Capítulo 59

1K 82 2
                                    


Capítulo 59

Yo usé todas las formas de mi mente, invocando los mis poderes de vampiro, para salir de allí.

Y escapar de aquella prisión, de nada sirvió. Tuve un enorme cansancio que me dejó sin fuerzas.

El círculo en el suelo bloqueó mis poderes, nada sucedía.

Oí un ruido viniendo del corredor, Imaginé que fuese el brujo regresando al lugar. Una criatura se aproximaba... Donde pude reconocerla.

-¡Eros!

-¡Valquiria!

-¿Cómo supiste que yo estaba aquí? ¿Valeska habló contigo?

-No tenemos tiempo para conversar.

Él intentaba una forma de sacarme de aquella jaula, se alejó, dio varios pasos para atrás. A fin de usar sus poderes contra la jaula.

-¡Protégete!

Él dijo antes de descargar una onda de rayos contra la jaula de acero.

Los dos perros vinieron tras él.

- ¡Cuidado! ¡Están atrás de ti!

Grité cuando avisté los perros.

Eros giró su cuerpo para atrás y fue sorprendido con el salto repentino de los dos perros, que le derrumbaron en el suelo. Avanzaron sobre él con el instinto de devorarlo.

Eros luchaba con los dos perros en el suelo. Usaba sus poderes de vampiro para sacarlos de arriba de él.

Odik regresó al lugar y vio a Eros luchando con sus perros.

-¡Devórenlo! -Gritó el brujo.

Entré en desesperación al ver aquella escena y no poder hacer nada para impedir que los perros le atacasen. Sacudí la jaula con toda la fuerza que nacía de mi angustia, yo tenía que salvarlo. Él estaba allí por mi culpa. Yo lo coloqué en peligro.

-¡Déjalo ir! ¡Haz lo que quieras conmigo!

Grité, como si mis súplicas pudiesen librarlo de cualquier peligro.

Vincent apareció en el lugar, sobrevolando la sala.

Cuando vi a mi padre, una esperanza pintó la faceta de la derrota. Pensé que no todo estaría perdido.

-¡Padre! -Grité.

Vincent voló por arriba del brujo Odik y agarró su garganta con las manos. Con intención de estrangularlo.

-¡Voy hacer contigo lo que ya debería haber hecho hace siglos!

Vincent levantó la mano y una barra de metal vino volando hasta su mano. Él arrancó la cabeza del brujo con ella. El cuerpo cayó en el suelo sin el cráneo. La cabeza rodó en el suelo como una bola.

Vincent miró a Eros luchando con los dos perros en el suelo. Una energía salió de sus manos y abordó los perros, lanzándolos contra la pared.

Destruidos, fundidos como cenizas.

Eros se levantó del suelo con la ropa rasgada, con varias mordeduras en el brazo. Estaba bastante lastimado.

Me senté en el suelo, aliviada por ver que todo había acabado bien, ya no existía más aquel brujo y aquellos perros depravados. Eros estaba a salvo, yo sólo pensaba en eso.

- ¡Quédate abajo! -ordenó mi padre.

Enterré mi cabeza en el suelo, protegiéndome de lo que venía.

Mi padre miró la jaula, de sus ojos, salieron rayos rojos que dieron en el mental y derritió la jaula.

Erguí la cabeza y vi que estaba libre. Me levanté y corrí para abrazar a mi padre.

-¿Cómo es que viniste a parar aquí?

Preguntó mi padre abrazándose conmigo.

-¡Fue mi culpa!

Respondí con el rostro cubierto por su traje.



Valquiria - La princesa vampiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora