Capítulo 33.

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Miraba cómo _______ terminaba de lavar lo que habíamos ensuciado. Cerró el agua, secó sus manos y al darse vuelta me sonrió.

– ¿Podríamos hablar? –.

– ¿Sobre?–.

–Sobre lo que pasó desde que viniste– ambos nos fuimos a sentar en el sillón.

–No lo sé–.

– ¿Podemos hablar? – repetí de nuevo.

–Zayn– me miró seria –no quiero hablar de todo esto–.

–Pero... por qué–.

– ¡Porque todo es una mierda y estoy harta de lo que está pasando! – gritó.

–Bien– contesté molesto, levantándome de golpe para irme a dormir o a hacer alguna otra cosa.

Escuché el suspiró de ella y sentí cómo su mano, que ya no seguía tan fría, detuvo mi brazo –lo siento– susurró.

–Bien–.

–Zayn– hizo un puchero y la miré serio –es que... todo es difícil–.

– ¿Difícil en qué sentido? – pregunté.

–Es una situación por la que nunca pasé– habló luego de varios minutos.

– ¿Y eso es porque...?– levanté una ceja.

–Eres famoso– soltó.

Reí sarcástico –ni me conocías y creo que nadie sabe en dónde estoy, así que no veo eso como un problema–.

–No me entiendes– viró los ojos.

–Si me explicaras y sacaras todo lo que quieres decir, seguramente sí lo haría–.

_______ volvió a suspirar –sé que antes, cuando te conocí, no era raro. Me parecías normal y lindo, un chico con pinta de modelo o alguien con buenos rasgos, nada más. Después pensé que eras egocéntrico y vanidoso, porque dabas esa impresión con tus actitudes. Aunque al final supe que eras una buena persona, un gran chico y lo sigo pensando todavía. Pero todo me resultó más raro cuando me contaste lo que habías pasado–.

–Lindas palabras– sonreí –pero todavía no entiendo–.

–En la casa de mis tíos, vi las noticias y salían las de todo el mundo o no sé era un canal raro, pero vi a tu banda– murmuró.

– ¿Y...?–.

–Escuché todo el programa o los minutos que hablaron sobre ti, y fue raro. Dijeron cómo fue tu comienzo y todo. Hablaron sobre muchos temas. Y llegaron a mencionar tu relación con ella y las consecuencias que tuvo ese percance– miró hacia otro lado.

No sabía qué responderle –ajá, ¿y? –.

–Y me dejó pensando en lo que pasó hace poco entre nosotros–.

– ¿Y? –.

–Te digo la verdad, estoy confundida–.

Revoleé los ojos –sí, no eres la única–.

–Pero es raro porque no sé– me miró triste –no quiero lastimarte–.

– ¿No quieres lastimarme? – levanté una ceja y ella asintió –¿y cómo harás eso? –.

–Todo tiene que ver–.

–Por supuesto que todo tiene que ver, pero yo como no me da la cabeza no entiendo y necesito que me expliques, bien y claro– respondí molesto.

–No quise...–.

–Si me estás tratando de idiota, perfecto. Pero entonces dime con las expresiones y oraciones más fáciles así yo logro entender todo–.

She Will Awaken © | zm.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora