Capítulo 17 Mi novia...¿un vampiro?

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- ¡Perry, LaF!

- ¡Danny! ¿qué pasa?

Danny corrió por todo un pasillo para alcanzar a las chicas.

- ¿Han...(respira con dificultad) visto a...Laura y Carmilla?

- No, justo estábamos en camino a su habitación, LaFontaine recopiló información suficiente sobre vampiros y otras cosas.

- Vengo de su habitación y no hay nadie.

- Pero se supone que Laura te buscaría y mientras Carmilla esperaría en la habitación.

- Sí, pero tuve problemas con las Summer y los Zetas, han iniciado una guerra sobre quien va a proteger a las chicas...y bueno, el punto, es que fui a buscar a Laura para ver sí estaba bien pero no había nadie.

- Que extraño, ¿a dónde irían?

- Ni idea Perry, tal vez se fueron a...(hace señas de tijeras con ambas manos).

- ¡Susan!

- ¿¡Qué!?

Perry ve de reojo a Danny y de nuevo a LaFontaine.

- Oh...yo...lo siento...pero ¿por qué no le llamas?

- ¡Buena idea!

Danny saca su celular y comienza a buscar entre la lista de sus contactos el número de Laura, lo encuentra rápidamente y comienza a escuchar el tono de llamada, pero entró al buzón.

- Joder, me manda al buzón.

- Mandale un mensaje.

- Está bien Perry.

Danny: Hollis ¿dónde diablos te metiste?

Danny metió de nuevo el celular a uno de los bolsillos de su pantalón y siguió a Perry y LaFontaine rumbo a la biblioteca.

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- ¡Maldita sea Hollis!, de todas las estupideces que tenías qué hacer elegiste meterte a un lago con metros y metros de profundidad.

Carmilla tenía en su regazo el cuerpo de Laura, acariciaba su cabello, sus mejillas, se sentía tan tonta reaccionando de aquella manera, se sentía débil y vulnerable.

- Pero que patética te ves.

Se escuchó una voz bastante seductora, voz que Carmilla reconoció de inmediato y casi pudo sentir que se le enchinaba la piel. Carmilla puso con mucho cuidado el cuerpo de Laura en el piso cubierto de hojas y tierra y se puso delante de él, para protegerlo. Y al girar se encontró con una mujer alta, rubia, llevaba el cabello recogido, con una figura escultural y una belleza imponente.

- ¡Madre!...(traga saliva) ¿Qué haces aquí?

- Tratando de que dejes de humillarte hija.

- ¿Por qué? ¿Por qué no me dejas ser feliz madre?

- Porque no puedes ser feliz con...(observa con repulsión el cuerpo de Laura) una simple humana, tú vales demasiado, eres un diamante corazón.

- Soy un monstruo.

- Claro que no lo eres, mírate, eres hermosa.

- Pero no soy humano.

- Eres mejor.

- ¡No!, yo estoy harta de vivir así, no quiero esconderme, no quiero mentir, yo quiero...(ve el cuerpo de Laura) yo quería vivir tranquilamente con ella.

Enamorada...¿de un vampiro?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora