capítulo Seis

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Capítulo 6:

Desperté gracias a ruidos molestos que se escuchaban en la casa, me quejé mientras abria los ojos molesto, la habitación estaba vacía lo cual me preocupó al instante por que Sofía dormía mucho últimamente.

Me levanté y caminé por el pasillo aun más dormido que despierto, llegue a las escaleras y las baje con pereza metiendo una mano a mi pantalón y acomodando lo que estaba adentro por que aparentemente se había despertado demasiado feliz conmigo.

Necesitaba que Sofía ya tuviese ese bebé, amaba la estaba del embarazo, pero quería desahogarme sin miedo a golpear a mi hija o a tener un momento incómodo en donde recordaba que había un bebé dentro de ella, me causaba un poco de conflicto.

Llegué abajo con la mirada de Sofía firme sobre la mi mano dentro de mi pantalón, me encogí de hombros y la saque de ahí caminando hacia ella, pero frunció el ceño de inmediato.

-No te me acerques así, primero lávate las manos y luego vienes a desayunar.- habló y asentí sin querer meterme en pleitos, así que en medio de un bostezo y caminando me dirigí al baño para hacer lo que me había dicho.

Cuando hice todo lo que tenía que hacer, incluido controlar a mi pobre amigo, salí del baño, el frío estaba horrible, sentía que me calaba hasta los huesos y me hacía sentirme tenso en todo momento.

Sofía estaba sentada en la mesa comiendo lo que parecían ser Hot cakes y chocolate caliente, se veía bastante encantada con su comida, así que me decidí a molestarla un poco.

-Eso se ve rico.- metí la mano a su plato solo por qué sabía que lo odiaba y metí un pedazo de pan a mi boca, incluso tuve la osadía de antes de meterlo a mi boca embarrarlo de miel, suspiro profundamente antes de mirarme.

-No metas las pinches manos en mi puta comida, no seas asqueroso.- dijo enojada, me acerqué a ella y deje un beso en su frente antes de encogerme nuevamente de hombros.

-Bueno, Luz ya me va a traer comida a mí ya que tu no sabes compartir.- Me senté frente a ella justo cuando Luz me estaba llegando con un plato para mi.- Pero quiero un café en vez de chocolate, por favor.- luz asintió dejando el plato sobre la mesa y yendo a la cocina.

-Anoche llegó tu hermana y tu mamá.- hablo ella metiendo un poco de pan dentro de su boca, no pude evitar notar un tono extraño en su voz.- Están dormidas arriba en sus antiguos cuartos.- señaló con el tenedor arriba.

Gire mi rostro al escuchar ruidos provenientes de donde señalaba, me levante sintiendo la emoción en mi pecho y corrí escaleras arriba, la puerta perteneciente a la antigua habitación de mi hermana se abrió y Brenda salió, con su piel aún más tostada, su cabello más corto y una cara de pocos amigos típica de las mañanas, pero era algo que extrañaba ver.

-Vaya cara de culo que te cargas.- le dije a modo de burla, me miro y me dio un pequeño golpe en el brazo con una sonrisa suave, me dolió un poco pero evite hacer mueca alguna para que no se diera cuenta de las heridas.

-Sigo con mucho sueño.- dijo ella dando un bostezo.- Pero tengo más hambre que sueño.- tras decir eso me dio un abrazo lástima-heridas y bajo corriendo hacia la cocina , negué riendo un poco y toque la puerta de la habitación de mi mamá ansioso por verla.

Ella salió de inmediato, con el cabello todo hecho bola y revuelto, su cara estaba algo hinchada y tenía baba seca en la mejilla, sus ojos estaban casi cerrados e incluso parecía llevar restos de maquillaje en el rostro.

Siempre tan linda mi mamá.

-Estaba dormida, pendejo ¿que quieres?.- se quejó pero me dio un abrazo y golpeó un poco mi espalda, suspiré encantado, realmente extrañaba los abrazos de mamá.

A La Mexicana. (RESUBIENDO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora