Amanda se encontraba en la cama de su señor, totalmente desnuda, con los ojos vendados y las manos atadas a los postes de la cama. Su señor besaba cada una de las partes expuestas de la joven mientras ella gemía de auténtico placer.
-Umm, mi señor...- decía ella entre gemidos.
-Querida, tienes un cuerpo exquisito.
-Y sólo para usted, señor.
-Así me gusta, que seas solo mía.
La joven se arqueó al notar la boca de él en uno de sus senos y justo después la penetraba con fuerza. Ella gritó más de placer que de dolor por la fuerza que ejerció él sobre ella. Muy pronto terminaron el acto y el hombre se acostó junto a Amanda y le quitó la venda de los ojos.
-Ha sido maravilloso, señor.
-Como siempre, querida.
El hombre la desató y ella se frotó las muñecas, luego se sentó y se cubrió con las sábanas.
-Ay señor- dijo ella suspirando- su deseo es insaciable.
-Ya pero dime una cosa, ¿ese mercenario ha vuelto por esa casa?
-Sí, hoy fue a la casa a hablar con el señor.
-¿Y sabes de qué hablaron?
-No lo sé, señor, estaba preparando algo para asustar a esa mujerzuela.
-¿Qué hiciste?
-Puse una víbora en la cama mientras descansaba, espero que la víbora la haya mordido.
-Eres perversa, querida mía.
-Lo hago por usted- dijo Amanda recostándose al lado de él para besarlo.
Se quedaron un rato así, acostados, después, el hombre se levantó y se vistió. Amanda lo observaba y se llevó una mano al vientre. No podía contarle que estaba embarazada, o lo guardaba en secreto o lo abortaba.
El hombre la miró con ceño y preguntó:
-¿Sucede algo?
La joven salió de su ensimismamiento.
-¿Eh? No, nada- dijo negando con la cabeza.
-¿Seguro? ¿No hay nada que contar?
-Estoy bien y solo tengo que contarle que hay que vigilar a Gabriella, la que me traía información para enviártela, se ha echado atrás y quiere contarlo todo. La he amenazado, pero no sé cuánto tiempo podrá aguantar.
-Tú sigue amenazándola y asústala.
-Así lo haré.
-Bien, ahora vístete, debes regresar a la casa.
-Señor, ¿qué piensa hacer con el mercenario?
-Matarlo. Lo mataré y entonces Sairin me dará lo que me pertenece por derecho.
-Tengo entendido que se marchará hacia Escocia para coger un barco que lo lleve al continente.
-Perfecto, lo mataré cuando esté de camino a Escocia.
Después de la conversación, Amanda volvió a la mansión Forrester donde todos ya descansaban.
Zachary se encontraba en el cuarto de invitados de la casa de su tía, totalmente despierto. No conseguía conciliar el sueño y todo era por culpa de esa mujer. Catherine lo iba a volver loco.
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Atrápame en tu pasión
RomanceSairin vivía felizmente con su tía tras la dolorosa muerte de sus padres. Estaba enamorada de Edward, un hombre que cualquier mujer desearía. Pero una amenaza se cierne sobre la joven, y con la ayuda de Edward intentará resolver por qué quieren ve...