Capítulo 36.

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Mi respiración se mantuvo débil unos cuantos segundos a medida de que pestañeaba con cuidado. Él me miró fijamente y se separó alargando lo que habían sido fácil 6 cm de distancia entre nuestras caras, y me estudió curioso.

-¿Qué te da miedo?-esbozó una sonrisa burlona- no es algo que no hayamos hecho antes, ¿verdad?- y me sonrojé. Posiblemente él no lo notó por la poca luz que teníamos, pero aún así me avergoncé aún más por eso, y me volví a sonrojar. Sí, merecía un premio a la más tonta.

-B-bueno sí, solo quería... Ya sabes, confirmar. - él asintió sin creerme palabra alguna que decía. Bien.-

-De acuerdo, entonces si no tienes problemas con eso y ya has confirmado lo que creías, ayudame a armar la carpa, ¿sí?- pidió poniéndose de pie. Levanté la vista para verlo y asentí. Extendió su mano en ayuda y la miré por unos segundos dudando de si debía tomarla o no. Es una maldita mano, no una sortija de compromiso reprochaba mi conciencia. Es cierto, es solo una mano. La tomé, me levanté y sentí que una corriente eléctrica recorrió mi espalda haciéndome dar un leve respingo. La solté y aún más avergonzada por mi conducta levanté mi vista para ver la burlona expresión de Luke, pero, en lugar de eso, lo encontré mirándome a mi un segundo, y luego a su mano que aún estaba extendida. ¿Qué?

-Y bien, ¿dónde la ubicaremos?- dije carraspeando la voz intentando relajarme. Él me miró e indicó unos pocos metros más arriba. Asentí y moví el bolso.
Luego de cinco minutos acomodando todo lo de la carpa, lanzamos nuestros bolsos dentro para hacer algo de peso. Sin embargo, sabiendo que no había una fogata junto a nosotros, y por ende habría MUCHO frío, saqué de mi mochila la manta que Luke me había dicho que llevase, y la extendí a lo largo del suelo de la tienda como si una alfombra fuese.

-¿para el frío?- preguntó de pie junto a la carpa mirando lo que yo hacia. Asentí sin mirarlo

-también hará que sea un poco más blanda la superficie...-dije en un susurro. Escuché como carraspeaba pero no me atreví a mirar. Luego, me senté en un rincón de la carpa y aún con mis pies en la arena, me detuve a mirar el oleaje.
Ahora entendía muchas cosas...vale, no muchas, pero por lo menos sabía que él llevaba una carga enorme en su espalda, que era la muerte de su hermana. Quizás cuántas veces habrá llorado en su habitación por ella, y quizás cuántas veces habrá necesitafo consuelo como hoy y nadie habrá estado para él... Inevitablemente una angustia invadió mi pecho.
Luke de la nada llegó a mi lado, y se sentó también con los pies en la arena.

-¿En qué piensas?- preguntó bajo. Subí mis hombros con simpleza

-En ti.- Oh-oh, yo no acababa de decir eso,¿verdad?. Vi de reojo cómo se enderezaba, y solo supe tragar saliva.- Sigo pensando en lo que me dijiste y, me da

-¿pena?-completó por mi. Lo miré y noté como fruncía el seño- Victoria, si te conté eso no fue para que sintieras pena de mi, ¿si? Solo fue porque sentí confianza en ti, espero no equivocarme.- dijo molesto. Negué suave-

-No me das pena, ¿por qué siempre te anticipas?-dije perdiendo un poco la paciencia- iba a decir que me daba angustia saber que estabas solo pasando por algo así, idiota, porque es verdad. Quizás cuantas veces te has sentido solo y no has sabido como llenar eso- dije sincera. Una duda surgió- ¿tus amigos qué dicen al respecto?- él solo me miró con el semblante serio-

-Ellos no saben.- abrí bien mis ojos.

-Pero, y entonces...-me interrumpió.

-Nadie sabe, Victoria. Nadie además de mi familia, y de ti. -dijo aún molesto. Tapé suavemente mi boca con mi mano derecha. Mierda, eso quería decir que yo sí le daba confianza-

-Hablemos de ti- dijo luego de unos varios minutos en ese silencio ensordecedor que solo se formaba entre nosotros (maldita incomodidad). Lo miré

-¿sobre qué?- él levantó sus hombros.

-Sobre Carter- dijo con una pizca de burla en su voz. Lo miré intentando ver si estaba bromeando, y al descubrir que no lo estaba, rodé los ojos- Oh vamos- pidió divertido. Bufé

-¿qué quieres saber?- levanté una ceja. Él levantó sus hombros.

-No lo sé...-me miró pensativo- ¿por qué terminaron?- bufé y lo fulminé con la mirada

-Ni siquiera empezamo, Luke.- él levantó una ceja- No formalmente.- corregí y él sonrió a labios sellados.

-¿Y por qué no llegaron a formalmente?- insistió-

-Pues...porque su forma de "relación" no era la misma que la mía, y porque yo tenía otras cosas en mente

-¿otras cosas?

-Sí.- dije sin querer ahondar, porque si lo hacía, me dejaría en evidencia. La verdad me daba algo de pena reconocer que Luke aún me gustaba.

-Mh, de acuerdo.-dijo igual de cortante que yo.- Aunque- dijo interrumpiendo nuestro clásico sonido- es una lástima que él no haya logrado disipar esas otras cosas de tu mente...ya sabes.- lo miré y ladee mi rostro.

-¿Ah sí?- el asintió y se acercó un poco más a mi. Mi barbilla tembló, pero no me dejaría mostrar así de débil- ¿y tú y la chica?- se separó unos milímetros-

-¿La chica?-preguntó. Asentí.

-Siempre te veo con ella. 1.60, colorina de rulos, pecosa y chillona, ¿son novios?- dije sin reprimir el tono de pacífico a molesto en mi voz. Él sonrió.

-Ah, Eva. ¿Por qué, celosa?- quiso saber con tono burlón. Me acerqué un poco más a él hasta que nuestras narices se toparon

-¿Por qué? ¿Debería porque es colorina?- dije sarcástica. Él rió sin despejarse de nuestra intimidante distancia.

-No, o quizás si, allá tu con tus gustos de pelo, pero...Si estabas celosa de ella porque era mi novia-me miró estudiando mi reacción frente a cada palabra que él decía- No, te informo que no lo es. ¿Feliz?- lo miré unos segundos más y no toleré que sus ojos revelaran tanta risa o burla acumulada, así que me separé abruptamente.

-Te odio.- dije y me cruce de brazos como niñita pequeña. Él soltó una carcajada-

-¿Ah sí? ¿Y por qué?

-Simplemente te odio.-respondí seca. Lo vi de reojo removerse y unos segundos después estaba en frente mío, con sus rodillas en la arena. Me miró fijo y con sus manos tomó las mias haciendo que éstas se soltaran del agarre en mi torso. Lo miré fijamente, mientras él tensaba su mandibula.

-A mi no me preguntaste si estaba celoso-dijo con voz firme y ronca- Y la respuesta es sí. Estaba celoso de que Derek te tuviera tan cerca, que te mirara, te hiciera reír y te tomara de la mano. Estuve mut celoso, Victoria, no lo toleraba. En más de una ocasión los vi besándose en el pasillo y eso solo trajo pesadillas a mi, y sin embargo-dijo aún ronco y mirándome fijamente- a pesar de todos esos celos, de toda la rabia contenida...-dejo botar aire- yo no te odio. No puedo. Por algo sentí los celos, ¿no?- dijo y a pesar de estar shockeada por sus palabras, me lancé sobre él y lo besé de manera desesperada, hambrienta y eufórica al inicio, sin embargo cuando él reaccionó, sus brazos rodearon mi cintura manteniéndome sobre él que estaba de espaldas sobre la arena. Lo besé y acune su cara entre mis manos mientras nuestros labios danzaban a un mismo ritmo.

Solté un leve gemido ante la satisfacción de: sentir sus labios sobre los míos, saber que correspondía mis besos, y que, inevitablemente aún él jugara a morder mi labio inferior.

Beside YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora