Edward se encontraba en su despacho, tomando otro brandy. Estaba desesperado por encontrar a su esposa. Ahora más que nunca se daba cuenta de que no podía vivir sin ella y que la necesitaba a su lado, no solo para que le calentara el lecho sino para poder darle todo su amor.
Desde que la encontrara, le confesaría que la amaba con toda su alma y que si a ella le pasaba algo, él moriría.
Él iba a servirse otro brandy cuando alguien llamó a la puerta de su despacho.
-Adelante- dijo él.
La puerta se abrió y apareció Gabriella portando un sobre en una bandeja.
-Señor, han dejado este sobre para usted.
-Déjala sobre la mesa.
-El chico que la trajo dijo que era de vital importancia que la leyera.
Edward, fastidiado, se acercó al escritorio y cogió el sobre. Lo abrió y encontró una breve nota que decía:
Lord Edward:
Soy Julie, deseo comunicarle que mi sobrina Sairin está en mi casa, en buen estado, pero por favor, no venga aún, su hermano acaba de aparecer y está muy enfadado con usted. Le envía un cordial saludo.
Julie Brockway.
Edward releyó la nota bajo la atenta mirada de Gabriella.
-¿Sucede algo, señor?
-Gabriella, avisa al mozo de cuadras para que prepare mi caballo, rápido.
-Sí, señor.
Gabriella salió inmediatamente del despacho para avisar al mozo de cuadras cuando se topó con Amanda.
-Gabriella, ¿por qué corres de ese modo?
-El señor me mandó a avisar al mozo de cuadras.
-¿Y se puede saber por qué?
-No lo sé, recibió una nota y me dijo eso.
Amanda frunció el entrecejo, pero luego dijo:
-De acuerdo, ve.
Gabriella se dirigió fuera de la casa para avisar al mozo de cuadras. Al momento salió Edward y Amanda lo abordó en el pasillo.
-¿Va a alguna parte, señor?
-Sí, a casa de la señora Brockway.
-¿Ha pasado algo?
-Mi mujer está allí.
Amanda abrió los ojos sorprendida, esa mujer debería estar muerta a estas horas, no en casa de la tía. ¿Qué estaba pasando ahí? Debía comunicárselo a su amante cuanto antes.
-No sabe cuánto me alegro, señor.
-Gracias, Amanda, alcánzame mi chaqueta.
La mujer obedeció y le trajo la chaqueta, él se la puso y salió de la casa. Se montó en su caballo y puso rumbo a la casa de Julie Brockway.
Sairin estaba en la biblioteca leyendo un libro, tranquilamente, cuando entró su hermano.
-¿Cómo te encuentras?
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Atrápame en tu pasión
RomanceSairin vivía felizmente con su tía tras la dolorosa muerte de sus padres. Estaba enamorada de Edward, un hombre que cualquier mujer desearía. Pero una amenaza se cierne sobre la joven, y con la ayuda de Edward intentará resolver por qué quieren ve...