La música clásica que sonaba al fondo me trajo de regreso poco a poco de vuelta a la realidad. La cabeza me estallaba y sentía el cuerpo rígido, aún adormecido.
Abrí poco a poco los ojos, poniendo en orden mis pensamientos. Los últimos instantes volvieron a mí como una ráfaga, provocando que el miedo me invadiera y los latidos se me aceleraran.
-Despertaste.
La voz de InHa se notaba cerca y eso me asustó todavía más. Levanté la vista y la encontré sentada frente a mí, en un sofá elegantísimo. Miré a mí alrededor sin saber en dónde me encontraba.
Frente a una chimenea encendida, con las manos atadas al frente, me hallaba sentada en una silla velvet vino tinto, la habitación tenía pinturas colgando de las paredes por todos lados, el lugar parecía una especie de castillo europeo, sacado de alguna película antigua de cuentos de hada, pese a que a mis ojos en este momento también lucia como mi mazmorra.
-Mi casa -Explicó sin más.
Entonces si era una prisión, al menos para mí.
-¿Cuánto tiempo llevó aquí? ¿Qué hora es?
-¿Importa?
Le miré molesta.
-Las cuatro de la mañana. Se nos pasó la mano con el calmante -Replicó encogiéndose de hombros.
Sacudí la cabeza intentando despejarme. Ahora entendía porqué los mareos iban y venían, al igual que las náuseas.
-Creí que sólo querías hablar -Mencioné sarcástica señalando mis muñecas incapaces de moverse.
-Aún no decido qué hacer contigo y tampoco sé de lo que eres capaz así que decidí no arriesgarme.
Me reí con amargura. Estaba bastante segura de no ser capaz de salir de aquí aún si quisiera, ¿Por quién me tomaba?
-¿Te parece gracioso? -Se quejó molesta.
-¿Honestamente? Si -Alzó una ceja- Jamás imagine que te tomaras tantas molestias para alguien como yo.
-Yo tampoco imagine que llegarías a convertirte en el fastidio en el que te convertiste cuando decidiste meterte en mi camino.
-Yo no me metí en tu camino. Tú fuiste la que decidió dejarlo para tomar uno diferente.
Me asesinó con la mirada cruzándose de brazos y examinándome con cuidado.
-¿Por qué volviste? -Sonrió con ironía- ¿Te dijo que sin importar lo que sucediera se quedaría a tu lado? ¿Te prometió que te elegiría a ti? -Se burló cambiando su ataque.
-Regresé porque lo amo -Acepté seria- y por eso mismo no voy a pedirle que escoja.
-Eres demasiado crédula. ¿Crees que puedes salir con alguien como él y ser aceptada por todo el mundo sin afectar su carrera? No vas a lograr algo que ni siquiera yo pude conseguir.
-Tú y yo somos muy diferentes.
-¿De verdad? Yo no creo que lo seamos tanto. Si fuera así ¿Por qué te fuiste en primer lugar? ¿No fue porque te daba miedo descubrir que si tenía que elegir, no sería a ti? Ambas sabemos que no eres tan mosca muerta como aparentas, más que por su "bien" fue por el tuyo. Era mejor irte por tu cuenta antes que ser echada por él.
La miré por unos segundos concentrándome en la intensidad de sus ojos, ella de verdad deseaba creer en lo que decía y se aferraba a ello con desesperación pero detrás de su máscara de engreída y petulante, en realidad estaba comenzando a tambalear.
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Llegando a ti
FanfictionUna chica logra irse a vivir a Corea gracias a un intercambio escolar, pero una vez ahí se dará cuenta de que las cosas serán más complicadas de lo que esperaba. La escuela y el trabajo ya la tienen lo suficientemente ocupada y las cosas se complica...