Capítulo 17.

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Después de caminar, me sentía un poco cansado. Estaba cerca del hotel pero no me ubicaba muy bien que digamos. –Mierda– susurré, me había perdido.

Caminé hacia adelante, ya que yo estaba paseando por atrás. Iba a llamar a los guardias del hotel o a Mara, cuando escuché como alguien lloraba.

Traté de seguir el llanto y mientras más me alejaba del hotel, se escuchaba con más claridad. Doblé a la derecha, y sobre una reposera ______ lloraba y Lisa la abrazaba mientras la consolaba diciendo algo, que no lograba escuchar, en su oído.

Ambas levantaron la cabeza, notando mi presencia. Lisa me miró molesta y ______ se cubrió el rostro con su cabello mirando hacia otro lado.

Volteé, observando el hermoso paisaje, el cielo cubierto de nubes y el mar, que estaba muy calmado. Pasaron unos minutos, en los que se susurraron cosas, y al momento en que iba a sentarme o irme, Lisa se paró delante de mí – ¿qué quieres? –, preguntó con su ceño fruncido.

–Me perdí y llegué hasta aquí– levanté mis hombros.

Asintió, y aún con su ceño fruncido, volvió hacia su hermana, se susurraron de vuelta algo que no logré escuchar bien. Estornudé porque corrió un aire helado, y ella se acercó otra vez, aunque rozándome un poco el hombro –no me caes– me inspeccionó con la mirada –pero a ella le agradas– dicho esto, caminó por donde yo había llegado hasta aquí.

Di media vuelta y vi a ______ mirando sus manos, me acerqué despacio, sin dejar de mirarla –hola–.

Ella levantó su mirada y sonrió –hola–.

Nos quedamos callados por unos segundos, cuando abrí la boca para decir cualquier cosa, ella intervino: –ahora eres tú el que aparece de la nada– y rió triste.

–Buen punto– respondí algo nervioso. –Sí quieres me puedo ir...–.

–De hecho, eres un turista, yo tendría que irme–.

– ¡No! – solté sin pensarlo, ambos nos miramos y por primera vez en éste viaje, me ruboricé (ugh, suena tan patético y marica decirlo, pero es la verdad). –Digo, no es necesario que te vayas, estoy bien... aquí...contigo–.

______ me miró con sus ojos achinados y apenas se le formó una sonrisa –bueno, sí eso quieres–.

Me acerqué a ella, despacio y observándola. Vestía un pantalón corto, la misma bikini y una remera blanca. Me senté en el lugar que ocupó Lisa, y dirigí mi vista hacia arriba, suspiré algo cansado, me agarró muchísimo sueño, así que enseguida volvería a mi "casa", pidiéndole ayuda.

Aclaré mi garganta –sé que es entrometido de mi parte, pero ¿por qué llorabas? –.

______ me miró por unos segundos y bajó de vuelta su mirada, se puso tensa y me arrepentí de haberle hecho aquella pregunta –cosas–.

–Oh– respondí.

–No te ofendas, Zayn, pero ahora no quiero hablar sobre el tema–.

–Eso lo entiendo. Discúlpame por preguntar algo que no es de mi incumbencia– jamás había sido tan educado con alguien hasta ahora, con ella: una chica de la cual no conozco nada, salvo su nombre, apellido y edad.

–Estás disculpado. Entiendo que te llame la atención ver a una niña llorando– su risa fue apagada.

No sabía cómo tomar ese comentario, de buena o mala manera, y no lograba entender si lo hizo sarcásticamente o no. No volví a responderle o hablarle, nos quedamos en silencio, a veces ella se limpiaba lágrimas y jugueteaba con su cabello.

She Will Awaken © | zm.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora