- ¿Laura?
Y ahí estaba la chica rubia, pálida y con una enorme sonrisa en su rostro y a su lado una chica morena con expresión...bueno, Carmilla siempre será Carmilla.
- ¡Papá!
Laura estaba a punto de lanzarse a los brazos de su padre pero Carmilla la alcanzó a detener y le recordó con una mirada su naturaleza, así que la rubia disminuyó su euforia y abrazo suavemente a su padre.
- ¿Qué haces aquí hija? ¿No deberías estar en la universidad?
- Sí bueno...verás papás...
- ¿Por qué estás tan pálida?...¿Has comido bien?...¿Seguiste tomando tus vitaminas?...
Laura agradeció que su cuerpo ya no reaccionara porque si no estaría como jitomate.
- Papá..hace años que ya no necesito de vitaminas, y sí como bien (le lanza una mirada de complicidad a Carmilla), pero ¿nos vas a dejar pasar? o ¿nos dejarás aquí en el jardín?
- Oh cierto, icerto, discúlpame, es que me sorprendió verte aquí, pasen, pasen.
- Bueno papá es que hubo ciertos...problemas en la escuela y por ahora está cerrada...
Ambas chicas entraron a la casa, seguían al papá de Laura con varias maletas en las manos.
- Disculpen, ¿dónde puedo dejar las maletas?
- Por aquí señorita...(el padre de Laura trata de recordar si su hija le dijo el nombre de la pelinegra).
- Carmilla...me llamo Carmilla.
- Mucho gusto Carmilla, y disculpa mi falta de memoria.
- No se preocupe, no fue su falta de memoria, sino ¡la falta de educación de su hija que no le dijo mi nombre!
Laura ya estaba en la sala, y solo levantó los hombros en forma de disculpa, su padre se sentó junto a ella y Carmilla los imitó pero en un pequeño sillón que había a un costado.
- ¿Y bien...?
- ¿Qué papá?
- ¿Me van a contar qué clases de problemas tuvieron en la escuela que ahora están aquí?
- Ammmm...bueno...verás es que es un poco difícil de...
- Laura...¿a caso me estás mintiendo?
- No...yo...
-Lo que sucede. señor Hollis...es que mi madre murió y ella era la decana, entonces ahora los profesores están peleando su lugar y la escuela se volvió un caos, así que tuvieron que intervenir las autoridades y decidieron mandarnos a casa.
- Oh, lo siento mucho muchacha...debe de ser difíficil para ti.
- En realidad no tanto, no éramos muy cercanas.
- Oh...entiendo...
Laura notó la incomodidad de ambos y decidió cambiar el tema.
- ¡¿Quién quiere galletas?!
Y como una vampiresa primeriza casi comete el error de moverse demasiado rápido, pero de nuevo Carmilla la salvó.
- ¡Señor Hollis!
- Dime hija...
- Ahh, yo...su casa es muy bonita, y más su jardín.
- Laura y yo nos encargamos de cuidarlo siempre.
- Sí, me lo contó, su hija es muy linda.
- Lo es.
Laura ya había llegado a la cocina usando un paso considerablemente "normal" y estaba preparando galletas cuando alcanzó a escuchar a Carmilla y sólo pudo sonreír.
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Enamorada...¿de un vampiro?
FanfictionÉsta es mi segunda historia, está basada en la serie web Carmilla, y tiene una combinación de Crepúsculo también y cosas raras de mi imaginación, cabe mencionar que los personajes no son míos y espero que les guste :D.