siendo convincente?- Usted debería usar uno también
-¿Tu crees? -¡Oh! Esta persona se había cruzado de brazos y se rascaba la barbilla pensativo mientras veía a los chicos ¿Se lo estaba creyendo?- ¡Como sea! -Sacudió la cabeza regresando a su estado irritado- Terminamos por hoy. Tomen un descanso y vayan al ensayo de canto.
Se fue dando un portazo y enseguida se quitaron las máscaras y los gorros con expresiones aliviadas, parecía que respiraban por primera vez luego de quitarse esas cosas de la cara.
-Eres pésima para actuar -señaló SungJong
-¿Yo?
-¿Quién más?
-No sabía que decir -me justifiqué- Para empezar ¿Se puede saber qué están haciendo?
-Es por ti -apuntó DongWoo
-¿Por mí? ¿Por qué por mí?
-No queremos que nadie nos vea y sepan que peleamos.
Ahora no eran hombres salvajes que peleaban sino niños tratando de arreglar las cosas que creían haber descompuesto. Los rostros indiferentes de siempre hoy me sonreían, a excepción de MyungSoo, pero él era un caso aparte y decidí que no iba a afectarme, prefería su indiferencia que su odio. Aunque hubiese podido abrir la boca no sabía que decir. Estaba agradecida, conmovida, triste y al mismo tiempo feliz. Una sonrisa comenzó a formarse en mi rostro inconscientemente.
-Chicos... aún si me voy no creo que sea culpa suya, yo...
Tocaron la puerta y enseguida la abrieron. Al instante las máscaras volvieron a sus rostros y dieron la espalda al visitante.
-¡YA! Tú -dijo una chica en la entrada de la puerta señalándome, tardé en reconocer su cara hasta que su forma de llamarme me hizo recordar quien era. JinAh, una de las chicas del departamento de traducción en el que solía estar.
-Hola -me mordí el labio porque no podía decir que estuviese feliz de verla- ¿Qué pasa?
-Escuche que estabas aquí y necesito que nos ayudes con algunos documentos que no entendemos bien. ¿Crees que puedes echarnos una mano? -se cruzó de brazos y su forma de pedir ayuda me parecía bastante mal educada, quería rechazarla hasta que al final de la frase agregó un "por favor" y entonces no tuve más remedio que aceptar
-De acuerdo
-Gracias, te veo en la oficina, recuerdas donde está ¿no? ¿O ahora que tienes un puesto más alto lo olvidaste? -preguntó sarcástica
-No, no lo he olvidado.
Suspiró y miró a mis espaldas, abrió los ojos como platos y su boca formó una perfecta "o"
-¡Oh por dios! -Su voz se volvió más aguda y sacó un lado infantil y femenino que yo nunca le había visto- ¡Es INFINITE! ¿Cierto? -me hizo a un lado y se fue corriendo hasta donde estaban los chicos. A unos pasos de ellos se detuvo nerviosa y comenzó a juguetear con su cabello- Hola, soy JinAh -se me cayó la mandíbula hasta los pies, no podía creer lo que mis ojos veían- Yo... soy una gran fan de ustedes, pero todo el tiempo tengo que estar encerrada en esa oficina traduciendo y traduciendo sin poder descansar un solo momento -solté un bufido involuntario, ¡JA! Eso no era lo que yo recordaba, se la pasaba sentada y pegada a su computadora todo el tiempo, se levantaba únicamente cuando la hora de la comida se acercaba y solo hasta el final del día empezaba a hacer su trabajo, con ella tuve más problemas a la hora de hacerla trabajar y algo me decía que era la que más se había enojado en aquel entonces, me lanzó una mirada furiosa y desvié la mirada rápidamente- como decía, soy una gran fan y siempre había querido verlos tan... de cerca -acercó su mano con intención de tocar el rostro de MyungSoo. Se detuvo cuando se percató de su mirada de advertencia y entonces bajo su mano tímidamente.
Sabía cómo se sentía, ninguno le mostraba una sonrisa, ni siquiera DongWoo.
No obstante no necesitaba de mi ayuda, nadie le dijo que fuera, ella solita se buscó el momento incomodo de ahorita.
-¿Qué haces ahí parada todavía? ¿No ibas a ayudar? -me rasqué la cabeza dubitativa preguntándome porqué se desquitaba conmigo
-Entendido -respondí haciendo el saludo militar y sonriendo al tiempo que lo hacía y salía del estudio de baile.

¡WOW!
En serio no bromeaba cuando eligió "mucho trabajo acumulado" para describir lo que veía en la oficina.
La enorme mesa de vidrio estaba tapizada de pilares de hojas impresas, ¿es que no habían hecho nada en días o más bien en semanas?
-E... este... ¿Qué parte es la que no entiendes? -pregunté con miedo
-Esta parte de aquí -contestó abarcando con sus brazos una sección de los documentos
Conté las pilas uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete y ocho.
Me dejé caer en una silla, no era sólo un párrafo o dos, las hojas estaban llenas de letras de principio a fin.
Pensaba que sólo sería una hora o dos. Esto iba a tomarme más, mucho más.
"Al mal paso darle prisa" todos decían eso y tenían razón. Ya había aceptado, seria grosero renunciar ahora. Mientras más pronto comenzara, más rápido terminaría.
Al cabo de un rato me llegó un mensaje

(Es la imagen del capitulo)

Llegué a casa después de las dos de la mañana. Me dolían los ojos y no tenía sueño.
Hacer la limpieza fue lo único que se me ocurrió que podía hacer a esas horas de la noche para terminar de cansarme y poderme a dormir.
Un pinchazo en el estómago cuando estaba guardando las cosas de aseo me sorprendió, pero fue seguido por otro y eso no me daba buen augurio. ¿Podría ser...? Fui corriendo al baño.
¡¡¡¡¡¡NOOOO!!!!!
"Esos días" del mes, acababan de llegar.
Menos mal que me había preparado para una situación así o estaría en problemas.

 
MyungSoo
¿Por qué no llegaba? Era una chica, todas las chicas tienen sentido común y saben que salir a altas horas de la noche es peligroso, sobre todo si están solas ¿era diferente en su país?
Yo estaba bastante seguro que el problema estaba en ella.

Solía tener insomnio, ya me había acostumbrado. Una parte de mí creía que estar despierto a esta hora se debía a eso, aunque no podía estar seguro, si ese fuera el caso no estaría pensando en porque no llegaba aún esa chica.

¡No importa! ¡¿Por qué debería importarme?!

Escuché la puerta abriéndose, ¡llegó! Mire la hora en el teléfono de DongWoo ¿Hasta ahora se aparecía?

Me levanté sigilosamente para no despertar a nadie y me escabullí a escondidas a la sala.
Se veía cansada, dejó sus cosas en la entrada y después se puso el delantal y fue al closet donde estaban los trapos, sacudidores, esponjas, jabones, todo para la limpieza y los empezó a sacar uno por uno. ¿Qué estaba haciendo? ¿Era ella la que lo hacía? Creía que el CEO había contratado a alguien.

Nosotros éramos siempre tan indiferentes con ella, yo incluso rayaba en lo grosero. Me molestaba su presencia sin siquiera conocerla. Mientras la observaba me di cuenta de lo duro que trabajaba siempre sin esperar nada a cambio y sin que supiéramos todo lo que se esforzaba o talvez lo difícil que fuera para ella también, toda esta situación de tener que vivir con hombres.

Ignoraba por qué aceptó vivir aquí, tampoco lo aprobaba por completo sólo que ahora veía que la había juzgado demasiado pronto y que talvez estuviera siendo demasiado egoísta. Ayer por la noche confirmé que no era normal, fue la primera persona que se dio cuenta de que lo que necesitábamos no era fingir que nada sucedió, fue valiente, muy valiente. Ni siquiera nuestro manager intervino en las peleas que habíamos tenido. Me desconcertaba todo lo que hacía porque siempre me sorprendía como reaccionaba ante las cosas.

-¿Qué haces? -SungYeol me habló al oído y después de superar la sorpresa me di la vuelta tan rápido como pude para taparle la boca a SungYeol con una mano y con la otra le indiqué que guardara silencio.
SungYeol señaló detrás de mí, ¡venia hacia acá! Nos movimos de ese lugar en un santiamén para evitar ser descubiertos.
Por suerte no nos vio y fue directo al baño.
Suspiré aliviado.
-Estuvo cerca -dije pero SungYeol me apartó con un empujón
-Así que era esa chica la que limpiaba todo esto-dijo después de lanzarme una mirada molesta y después otra elocuente- Espera... ¿La estabas espiando?
-¡¿Qué?! ¡Por supuesto que no! ¿Por qué lo haría?
-Bueno, porque... estas aquí
-No podía dormir y soló salí un momento a ver qué pasaba -aclaré en mi defensa
-Claro -replicó sarcástico
Le mostré el puño como amenaza y se río levantando las manos en gesto inocente.
-Ya salió -susurró y volvimos a escondernos.
Esta vez fue directo a la sala, se recostó en el sillón y fue cuestión de unos segundos para que su respiración se volviera pesada y regular, señal de que ya dormía.
Si hubiese llegado más temprano estaría durmiendo en una cama. La habíamos preparado en la mañana para ella después de que se fuera a la escuela. Era una lástima que no la usará esta noche que debía estar tan cansada.