CAPÍTULO 10
Algunos estudiantes de la escuela decidieron hacer un 'Lual' en una cascada cerca de la región, anduvimos unos cuarenta minutos en coche. Me decidí a ir, ya que Mirta estaría allí, ella me aseguró que era lo máximo. Me di cuenta de que Eros había quedado fuera. Él no congeniaba con cualquier persona, siempre estaba aislado de todo el mundo, por lo que no fue invitado a ningún evento. Entre clases, me fui al patio y lo vi sentado en un banco bajo un árbol. Con el rostro enterrado en un libro. Me fui como quien no quería saber nada y me senté a su lado.
-¿Qué estás leyendo?
- Acerca de las lechuzas. - Respondió mirándome.
-¿Te gustan lechuzas? -Me quedé sorprendida.
-Es el símbolo de la sabiduría.
-No sabía.
-Hay muchas cosas que no sabes.
-Hace unos días una lechuza vino a la ventana de mi habitación, y me asusté.
-Este pájaro no hace daño a nadie.
- Asusta... Sus ojos son muy grandes...
Sonrió y volvió con el párrafo del libro.
Una manera de informarme de que la lectura estaba interesante.
Nos quedamos en silencio durante un rato, hasta que tomé coraje para romper el silencio.
-Habrá un 'Lual' hoy a noche en una cascada. ¿Quieres venir con nosotros?
-En realidad, no me gusta ese tipo de cosas. - cerró el libro.
-Va a ser agradable. - Traté de convencerlo de ir.
-De pronto me aparezco.
-Voy a estar esperándote allá.
-No te prometo nada.
Se levantó y se fue, dejándome la expectativa de que si iría al 'Lual'. Yo me quedé sentada, sin entusiasmo para hacer frente a la clase de nuevo.
Veinte y treinta de la noche, cuando por fin llegamos a la cascada, durante todo el camino sólo había hierba y árboles grotescos. No había casas, estábamos lejos de la ciudad. Sólo dos coches habían llevado a las personas, dos camiones tapados con la gente en la parte posterior, una veintena de cabezas, diez en cada vehículo. Mirta y yo llegamos en el coche de Christian. Me encantó la sensación del viento que sopló en mi cara, sentí una libertad de forma explícita. Hasta ese momento era bueno. Nos bajamos del coche con la ayuda de los chicos. No tardaron en encontrar un lugar para encender el fuego.
Deslumbrada, vi las llamas de la hoguera por un largo tiempo.
Todos se sentaron alrededor de la fogata, las bebidas en forma libre, me negué, recordaba que mi madre me recomendó no beber. Yo estaba todo el tiempo quieta, escuchando chistes sin gracia de algunos diciendo que yo era inepta. Aún así mantuve mi decisión de no beber nada alcohólico. Por último, el canto comenzó, el sonido de una guitarra y diversas voces acompañaron a una canción melódica. Un poco deprimente.
Me fui a dar un paseo a la orilla de la cascada. Mirta conversaba con Christian, me alegré de que hubiera logrado una aproximación. Ella me miró, se excusó con Christian y vino hacia mí.
-¿Qué te pasa? ¿No te gusta?
Miré su rostro preocupado.
-Sí. - Le respondí.
-¿Por qué así, entonces?
-Él no apareció.
-¡No creo que estés aquí pensando en eso! -torció la cara.
-Me gustaría que estuviera aquí.
-Una vez más vas a negar que no estás enamorada de él. - Dijo.
-Eros es mi amigo.
-Yo también soy tu amiga.
-Tú y Cristian están tan unidos. -Cambié de tema.
-¿Te diste cuenta? -Sonrió el amor.
-Sí.
Nuestro tema se terminó al acercarse un chico de tercer año. No me quitaba los ojos de encima, desde que llegamos a la cascada.
-Hola, mi nombre es Douglas.
Dijo su nombre, yo no tenía ningún interés en conocerlo.
-Valquiria.
-le respondí con la mayor dificultad, yo estaba allí, hablando con él.
Mirta volvió cerca de Christian y nos dejó solos. Evité mirar al chico para no darle ningún tipo de confianza.
-Estoy tratando de hablar contigo desde que llegamos.
Me quedé en silencio Y él me miraba todo el tiempo, me sentía incómoda con eso.
-¿Siempre eres tan tranquila?
- Hablo sólo cuando es necesario.
- También soy un poco tímido. -Se encogió de hombros. -¿Estás disfrutando del 'Lual'?
-Está bueno.
Mis respuestas eran cortas, para que pudiera ver que yo no quería hablar con él.
-¡Parece que tu amiga se lleva bien con mi amigo Cristian! - Dijo buscándolos en la fogata, estaban envueltos en una conversación llena de miradas intensas.
-¿Vamos a volver allá?
-¡Espera! -Me agarró del brazo. -Vamos a hablar un poco.
No tuve reacción, mientras que me sostenía el brazo.
Una lechuza apareció en vuelo silencioso y aterrizó a los pies en uno tronco que estaba lejos de nosotros. La miré, vi que ella me miró como si me estuviera vigilando. Era parecida a la lechuza que apareció en la ventana de mi habitación.
-¡No me gusta este bicho! –Dijo Douglas, al ver el pájaro.
Cristian para ver a la lechuza tomó un trozo de madera con fuego vibrante y disparó contra el animal.
-¡Fuera, mala suerte! - gritó.
Traté de impedirle que hiriera a la lechuza. Al recordar las cosas que Eros habló sobre el pájaro.
-¡No hagas eso! – Grité, yo no estaba satisfecha, de que acercara la antorcha a la criatura, que voló y desapareció en la oscuridad. Me sentí mal por todo lo que había sucedido, deseaba marcharme en ese mismo instante. Me marché y dejé a todos atrás.
-¿A dónde vas? – gritó Mirta.
-Me voy. - seguí caminando.
-¿Y vas sola por estos caminos? -Replicó ella.
-¿Pero que le sucedió? ¿Fue por lo de la lechuza?- preguntó Cristian mofándose.
Mirta vino detrás mío y se puso adelante impidiéndome continuar mi marcha.
-Tú no puedes irte sola, es peligroso.
-No es gracioso lo que Cristian hizo.
-Sólo quería asustar al animal. A nadie le gustan los búhos, llevan el mensaje de la muerte.
-¡Eso es todo superstición! – con indignación crispó mi cabeza.
-Muy bien, Valquiria, ahora vamos a volver.
Tomó mi mano, así que no te dejaré sola.
-Voy a volver porque me lo estás suplicando....
ESTA NOVELA ESTÁ COMPLETA EN AMAZON.
ESTÁS LEYENDO
Valquiria - La princesa vampira
VampirosLibro 1 en la Valquiria - La Princesa Vampira Sinopsis Valquiria creció teniendo sueños extraños con un hombre que nunca vio en su vida. Cuando conoce a Eros, un muchacho hermoso y atrayente, el misterio pasó a ser parte de lo cotidiano. Algunas...