CAPÍTULO 26
En el desayuno Mi madre se sorprendió debido a mi comportamiento, estaba con mi mirada triste y silenciosa.
Aunque traté de demostrar que todo estaba bien conmigo, Ella sabía que no lo estaba.
Me conocía desde mi nacimiento, sabía perfectamente de mis emociones, incluso cuando estaba enamorada de un chico.
Ella trató de saber la razón.
No tuve el coraje de revelarle todo lo que sabía, o quería que ella supiera toda la verdad. Era inocente, nunca conoció el verdadero origen de mi padre
¿Y por qué saberlo en estas circunstancias cruciales?
No era justo hacerla sufrir así. Debería resguardarla de todo sufrimiento.
- No te preocupes por mí... Todo está bien.
Dije antes de recoger mis cosas e ir a la escuela.
En la entrada de la escuela, Eros fue la primera persona con quien me crucé.
Llegamos juntos y vi su rostro satisfecho, con una sonrisa entre los labios, porque había conocido a toda la verdad.
Veía una mirada tormentosa.
¿Dormiste bien? – Me di cuenta de que había una ironía en su pregunta.
- Tan bien que incluso dormí más de lo que debería. - Respondí de forma irónica.
- Los días para nosotros tienden a ser más cortos... ... Y las noches son largas. – me dijo.
-Dijiste que pronto seré una vampira. ¿Cuándo será? – Le pregunté curiosa.
-En breve...- me contestó.
Se detuvo delante de mí y miró mi cara.
-¿No le dijiste nada a nadie?
- No. – Dije sacudiendo mi cabeza. - Ni mi madre lo sabe.
Bajé mi cabeza en un profundo pesar por no contarle toda la verdad a ella.
- Ella no puede saberlo.
-¿No tengo ninguna manera de prevenirla?
-¿Evitar que?
-¿Ser una vampira?
-...No... – Contestó secamente.
Cada vez se hizo más difícil el estar adaptada con mi triste suerte. Convirtiéndome en una vampira, este sería mi último deseo.
-¿Cómo se convierte uno? - Le pregunté.
-Esta es una historia larga, no tengo tiempo para decirte ahora. Tenemos que ir a las clases de física.
- No tengo cabeza para nada, ni siquiera sé por qué vine a la escuela hoy. – Dije sin entusiasmo.
- Ser un vampiro no es tan malo. – Dijo y sonrió.
- Si fuera bueno, todo el mundo lo sería. –Dije rápidamente.
-¿Te has mirado en la espalda hoy? – Me preguntó, mirándome a los ojos.
Fruncí mi frente.
¿Porque él me estaba pidiendo esto?
Corrí al baño y levanté mi blusa frente al espejo, Giré mi cuerpo y vi un símbolo de Neptuno del lado izquierdo, en la dirección de mi pulmón.
No sé cómo se hizo ese tatuaje.
Entonces recordé las palabras de Eros, diciéndome:
"Esto apareció en mi brazo".
Tuve la sensación de que lo mismo ocurrió conmigo.
ESTÁS LEYENDO
Valquiria - La princesa vampira
VampireLibro 1 en la Valquiria - La Princesa Vampira Sinopsis Valquiria creció teniendo sueños extraños con un hombre que nunca vio en su vida. Cuando conoce a Eros, un muchacho hermoso y atrayente, el misterio pasó a ser parte de lo cotidiano. Algunas...