Capítulo 25 Los Spielsdorf

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Pasamos un par de días más recorriendo Londrés, pero yo sabía que Carmilla estaba tratando de evadir el tema sobre Betty, así que comencé a presionarla, no es que yo estuviera emocionada por ver de nuevo a ea loca psicópata que prácticamente asesinó a mi padre, pero moría de nervios por saber sí sería aceptada en su "club" de vampiros o me mandarían matar...esta es otra parte difícil de ser vampiro, pero no podía seguir posponiéndolo.

- Carm...

- ¿Qué pasa cupcake?

Estábamos en su casa, veíamos una película, y la verdad es que yo no prestaba atención, pues todo lo de la familia de Betty me invadía mentalmente, pero sentía los brazos fríos y fuertes de Carmilla alrededor de mí, mientras yo tenía mi cabeza apoyada en su hombro.

- ¿No crees que ya es tiempo de ir a ver a..tú sabes...Betty?

En cuanto mencioné su nombre me soltó y se sentó totalmente recta, pero no me miraba, su vista seguía fija en la pantalla, así que yo también me acomodé pero yo veía fijamente a Carmilla.

- Laura, ¿podemos disfrutar de la película en paz?

- No Carm, llevamos aquí casi 3 días, se supone que lo primero que haríamos al llegar era ir a verlos.

- Pero quiero que primero disfrutes, tómalo como unas pequeñas vacaciones, has pasado por mucho que mereces distraerte un poco.

Seguía sin mirarme, pero ésta vez me di cuenta que su mirada estaba perdida, ella también tenía miedo de que me rechazaran y me condenaran a muerte, por más que intente hacerse la fuerte sé que no lo es. Así que tomé su barbilla y la obligué a mirarme.

- Hey, mírame Carm.

- Laura, yo...

- Sé que también tienes miedo de que no me vean lo suficientemente buena y bueno...que ellos decidan...ya sabes...

- Eres buena, es solo que...

- ¿Tienes miedo que la psicópata pueda influir en la decisión de sus hermanos?

-Un poco...Betty está loca y cuando se propone algo no lo suelta hasta lograrlo. Aunque sé que sus hermanos son más justos, y estoy un 90% segura que te dejaran estar conmigo hasta la eternidad.

- Eso último fue tan cursi.

- Claro que no lo fue...yo solo...

- Carmilla Karnstein es una cursi...

Comencé a burlarme, ella siempre quiere hacerse la ruda pero es una cursi de lo peor, por eso la amo, esa forma tan suya que tiene de usar las palabras hacen que mi corazón se acelere...bueno, eso cuando era un humano, aunque ahora sigue siendo algo parecido.

Carmilla me arrojó un cojín y entonces la sala se convirtió en un campo de guerra donde pasaban volando objetos, sobre todo cojines, era genial ver de esa forma a Carmilla, me encantaba.

- Carmilla pesas mucho.

- ¿acabas de insinuar que estoy gorda?

- No...sólo digo que pesas demasiado...

- Eso es decirme gorda cupcake....

- Claro que no...

Carmilla estaba encima de mí, yo estaba tirada en el piso de la sala, ya que comenzó a hacerme cosquillas, y es extraño que sienta eso, se supone que no debería pero terminé en el piso y ahora Carmilla me ve como si fuera algo comestible...

- Deja de verme como si fuera comida...

- Es inevitable, siempre luces tan...apetecible...

Pasó un dedo por mi mejilla y eso me hizo pensar en un montón de cosas para mayores de 18 años y no es justo, Carmilla sabe que aún me cuesta contener mis...ganas de hacer el amor con ella en todo momento, además me tiene sujeta de las manos.

Enamorada...¿de un vampiro?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora