Beside You

Capítulo 44.

Caminé por el ante jardín de mi casa hasta llegar a la acera. Luego, caminé por ella una cuadra más abajo, y pocos metros antes logré divisar el auto negro detenido en la orilla. No pude evitar sonreír.
Al acercarme, Luke estaba en el puesto de piloto con su clásica media sonrisa siguiéndome con la mirada mientras yo hacía el recorrido hasta la puerta de copiloto.

-Hey. -saludó al yo entrar en el auto y cerrar la puerta. Lo miré sonriendo tímida.

-Hey- devolví. Encendió el auto, pero antes de empezar a conducir se inclinó hacia mí dejando un beso en mi mejilla.

-Digamos que te extrañé un poco.- comentó al empezar a conducir. Yo bajé la vista hasta mi regazo mirando tímida mis manos. Su gesto me había dejado sonriendo como estúpida-

-Puede que yo igual.-dije en un tono bajo. Escuche una carcajada por parte de él.

-¿Qué tal todo? La vida te sonríe, ¿eh?-dijo divertido concentrado en el camino. Solté una risa tonta.

-Todo bien, normal. ¿Qué te hace creer que la vida me sonríe?- digo jugando. Antes de poder notarlo, posa su mano derecha en mi muslo y lo acaricia suavemente.

-Intuición.-murmura. Me sonrojo.

-¿Y tú?. Qué tal la vida. -se detiene en un semáforo y recuesta su espalda en el asiento. Luego, me mira para contestar.

-Ya sabes, bien. Interesante, de nuevo.

-¿De nuevo?-pregunto al tiempo que la luz del semáforo cambia a verde.

-De nuevo.- reitera para variar sin dar información extra. La música de la radio invade el espacio y yo me dedico a mirar el camino.

A los pocos minutos, el auto se detiene afuera de la casa ya conocida y bajamos. Luke toma la delantera, y abre la puerta dejando espacio para que yo entre primero. Lo miró, me guiña el ojo y paso dentro de su ya conocido pasillo. Él entra después de mi, y cierra la puerta.

-¿Jugo?- pregunta dejándome atras para caminar a la cocina

-Mh, de acuerdo.-contesto ya caminando detrás de él. Luke entra despreocupado en la cocina, lo sigo y saca el jugo de la nevera: dos vasos sobre el mesón, reparte el líquido, guarda la caja en la nevera de regreso y luego me extiende un vaso. -Gracias. -lo recibo y doy un sorbo. Él me sonríe dde lado y da un sorbo a su vaso.- y....¿por qué me trajiste?- digo mientras me apoyo en una de las encimeras. Él asiente y me indica con la cabeza la puerta de la cocina.

-Vamos a mi habitación.- dice y camino haciéndole caso sin pensarlo.

Al llegar a su habitación sin pensarlo me siento en su cama. Él cierra la puerta y voltea para mirarme.

-Bien, pregunta lo que quieras.- dice con las manos en ambos bolsillos delanteros de sus pantalones. Lo miro y levanto una ceja.

-¿Lo que quiera?- él sonríe de lado.

-Respecto al tema de hoy, Victoria. -aclara. Sonrío y bajo la vista.

-¿De quién es el auto negro?- pregunto curiosa. Asiente y camina hasta la altura de la cama sentándose a mi lado. Mira el piso por unos segundos.

-Es de mamá. -dice tranquilo. Me mira y ve que frunzo el seño-

-¿De tu mamá? ¿No que no vivías con ella?- el asiente y me mira aún serio.

-Mamá cuando se fue de casa dejó su auto en la cochera. Vive al otro lado del país, por ende su traslado fue en avión- explica tranquilo. Asiento

-¿Y por qué usas la motocicleta?

-Te fui a dejar en su auto y hoy te traje en él...-comenta.

-Si, a lo que voy es que siempre usas más tu motocicleta, ¿por qué no el auto?- suspira y me mira.