Unos meses más tarde...
Sairin iba paseando con su doncella, Gabriella, por las calles de Londres. Su vientre había crecido mucho y estaba a punto de dar a luz.
-Señora, deberíamos volver a la casa, andar tanto la está cansando.
-Gabriella, un poco más, apenas salgo de la casa y necesito ver algo más que aquellas cuatro paredes.
-Pero el señor dijo que no debía salir de la casa y menos cuando le quedan tan pocos días para dar a luz.
-Ya sabes lo exagerado que es mi esposo con lo del embarazo.
-De acuerdo, señora, pero sólo iremos hasta la tienda de sombreros y volvemos a la mansión, el señor estará a punto de llegar a la casa.
-Está bien, si tanto te preocupa, haré lo que me dices.
Las dos siguieron paseando hasta que un carruaje se detuvo al lado de estas. Sairin miró extrañada y vio que la puerta se abrió. Entonces apareció una figura que le resultó muy familiar y cuando supo quien era contuvo la exclamación que pugnaba por salir de su boca.
-Vaya, Sairin, parece que nos volvemos a encontrar. Parece ser que la suerte está de mi lado.
-¡Vardon! ¡Tú estabas muerto!
-Una lástima que tu marido no se asegurara de eso porque como puedes ver, estoy vivito y coleando.
-Imposible, él me dijo que te había disparado y que no pasarías de aquella noche, ¿cómo es posible?
-Como acabo de decir, parece que la suerte está de mi lado y ahora, me gustaría invitarte a mi nueva casa, si eres tan amable de subir...- dijo Vardon haciendo un gesto abarcando el carruaje.
-No, pienso avisar a las autoridades para que te atrapen.
Entonces, Vardon sacó una pistola de algún lugar de su chaqueta y apuntó justo en el vientre de la joven.
-Si no quieres que esa criatura que llevas en tu vientre, muera a causa de un disparo, será mejor que subas y hagas todo lo que yo te diga.
Sairin abrió los ojos y puso las manos sobre su vientre para intentar protegerlo lo que provocó la risa diabólica de Vardon.
-Eres un hombre muy cruel.
-Lo sé, no puedo evitarlo y ahora, sube- luego miró a Gabriella y le dijo- tú también, preciosa, no me gustaría que le fueras a contar a Forrester que he secuestrado a su querida esposa y a su futuro bebé.
Sairin y Gabriella se miraron y a regañadientes subieron al carruaje. Una vez dentro, el carruaje puso rumbo hacia la casa de Vardon. Sairin comenzó a notar unas contracciones que tuvo que controlar con la respiración. Cuando lo consiguió, miró a Vardon y le dijo:
-Cuando Edward se entere de que estás vivo y que me has secuestrado, irá a por ti y entonces sí que te matará.
-Va a ser muy difícil que se entere, ¿quién se lo dirá cuando nadie, excepto tú y esta doncella, me han visto? Te buscará desesperadamente, pero será muy difícil encontrarte. Ahora os quiero a las dos calladitas o me veré obligado a hacer cosas que no quiero ¿entendido?
Las dos mujeres lo miraron fijamente, pero aún así permanecieron calladas.
Fue un camino largo y tortuoso. Sairin sentía que las contracciones eran cada vez más fuertes, pero intentaba calmarse para hacerlas remitir. Estaba segura de que eso era a causa de la tensión que estaba sufriendo en ese momento.
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Atrápame en tu pasión
Storie d'amoreSairin vivía felizmente con su tía tras la dolorosa muerte de sus padres. Estaba enamorada de Edward, un hombre que cualquier mujer desearía. Pero una amenaza se cierne sobre la joven, y con la ayuda de Edward intentará resolver por qué quieren ve...