No estas sola

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MyungSoo

SungKyu a mi lado estaba a punto de quedarse dormido.
Cansado, como todos, quería llegar a comer y después de eso dormiría. Últimamente teníamos demasiadas actividades de promoción y no había mucho tiempo libre, ni siquiera para dormir largo y tendido.

Ella iba frente mío, ¿Cómo es posible que siguiera trabajando? Estaba en periodo de exámenes, ¿Es que no le daban un respiro? No tenía idea de cuantas horas había dormido ayer, además no había comido, lo sabía. Durante la hora de descanso no probó bocado y un desconocido terminó comiendo su ración. En ese momento había tenido ganas de ir hasta allá y quitarles su plato a esos chicos para después asegurarme que se lo comiera todo, por desgracia había demasiadas personas viendo, y explicar mi preocupación por la "suplente" del manager habría sido difícil.

Tenía que asegurarme que comiera algo en cuanto llegáramos, no me iría a la cama hoy hasta no ver que ella lo hiciera también.

Recargué mi cabeza sobre la ventanilla y cerré los ojos, mañana por fin tendríamos el día libre...

—Detenga el auto... ¡¡deténganlo por favor!! — Estaba a punto de dormirme cuando escuché su voz. Sonaba como si hablara entre dientes y a base de hacer un gran esfuerzo.

El auto se detuvo en seco, trataba de abrir su puerta, pero no lo lograba. Había algo raro en sus facciones, una especie de desesperación, estaba asustada.

En cuanto me di cuenta que algo estaba mal, baje del auto, SungKyu y el manager todavía estaban medios dormidos sin saber bien qué pasaba.

Abrí la puerta del copiloto, quiso bajarse, pero se veía débil y en cuanto tocó el suelo se vino abajo, por instinto la sostuve entre mis brazos, alzo la mirada hacia a mí y después de eso cerró los ojos.

—¡Despierta! ¿Me escuchas?

No hubo respuesta.

El manager y SungKyu también habían bajado del auto, le lancé una mirada al manager preocupado. Sin necesidad de palabras tomó su teléfono y empezó a hablar a toda prisa con alguien al otro lado. También se veía preocupado.

—Hay que llevarla al hospital. Hyung, llévanos al más cercano. —Grité poniéndome de pie con ella entre mis brazos, no había tiempo que perder, estaba dispuesto a echar a correr con ella si ellos no hacían nada.

Miré al manager unos segundos y como no reaccionaba y el chofer esperaba indicaciones de él, suspiré molesto y empecé a caminar, tenía que encontrar un hospital cerca, o tomaría un taxi

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Miré al manager unos segundos y como no reaccionaba y el chofer esperaba indicaciones de él, suspiré molesto y empecé a caminar, tenía que encontrar un hospital cerca, o tomaría un taxi.

—¡Espera! —Gritó tomándome del hombro— Regrésala al auto, iremos a casa, un doctor va para allá.
—¿Qué?
—Estamos más cerca de ahí, si llamamos una ambulancia tardará todavía más, el médico estará allá incluso antes que nosotros. Además ustedes llamarían mucho la atención en ese lugar.

Llegando a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora