Capítulo 28

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CAPÍTULO 28

Llegué a la casa de Mirta, exactamente en el momento adecuado.

Subimos la escalera y nos fuimos a su habitación.

La casa era hermosa y confortable.

La familia de Mirta estaba en buenas condiciones financieras.

Mirta estaba casi lista, con su maquillaje hecho.

Solo le faltaba ponerse su vestido. Ella me ayudó a elegir mi vestido. Después hice varios vistas frente al espejo con diferentes ropas.

Diez minutos más tarde, Hice una comparación silenciosa de Mirta y yo.

Ella estaba vestida para impresionar, llevaba un vestido de satén, pegado a su cuerpo, donde sus hermosos muslos se mostraban.

Ella dejó suelto sus cabellos dorados. Tenía un hermoso cuello. Su piel era dorada, y sus ojos color marrón.

El lápiz de labios en su boca era aún más rojo que su vestido. Para terminar unos tacones finos en color negro.

Me miré, totalmente lo contrario.

Mis zapatos eran estilo muñeca, me los había dado mi madre, un vestido suelto, hasta la rodilla, Rosa viejo, con detalles de tul en la punta. Mi maquillaje era liviano, sólo mis labios eran rojos, rompiendo un poco mi estilo angelical.

Dejé mi cabello suelto, era largo, negro y rizado.

Mi mirada tenía casi el mismo tono que mi pelo.

Mi piel era rojiza.

Nos fuimos cuando escuchamos el ruido de la bocina del coche.


Valquiria - La princesa vampiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora