Había personas caminando por todo el patio, inclusive personas que estaban tan pérdidas en sus mundos que se golpeaban contra otros. Había un pequeño camino cubierto por una manta negra que llevaba directo hacia un enorme altar, con una foto enorme en el centro y flores rodeando el ataúd que estaba ahí.
La banda comenzó a sonar, opacando lágrimas, gritos desgarradores y el llanto de las personas que se lamentaban.
Un gran ataúd de color gris con decoraciones en oro alrededor, dentro de este cajón, estaba un cuerpo, el cuerpo de un joven llamado Arturo Madero Duarte.
Su cuerpo estaba ahí, helado y sin vida, su rostro estaba tranquilo, los ojos delicadamente cerrados al igual que la boca.
Su ropa consistía en un pantalón negro y una camisa azul de botones, su cabello estaba desordenado pero debidamente acomodado sobre la almohada.
Sus manos sobre por encima de su estómago y entrelazadas.
A sus costados había dos personas protegiendo el cuerpo, ambos estaban vestidos de trajes negros, completamente negros, incluso sombreros negros y lentes obscuros.
Sostenían entre sus manos un M16 cada uno, ambos parecían ser estatuas, pero, uno de ellos estaba básicamente destrozado, había silenciosas lágrimas bajando por su rostro y perdiéndose en su camisa.
Una joven chica entro caminando de forma lenta, sus ojos, mejillas y nariz rojas, labios hinchados y separados.
Cuando llegó hacia el ataúd, dejó caer su mano, la cual se estrelló contra el frío cristal que la separaba del cuerpo de su amado.
Tomo entre sus débiles manos una hoja doblada por la mitad, dio un gran suspiro y rompió en llanto al leer el resultado de aquellos estúpidos exámenes.
Resultados positivos de unos exámenes que se supone, ella le daría a Arturo antes de irse a aquel lugar.
Marisol, la novia de Arturo, atrapó con fuerza el papel, doblandolo y echándose a llorar.
¿ahora como decirle que estaba embarazada?
Había niños corriendo entre risas sin saber lo que pasaba a su alrededor, algunos se lanzaban a la piscina. Ellos no tenían por que saber que Arturo no volvería.
Se sentaron alrededor del ataúd, con dos sillas situadas a un lado, las sillas de sus padres.
Sofía no había salido de la casa, estaba aturdida, la noticia de su juego hermano ligada a la muerte de este, la tenía deshecha, no quería salir.
-Dylan.- murmuró Francisco hacia el joven que se acercaba a dejar un enorme adorno de flores al ataúd, levantó la vista y miro a Francisco.
-¿que pasa, señor?.- pregunto, su voz debil, teniendo miedo de sonar demasiado alegre para una situación así.
-quiero que le hables a Sofía, dile que en dos horas vienen para llevarlo a la iglesia.- murmuró de forma casi inaudible, el joven asintió y camino con la cabeza hacia abajo por todo el patio hacia la casa.
Entro con miedo, buscando a la chica entre las personas que estaban ahí, había algunos comiendo, otros estaban observando a la nada.
Camino con miedo, subió las escaleras poco a poco, buscándola, abrió puerta tras puerta y la encontró al final del pasillo dentro de su habitación.
-disculpe.- murmuró, la chica volteo a verlo, ella estaba sentada frente a una ventana, observando el patio en donde estaban todos, en la cama estaban amos pequeños dormidos.
-¿que pasa?.- murmuró ocultando sus lágrimas, Dylan rasco su nuca.
-dice el señor Francisco que en dos horas van a la iglesia... Que tiene que ir.
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A La Mexicana. (RESUBIENDO)
AksiSe dice que México es un país hermoso, repleto de buenas costumbres, junto a personas con actitudes envidiables y alegría. Conocido por ser un lugar en donde todo se festeja, la gente vive riendo y todo es de miles de colores hermosos. O eso es lo...