Capítulo 35.

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Luego de besarnos, me quedé boqui-abierto a lo que _______ acababa de decir, nos miramos y su rostro claramente estaba esperando una respuesta de mi parte, pero... aunque fuera dos palabras tan simples, que me lo diga alguien tan especial me hicieron subir mi ánimo, además no había escuchado que nadie me haya dicho eso en los últimos cuatro o tres meses, tampoco lo esperaba, sin embargo, me encantó que ella diga eso, y soy un idiota porque no sé qué responderle para que no quede ni fuera de lugar ni forzado.

Abrí mi boca para decir cualquier cosa que se me venga a la cabeza mientras ______ me miraba sonriente.

–Chicos– dijo Mara entrando a la habitación, robando, por así decirlo, la atención de nosotros dos.

– ¿Qué sucede, Mara? – preguntó ______ sin quitar su sonrisa.

–Que lindos se ven– murmuró aunque en voz alta y ambos carcajeamos –disculpen, me voy–.

– ¡Nos vamos! – se escuchó el grito de Elizabeth.

–Sí, eso. Nos vamos– dijo mirándonos. –Pero dejamos una cena para que coman en el comedor, afuera o aquí, como quieran–.

–Genial– habló ______.

–Bien y gracias– le sonreí.

–Sólo deben acomodar los platos o cubiertos, no sé si quieren que lo haga antes de irme o...–.

–No, descuida– ______ tomó mi mano –de eso me encargo yo y Zayn me ayudará–.

–Genial– Mara sonrió pícara –harás trabajar a Zayn–.

–Hará que mueva el trasero– gritó otra vez Eli y todos reímos.

–Sí, nosotros acomodamos– me paré sin soltar la mano de ella –pueden irse tranquilas–.

– ¡Adiós! – la puerta se abrió.

–Eli siempre tan apurada– rió Mara –buenos, nos vemos luego– saludó y salió sin cerrar la puerta de mi habitación.

No quería mirar a ______ a los ojos por miedo y vergüenza –iré a buscar las cosas– le solté la mano para salir rápido de la habitación e ir a buscar los cubiertos.

–De acuerdo–.

– ¡Comeremos en mi habitación! – grité al momento de buscar dos platos, vasos, cubiertos, servilletas, gaseosa y llevarlos al cuarto.


Al entrar a mi habitación, vi como _______ servía las pastas en nuestros platos que estaban sobre una pequeña mesa contra la pared, donde se veía parte del mar y entraba el aire además del sonido de las olas.

Coloqué la gaseosa Coca-Cola sobre la mesa, volví a la cocina para buscar el queso rallado y cuando entré de nuevo al cuarto, besé su mejilla.

Escuché una pequeña risita –está todo listo– me sonrió.

Asentí y al mismo tiempo nos sentamos enfrentados.

–Buen provecho– dijo sonriendo.

–Gracias y provecho– antes de comer, mientras _______ ya lo hacía, nos serví gaseosa –espero que te guste, sino traigo de otro sabor–.

–No, Zayn. Esa está bien, gracias– habló para seguir comiendo.

–Bueno, pero...–.

–Relájate– exclamó riendo –ni que fuera tan especial–.

–Es que todo contigo es especial para mí– solté, haciendo que ambos nos sonrojemos un poco aunque en ella se veía más lindo.

Sonreí mientras susurraba un 'bueno' y traté de calmarme y comer tranquilo sin alterarme o alterar a _______ con mi forma de comportarme.

She Will Awaken © | zm.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora