Capítulo 50.

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Pasaron tres días. Tres días que es poco tiempo al final, pero en los que me sentí demasiado solo, porque realmente lo estaba.

Mara, Elizabeth y Sebastián se fueron el mismo día en que les regalé la casa, a la noche para ser más específicos. Su mudanza fue tranquila: muchas cosas no tenían.

Por suerte el hotel tiene comida digamos que algo saludable, y aunque algunas cosas no se comparan en absoluto a la comida de las chicas, me estoy tratando de acostumbrar. Lo bueno de todo es que _______ vendrá hoy y se quedará unos cuantos días, sus padres no especificaron cuánto pero ambos esperamos que sean varios, o por lo menos más de dos semanas. La verdad que el tiempo se pasa volando y no espera a nadie.

Pasaron quince minutos, yo seguía viendo televisión, una película de terror japonesa, a lo que tocaron el timbre dos veces.

Fui corriendo a abrir, pero recordé que no sabía con exactitud si era _______, el personal del hotel, o cualquier otra persona. Volvieron a tocar, y comencé a sentirme nervioso.

Mordía mis uñas y debatía si tenía que abrir o simplemente ver por el pequeño orificio y abrirle la puerta a mi novia o salir corriendo a esconderme.

Atendí mi celular – ¿hola? –.

–Mierda, Zayn. Estoy aquí hace media hora esperando y no te dignas en abrir–.

–Ay, perdón amor– corté y abrí la puerta.

– ¿Estabas aquí? – me miró con el ceño fruncido.

–No– contesté rápido.

_______ rebajó con la mirada –sí, estabas aquí– con varios bolsos, pasó y cerró la puerta. – ¿Dónde los dejo? –.

–En la pieza– sonreí.

Revoleó los ojos y dándome un pequeño empujón, subió hacia mi habitación.

Esto está raro. Algo le pasa a ________, algo hice yo o ya se volvió loca.


Al día siguiente ________ y yo nos preparamos un rico desayuno: tostadas con mermelada y manteca, café cortado con un poco de leche, bizcochitos y al final una ensalada de fruta.

–Con esto no comeré más en todo el día– dije terminando de lavar lo que ensuciamos.

–No seas exagerado– rió y me abrazó de la cintura –en dos horas o menos tendrás hambre–.

–Yo no soy como tú– hice un puchero y luego de secarme las manos, le acaricié la mejilla para a continuación besarla.

– ¿Qué haremos ahora? –.

–Podemos ver una película– respondí.

–Bien, vamos arriba–.

________ buscó por el televisor que películas disponibles había, luego de unos cinco minutos elegimos la película "El Conjuro".

–Espero que te asustes– dijo sonriendo de costado y mirando la televisión.

–Estas cosas no me dan miedo, amor– contesté observándola.

La película comenzó y _______ estaba atenta y si decía algo se molestaba y me retaba. A decir verdad, la película la vi justo uno o dos días después que se entrene, supuestamente nos íbamos a juntar los cinco pero Niall tenía unos compromisos, Harry dijo que no porque en ese momento estaba en LA, y Louis no quiso, a lo que la terminé viendo con Liam, fue divertido, me reí mucho además de asustarme un poco en algunas partes.


– ¡Zayn, Zayn! – gritaba _______ exaltada.

– ¿Mmm? – abrí mis ojos asustado, ya que me golpeó fuerte el brazo. – ¡Que pasa! – la miré asustado.

– ¡Te dormiste! – frunció su ceño.

–Lo siento–.

– ¡No! Nada de lo siento. Vi toda la película sola, te grité tres veces y ni moviste un pelo–.

–Ay, basta– murmuré –no te pasó nada. Estás sana y salva–.

–Pero Zayn...–.

–Estaba cansado. No dormí bien últimamente, ¿sí? Lo siento por cometer ese grabe error de quedarme dormido en una película demasiado importante. Siendo sinceros ninguno quería verla. Ahora con permiso, iré a dormir. O mejor me avisas qué hago después– me levanté y caminé molesto al baño.

Al salir, ni siquiera la miré, lo único que hice fue acostarme en la cama. El clima no era el mejor, de la nada comenzó a hacer frío, por lo que me coloqué unas medias. Recién eran las seis de la tarde pero yo estaba demasiado cansado y dormiría un rato más.

Sé que me comporté algo grosero con _______, aunque tengo mis motivos, sean o no justificables.


–Hola– dije y besé su mejilla.

–Hola– respondió.

– ¿Ya comiste? – pregunté sentándome a su lado.

–Sí, ahora lo iba a lavar–.

– ¿Qué vamos a hacer ahora? – sonreí, me fijé la hora y apenas eran las once y media de la noche.

Me miró y apoyó su mano sobre la mía –me prepararé para dormir–.

–Pero si es temprano, ________. Hagamos algo divertido–.

–Zayn, tengo sueño. Estoy acostumbrada a dormir temprano– me dio un beso corto en los labios –hasta mañana, amor– subió a la pieza.

–Esto será duro– murmuré para mí.


Los días que pasaron fueron algo rigurosos y algo insoportables para ambos.

Cabe aclarar que con ________ somos demasiado diferentes, por lo tanto nuestros hábitos también, y los horarios muchísimo más. Su forma de vivir es opuesta a la mía.

________ está acostumbrada a acostarse temprano, y estar durmiendo antes de las doce, yo me duermo a la hora que sea, y sobre todo a eso de las dos, tres, incluso cuatro o cinco, y me despierto tarde, salvo que deba hacer algo importante.

Ella desayuna algo sano y nutritivo, yo como lo que haya en el momento, sea frío o caliente, aunque depende cuando vivía con mi mamá hacía eso, ahora sólo tomo jugos o preparo algún sándwich.

Y puedo seguir pensando lo diferentes que somos, pero me hace mal porque hay algunas cosas que me molestan: por el simple hecho de que no se hacen como yo quiero...

Hasta ayer fue así, discutir por una simple tontera, dejar de hablarnos, tratar de arreglarlo, decir algo que no le guste a alguno, volver a pelear, y la cadena se repite.

Llega un momento en que tengo ganas de decirle que se vaya, o mejor que yo me voy a otro lado y sigamos siendo los novios "normales" de antes, donde yo la pasaba a buscar a su casa, o ella venía aquí, nos juntábamos de vez en cuando y todo estaba bien entre nosotros.

Supongo que es así con todas las parejas. Es como mi mamá me decía siempre: –por más de que ames a esa persona más que a nada y estén juntos casi la mayoría del día, la convivencia es muy diferente y no se compara con pasar una o dos noches juntos. Tienes que estar preparado y aguantar los buenos o malos hábitos de tu pareja, y que entre ambos encuentren un punto en donde se aguantan, respetan y puedan hacer las cosas por igual–.

Tiene toda la razón.

She Will Awaken © | zm.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora