Un chico extraño.

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Todo el camino me la pasé pensando en el señor que me había chocado en el pasillo durante el cambio de una de mis clases. Había sido un hecho de lo más irrelevante, pero seguía teniendo el sentimiento de haberme topado con aquella persona en alguna otra ocasión y por alguna razón me sentía inquieta.
Y luego estaba el chico del salón, que de acuerdo con EunJoo llevaba todo el semestre en nuestra clase pero que yo hasta el día de hoy no había notado, y probablemente no hubiese notado nunca de no haber sido por la insistencia con la que me observaba. Por lo regular yo jamás notaba ese tipo de cosas, era demasiado despistada para darme cuenta y con excepción de algunas veces cuando iba por la calle y las personas de vez en vez me miraban por el hecho de ser extranjera, en los demás lugares era demasiado invisible como para recibir atención de otros. Fue por eso, que me extrañó el haber sido consciente de su mirada, no sabía su nombre y sin embargo cuando nuestros ojos se cruzaron me había sonreído, en ese momento había volteado avergonzada, y ahora me preguntaba porque la cohibida era yo y no él.
Por si no fuera poco tenía dos millones y medio de tarea, puede que no tuviese muchas horas de clases pero cuando hablaba de ensayos, proyectos y trabajos era otra historia. Hice pucheros iba a tener que dormirme hasta tarde y con lo que me gustaban las desveladas. Además el periodo fuerte apenas comenzaba.

Recibí una llamada del manager para pedirme que llevara el desayuno al estudio, lo que me sirvió para cambiar mis pensamientos y no preocuparme por ellos, aunque honestamente si enlistaba las cosas por las que debía preocuparme, aquellas eran las menos complicadas. Bajé antes del autobús para hacer el recado, salí de la tienda con todas las bolsas en perfecto equilibrio para que no se fueran a derramar. Ayer todo mi trabajo consistió en llevar comida al estudio, y hoy sería una repetición exacta de ayer. Mañana esto terminaría y probablemente se volvería un caos. En menos de 24 horas la canción sería liberada y las actividades de promoción comenzarían.

Llegué y la práctica ya tenía rato de haber empezado, sólo se tomaron un pequeño descanso para desayunar y reposar la comida.
Recogí la basura y saqué la computadora de la mochila, sin nada más que hacer por ahora, debía aprovechar el máximo de tiempo que tuviera para hacer los deberes.
De vez en vez me aseguraba que todos tuviesen agua y que las toallas estuviesen en su lugar luego de que las ocupaban, para luego volver a mi lugar y continuar con lo que hacía, claro que también tenía que levantarme cada que el coreógrafo o alguno de los asistentes quería café.

El estudio en el que estábamos ahora se encontraba en una colonia poco habitada, y consistía en un pasillo que al final tenía una puerta a la derecha que daba a la habitación en la que practicaban: tenía enormes espejos en todas las paredes, un pequeño sillón al fondo (que yo siempre me adueñaba) y una habitación equipada con agua y un mini refrigerador para bocadillos. Generalmente practicaban en el de la agencia, pero justo ahora lo estaban usando para una filmación del grupo de chicas.
—Llaman a la puerta —Avisó uno de los bailarines.
Di por hecho que ninguna de las chicas de la agencia que estaban ahí como apoyo iba a abrir así que me levanté para hacerlo yo.
Creía que era el manager porque había salido hace un buen rato ya. ¿Olvidó las llaves?

Decir que la chica al otro lado de la puerta era una imitación de la princesa de las nieves era quedarse corto. InHa vestía un enorme abrigo blanco con peluche en la parte del cuello, llevaba unas hermosas zapatillas y lucia unas gafas oscuras a pesar  de la obvia falta de sol.
Lo primero que hizo cuando me vio fue soltar un bufido exasperante.
—Ya no me sorprende encontrarte aquí también.
—Hola —Saludé incomoda.
Ambas nos quedamos de frente durante unos segundos. Ella me recorrió con la mirada de la cabeza a los pies y yo me preguntaba que se suponía que debía hacer en esta situación, aunque también me preguntaba cómo con un solo movimiento podía hacerme sentir tan inferior a ella.
—Muévete —Ordenó con intenciones de entrar.
—Espera —Dije impidiéndole el paso— Lo siento pero... —Agregué de forma más amable— Está prohibido el paso al público en general, son... Políticas de la agencia... —Era verdad, a menos que fueran a grabar los ensayos o estuvieran filmando un show, nadie entraba para mantener en secreto tanto la canción como la coreografía.
—¿Y porque tú...? —Desvíe la mirada apenada— ¡Ah! Relación de trabajo, lo olvide. Trabajas para la agencia.
Asentí, había metido el dedo en la llaga. Avanzó y me hizo a un lado con fuerza contra la pared.
—En serio no pued.... —Dije tomándola del brazo, no era nada personal, en serio, era mi trabajo.
Sin decir nada hizo una señal con la mano y detrás de ella apareció un hombre con traje completamente negro que parecía decir "cuidado" por donde le miraras, me tomó del hombro, en cuanto sentí su rocé se me erizó la piel y un escalofrío me recorrió la espalda al tiempo que se me encogía el estómago por un momento. En aquel estado con un simple empujón me hizo a un lado, dejándole el paso libre a InHa, para entrar después de ella.
—¡YA! Los dos, alto ahí —Grite, volviendo a mis sentidos y eché a correr detrás de ellos. Si el manager se enteraba, la única que iba a ser castigada sería yo.
Traté de esquivar al hombre que la acompañaba para impedir que entrara, pero cuando lo hice lo único que logre fue que mi muñeca quedara prisionera de aquel señor, parecía no ser gran cosa, pero no me dejaba moverme, sostenía tan fuerte que por más que trataba, no podía escapar, me estiré tanto como pude pero InHa ya estaba lo suficientemente lejos como para poder detenerla. Miré furiosa a aquel tipo, pero el permaneció inalterable.
Supe que había terminado de entrar cuando la música se paró de golpe y el silencio se extendió por varios segundos para después ver aparecer a WooHyun y a Hoya al otro lado del pasillo. Me miraron a mí y después al tipo que no me dejaba avanzar y cuando se dieron cuenta de lo que había sucedido fueron corriendo a "liberarme". Aquel hombre me soltó en cuanto WooHyun estuvo lo suficientemente cerca para tirar de mí y avanzar hacia el estudio sin dejar de mirar fijamente a ese señor con el ceño fruncido, lo cual era extraño porque WooHyun casi siempre estaba sonriendo.
—Lo siento —Dije apenada— Se supone que nadie puede entrar y yo... —Sentía que había fallado en la más simple de las tareas.
WooHyun me dirigió una sonrisa cálida y me acarició la cabeza.
—Dudo que el incluso el manager hubiese podido hacer algo, no te preocupes —Agregó Hoya sonriendo.
Doblamos a la derecha y lo primero que vi fue al coreógrafo fulminándome con la mirada, después a los bailarines reunidos en una esquina murmurando en voz baja, a SungKyu, SungJong, SungYeol y a DongWoo al centro evidentemente confundidos y por último a InHa justo al lado de MyungSoo. Cuando él me vio suspiró aliviado, cuando ella me vio lo tomó del brazo y yo aparte la mirada.
—¡Tú! ¿Co...Cómo se supone que los dejaste entrar? ¿No conoces las reglas? ¿Ni siquiera puedes hacer eso? —El coreógrafo fue el primero en romper el silencio y me apuntaba con el dedo enojado— Si algo se filtra ¡¿Tomarás la responsabilidad?!
—Yo... —Comencé a excusarme pero después me callé, todo lo que había dicho era cierto— Lo siento, no volverá a suceder —Me limité a decir.
—No fue su culpa un hombre viene con la chica. Él —Señaló WooHyun en dirección al pasillo en donde el "guarura" se encontraba.
Pareció sorprendido cuando lo vio, pero no hizo un comentario al respecto.
—¿Quién es usted? —Preguntó dirigiéndose a InHa.
—¿Yo? —Contestó sin inmutarse de nada— La novia de MyungSoo.
Creía estar preparada para algo como eso, pero solo me había mentido a mí misma.
Escuchar aquellas palabras resultó como un cubetazo de agua fría, quería sonreír, pero mi expresión se hallaba congelada y no era capaz siquiera de levantar la cabeza para ver las expresiones de los demás y tratar de imitarlas.
—Las visitas personales tampoco están permitidas —Intervino una voz desde atrás.
Todos volteamos al mismo tiempo para ver al presidente entrar seguido del manager. Al instante nos enderezamos al igual que un grupo de soldados frente al general, excepto InHa que no cambió su expresión.
—Espero que sea la última vez que ocurra este tipo de situaciones, una semana sin sueldo será suficiente como castigo —Dijo mirándome, asentí con los puños cerrados y le dirigí una mirada molesta a InHa pero ella solo me sonrió burlona. Todavía no terminaba el castigo de la última vez. A este paso terminaría trabajando sin paga por el resto de mi vida.
—Hyung, eso es demasiado injusto... —Empezó a decir SungJong pero el presidente negó con la cabeza.
—Ya hablamos de esto. 
—Está bien —Le susurré sonriendo a medias.
—De acuerdo entonces, por hoy se suspenderá la práctica, no veo cómo van a poder concentrarse después de esto. Sin embargo regresarán mañana a las seis de la mañana para recuperar las horas que perdieron hoy —Quejas y murmullos que mostraban desacuerdos se levantaron por todo el lugar, creo que incluso yo solté un quejido involuntario también— Pueden irse.
Dio la vuelta para retirarse cuando InHa habló haciendo que se detuviera.
—¿Qué? ¿No va a decir nada? ¿En serio es el mismo presidente de ese entonces?
—Dudo qué alguien aquí siga siendo el mismo que en aquel tiempo señorita, no diré nada esta vez, espero que sean cuidadosos, voy a confiar en MyungSoo —Dijo mirándolo a los ojos— Sólo espero que sea sincero consigo mismo y con sus sentimientos.

Llegando a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora