Capítulo Treinta.

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Francisco llegó a casa y bajó del auto junto a Sebastián, ambos estaban bañados en sangre, así que Francisco hizo que se quitara la camisa, así entraron ambos, saludaron a los hombres que custodiaban la entrada y pasaron a la casa.

-Bueno Sebastián, todo bien ahora, si gustas comer o darte un baño antes de irte a casa, adelante, para que tus hijos no te vean así como carnicero.- murmuró, Sebastián asintió y decidió meterse a duchar, Francisco le prestó ropa y se fue a buscar a Sofía.

Ella estaba en el patio trasero regando las plantas, Isa estaba jugando con un cachorro y el pequeño Nicolás estaba en una silla de bebé, observando las flores y con un gran pittbull blue dormido a su lado.

Se acercó e Isabel corrió a su lado, estiró sus brazos rogando para que la levantara del suelo, él lo hizo, escuchó a la par al pequeño quejarse, sonrió.

-¿No vamos a ir a la fiesta de Danny?.- preguntó mientras bajaba a Isa de sus brazos, cuando intentó acercarse a Nicolás, el perro se levantó y comenzó a gruñir, pero al ver a Francisco se relajo.

Francisco tomó a Nicolás y apretó su gran mejilla, el niño lo miro y comenzó  a reír, Francisco negó, lo acomodo mejor en sus brazos y en ese momento salió Sebastián con el cabello mojado y colocándose la camisa.

Isa lo miro y se escondió tras Sofía quien sonrió y saludo con un leve abrazo al hombre.

-Vaya familia.- sonrió Sebastián.- se ve que sacaron los genes de Sofía por que están medio guapos.- murmuró y Francisco lo miro mal, pasos se escucharon acercándose, dejando ver a Ignacio.

-Escuché que estaba Sebastián aquí.- habló y cuando el hombre se dio la vuelta, observó a Ignacio un poco anonadado, se acercó a él y palpó el gran hombro de Ignacio, tratando de saber si era cierto lo que miraba.

Francisco tomó a Sofía de la cintura, le dio un rápido beso, tomó la mano de Isa y entraron, Sofía llevaba la silla de bebé.

Entraron a la casa e Isa salió corriendo por ahí, Francisco negó al verla correr a la televisión, en donde salía un programa infantil.

-A las cuatro y media es la fiesta y son las tres... Conociéndote... Baña a Isa y yo me encargo de éste, luego te bañas tú y luego yo.- dijo él, Sofía asintió y se fue tras Isa que comenzó a correr y gritar por la casa entre enormes carcajadas.

Cuando la tomó entre sus brazos subió corriendo las escaleras, y ahí, Francisco no sabía como era posible que Sofía haya  soportado el primer mes de vida de Nicolás en constante sangrado y desechos saliendo por ahí.

Miró al cuerpo pequeño de dos meses entre sus brazos, se miraron por unos segundos hasta que Nicolás comenzó a removerse entre sus brazos.

Se escuchó el timbre de la casa, Francisco caminó lento y abrió la puerta, puesto que sabía que las dos ayudantes estaban desapareciendo las manchas de sangre de toda su ropa.

Abrió la puerta y se encontró con
otro viejo amigo de su padre, el señor Martínez, lo invitó a pasar y el adulto solo miraba el pequeño cuerpo entre los brazos de Francisco.

-¿De quién es?.- preguntó algo extrañado, Francisco solo se encogió de hombros  y él lo comprendió.- Felicidades, entonces.-Puso una mano en su hombro.- Vengo a ver a Ignacio.- Francisco señaló hacia atrás, se despidieron y él hombre se dirigió hasta allá.

Francisco se sentó en el suelo y acostó al bebé frente a él sobre la alfombra y comenzó a hacer caras divertidas para hacerlo reír, pero Nicolás solo miraba con rostro extraño.

Tardaron un buen rato ahí, haciendo miradas divertidas, en un momento dado, el pequeño comenzó a tener hambre y Francisco tuvo que esperar a que Sofía saliera, pero lo entretuvo  y esperó de forma paciente a que acabará su comida, la cual se le antojaba a Francisco... Cuando acabó de comer, Francisco golpeó de forma leve su pequeña espalda y así le ayudo a liberar gases.

A La Mexicana. (RESUBIENDO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora