Enamorada...¿de un vampiro?

Cap. 36 De nuevo yo

Carmilla's POV
-¿Sigues mal por esa chica?
-¿Qué?
-¿Qué sí sigues mal por lo de tu ruptua?
-Claro que no Tom, estoy perfectamente bien.
-Entonces por qué tienes esa cara de culo...
A veces Tom puede ser bastante molesto.
-Lo siento Carmilla, pero se te han acercado varias chicas y a todas las has bateado.
-Quizás las he bateado porque no son mi tipo.
-No lo creo...ok...ok...te creo.
Bueno Tom tiene razón debo seguir con mi vida y regresar a ser yo misma.
-Hola...
Una linda chica de cabello oscuro se acercó a mí...no lo pensé más y le invité un trago, comenzó a coquetear conmigo y después de dos whiskys decidimos largarnos del bar.
-¿Ésta es tu casa?
La chica estaba sorprendida por mi casa, quizás no sabía quien era yo y poco me importaba, lo que ahora necesitaba era buen sexo para recuperarme de todo el estúpido sentimentalismo.
-Sí,  es mi casa, pero no te traje aquí para charlar sobre eso lindura.
-Directa al grano...eso me gusta.
La chica se acercó  a mí lentamente y después de pasar sus ojos por todo mi cuerpo y morderse el labio inferior me dio un beso, un beso cargado de pasión y lujuria, evidentemente no había ni un rastro de amor.
Antes de que mi cerebro me jugará mal, tomé a la chica por la cintura, recorrí su espalda con mis manos y se estremeció, pues llevaba una blusa blanca destapada justo de la espalda.
-Estás helada.
Me dijo un poco sorprendida.
-Pues vayamos adentro para entrar en calor.
Le guiñé un ojo y ella me sonrió de forma pervertida.
En cuanto entramos a la casa la tomé de la cintura, pegué su cuerpo totalmente al mío y la empuje a la pared. Comencé a besarla con cierta desesperación, mi lengua buscaba entrar en su boca, y ella correspondía mis besos, mientras con sus manos acariciaba mi abdomen por debajo de mi blusa.
Bajé a besar su cuello, Dios!, sentir su sangre circular era un castigo, incluso me pasó por la mente acabar con esa chica de otra forma, al final nadie se daría cuenta...Pero decidí seguir por el lado de la lujuria.
Cargué a la chica entre mis brazos, no de una forma romántica por supuesto, ella tenía sus piernas enredadas en mi cintura y no dejaba de besarme.
La llevé hasta la sala y la arrojé al sillón.
-Wow...que...ruda...
La respiración de la chica era pesada...me puse encima de ella y como pude le quité la blusa...sus pechos eran perfectos, ni muy grandes ni muy pequeños y llevaba un sostén negro de encaje.
-¿Te gusta?
No respondí, me fui directo a su boca y una de mis manos bajó hasta a entrepierna, comencé a hacer fricción lentamente por encima de sus jeans, luego decidí ir más lejos y metí mi mano directo en su ropa interior...estaba mojada, realmente mojada...metí uno de mis dedos y escuché un pequeño gemido...disfrutaba tocandola y poco a poco aumentaba la velocidad de mis dedos...dejé de besarla para difrutar de sus expresiones, aumenté el ritmo y su pecho subía y bajaba muy rápido, y sus gemidos...Dios...la escuché gritar y sentí sus músculos contraerse y luego relajarse...esa soy yo, Carmilla, la chica que vuelve loca a las mujeres y no tiene tiempo para cursilerias...