CAPÍTULO 4

3.6K 248 3
                                    

CAPÍTULO 4

Aquel primer día, llegué al instituto, llevando mi cuaderno nuevo.

Caminé rápidamente por el patio de la escuela.

Me di cuenta de que todo el mundo me miraba fijamente, sabían que yo era la novata.

En ese preciso instante yo no parecía tener la necesidad de tener amigos, quería estar a solas.

Así que entré en el salón de clases, el profesor me presentó ante todo el mundo, yo ya estaba acostumbrada a ese tipo de recepción, ya que había asistido a varios colegios en diferentes ciudades. El aula era pequeña y tenía pocos alumnos. Era mejor, me quedé avergonzada con un montón de gente a mí alrededor.

Al final de la clase, fui al baño.

En la puerta vi a una chica de mi clase, que se miraba en el espejo todo el tiempo, llevaba el pelo de un lado a otro tratando de ser más hermosa. Dejé de verla cuando me di cuenta de que ella me vio en el espejo. Se volvió para hablar conmigo.

-Mi nombre es Mirta. - me dijo.

-Hola, Mirta.- le dije.

-¿Qué piensas del colegio? - Preguntó mirándome de pies a cabeza y pensando que yo no era de su altura.

-... Súper... - le dije lo que me vino a la mente.

-¿Vamos a ser amigas?- Dijo saltando de alegría.

-Si...Claro... - Le respondí robótica.

Después de todo no me conocía lo suficiente como para convertirse en amiga con tanta rapidez.

- ¡Óptimo! - Me dio un gran abrazo, celebrando el comienzo de nuestra amistad. -¡Me gustas! Pareces sincera.

-Y lo soy. - Le dije.

-Yo también, odio a la falsedad.

Salimos juntas, ella hablaba todo el tiempo, se refirió a la escuela y a la gente de ese lugar, qué profesores eran amables y cuáles no lo eran, lo que estaba permitido y en quien podríamos confiar.

Una vez que llegué a la habitación de la casa, mi madre leyó un libro, tumbada en el sofá, esperando mi regreso.

-¿Cómo te fue en la escuela?

Me preguntó con ojos curiosos.

-Súper. Hay pocos estudiantes allá.

Le dije, que había asistido a las mejores escuelas.

-Era de esperarse.

-Conocí a una niña llamada Mirta, que quiere ser mi amiga.

-Quiero conocerla.

-Puedes dejar de hacer de sheriff, yo la traigo aquí.

Para mí no fue una sorpresa, que mi madre quisiera conocerla... Ella siempre tuvo esa atención sobre mis amigos, quería estar atenta de qué tipo de gente me rodeaba.

Tomé un baño de agua fría y me puse una ropa cómoda, estuve en la habitación durante horas, escribiendo en mi diario respecto a mi primer día de clase. Siempre fui una persona solitaria, acostumbrada a confiar en un pedazo de papel. Me sentía segura, sabía que esas palabras nunca escaparían de allí, a menos que alguien las leyese. Cité Mirta en mi biografía, sentía que nuestra amistad sería especial y duradera...

16^810v


Valquiria - La princesa vampiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora