Capítulo Treinta Y Cuatro.

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Sofía se quedó sería, al parecer ella igualmente había notado mi rostro contraerse de miedo y asombro, Arturo sonreía como niño pequeño entre saltos, pasando su peso de un pie hacia otro, con sus manos en sus bolsillos.

-mi hermana volvió.- murmuró sonriendo.- vamos a ir por ella al aeropuerto en una hora.- abrió mucho los ojos y sonrió.- ¡me voy a bañar!.- tomo la mano de su novia y junto a ella se encerraron en el baño, me encogió de hombros y lleve a Sofía a sentarse junto a mi en el sofá.

Ahí estaba Dylan.

-ya vienen por mi.- murmuró, se levantó y salió corriendo de la casa, lo mire perderse tras la puerta.

Mire a Sofía y pase un mechón de su cabello tras su oreja, ella me miró observando mis reacciones, suspire y puse mi mano en su nuca.

-no deberías creer en eso, ¿no recuerdas que es sencillo falsificar ducumentos?.- le pregunte aún demasiado nervioso, estaba temblando, ella me miró, suspiro pasando un mechón de cabello tras su oreja.

-pero...-me miró y se levantó.-tengo que preguntarle a mi ama que paso. - miro el reloj, suspiro.- ¿puedes ir por isa?.- asentí.
-llevate el carro, así más rápido.- ella asintió, señale el cajón de las llaves, ella tomo unas al azar y salió de la casa con su bolso y los papeles entre sus manos.

La mire desaparecer por la puerta de la casa, mire hacia mis manos un poco nervioso aún, había pensamientos rondando para el la Cabeza aun.

Arturo salio del baño con una toalla sobre su cadera y agua bajando de su cabello, la chica, su novia, estaba empapada pero aun conservaba su ropa, la cual estaba húmeda.

-¡te voy a agarrar ropa prestada!.- grito subiendo hacia las habitaciones, asentí mirando como subía la chica detrás de él sacándose la ropa.

Vaya, al parecer ella ya tenía confianza como para desnudarse frente a mi, en mi casa, aun cuando cabía posibilidad de que Sofía estuviera aquí.

Me acomode en el sillón, había alguno que otro pensamiento rondando, piezas comenzaban a encajar en mi mente, estaba juntando un rompecabezas que ni yo sabía que tenía dentro de ella.

Estaba pensando en Sofía, su edad era parecida a la que tendría la hermana de Arturo, la que estaba supuestamente muerta, pero, había cosas que no de juntaban, Sofía había nacido en otra ciudad...

Ahí había una laguna, si ella había nacido en otra ciudad ¿como era que sus padres estaban aquí cuando la encontramos?.

Incluso su segundo nombre, ahora que lo pienso, es parecido al de la mamá de Arturo, pero no creo que eso importe ¿o si?

Mire hacia la cuna, en donde esa persona pequeña se había levantado y me miraba con sus ojitos entre cerrados, le di una gran sonrisa y el saludo con su manita.

-hola bebé.- me acomode frente a él, me sonrió y estiró sus brazos hacia mi, lo tome y levante, mire la hora en mi teléfono, eran las doce diez, así que supongo que debía ir por Isa.

Camine hacia arriba para cambiar el pañal mojado de Nicolás, el se había acostado sobre mi hombro y bese su frente.

Lo acomode en la cama de la habitación de Isa, le quite los jeans y lo cambie lo más rápido que pude, le volví a poner sus pantalones, le puse los zapatos y bajamos.

Arturo estaba ahí, se había peinado y la chica igual, por supuesto, con ropa de Sofía, no me importó, me encogi de hombros, me despedí y su subí a una Ford lobo, encendí el auto, acomode a Nicolás en el asiento, le puse el cinturón y conduje hacia el preescolar.

A La Mexicana. (RESUBIENDO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora