She Will Awaken © | zm.

Capítulo 44.

Luego de que "me aceptaran" la situación fue más densa aún: _______ no quería separarse de mí y sus padres, aunque sobre todo su madre, me miraba con ganas de querer asesinarme. Al final ella les dijo que si yo me quedaba ahí, por unos días, estaría mejor. Su papá aceptó enseguida así que ahora estoy viviendo con los padres de _______.

No estoy tan cómodo, porque de alguna manera me acostumbré a vivir solo, pero ya hablé con Mara y Eli, me dijeron que estaban bien y que otro día vaya a verlas. Supongo que ellas también hicieron su vida aquí.

Lo más raro fue que _______ quería que duerma con ella, y su madre decía que si yo quería hacerlo vaya a la habitación de las demás chicas. Me negué rotundamente, lo último que quiero es una denuncia por acoso a privacidad o lo que sea, así que ahora estoy durmiendo en el cuarto donde guardan la ropa. No me quejo, lo hago por ella, prefiero aguantar eso que escucharla llorar todos los días y sólo decirle palabras bonitas que no sirven de mucho a través del celular cuando en realidad necesita un abrazo mío o simplemente mi presencia.

–Papá ya te dijo que no tiene problema en que comas o estés con ellos– dijo ______ entrando a la habitación con una bandeja de pastas y un vaso con gaseosa además de los cubiertos y dos servilletas.

–Lo sé, a mí también me dijo, pero me siento más cómodo aquí–.

Dejó la bandeja en la cama y me miró triste –lo siento si vives como un ermitaño y no puedes salir–.

–________, no seas tonta– reí y la abracé fuerte para después mirarla directo a los ojos –estoy bien. Sí algo me molesta o me siento mal, te lo diré–.

–De acuerdo– respondió apenada.

–Además no es que en el hotel salía a todos lados. Es casi lo mismo, sólo que allí vivía me sentía más solo– mentí. En realidad me sentía bien, puede que a veces sí, pero la mayoría del tiempo o veía tele, jugaba a la Play, dormía, comía o hacia algo que me entretuviera, sin contar que otras veces jugaba con Seba, hablaba con Mara y discutía con la infantil de Elizabeth. Pero no tenía por qué decirle a mi novia, no era necesario.

–Lo siento–.

–Basta _______– reí apenas y le di un beso –te amo y estoy bien–.

–Te amo más– suspiró para después besarme la mejilla –ahora come que estás flaco, Zayn–.

–Quien habla de estar flaco– levanté la ceja –también debes comer más–.

–Yo no estoy por desaparecer– frunció el ceño.

–Los dos son demasiado flacos y punto– comentó Victoria de paso mientras reía, provocando que ambos riéramos también.

–Tiene razón– dije, le di un beso en la nariz y comencé a comer.

A eso de las cinco de la tarde, _______ quería hablar con su madre, sin llantos ni gritos, lo más normal y tranquilo posible ya que su madre no la habló desde la última pelea donde yo estuve presente.

– ¿Me acompañaras, amor? – preguntó con el cabello mojado, hace minutos salió de bañarse.

–De acuerdo– sonreí.

–Están en el comedor– tomó mi mano y caminamos hasta allí. El clima se tornó más tenso cuando su madre nos vio pero simuló ignorarnos, su padre, por el contrario, nos sonrió a ambos. –Mamá– susurró.

– ¿Qué pasa, hija? – luego de unos segundos recién nos miró.

–Quiere hablar– su padre apagó la televisión y ambos nos miraron fijo.