Catherine se hallaba tirada en el suelo de la habitación cuando la puerta se abrió y apareció Vardon que al verla, sonrió.
-Intentando escapar ¿eh? Ya te dije que lo ibas a tener muy difícil. Es más, creo que de aquí no saldrás con vida, he mandado a buscar a tu querido mercenario y lo amenazaré contigo. Tendrá que elegir entre matar a Sairin Forrester o que yo te mate a ti ¿qué crees que elegirá? ¿Matar a su querida hermana o que yo mate a la mujer que quiere?
La joven abrió los ojos desmesuradamente, aquel horrible hombre pensaba poner a prueba a Zachary y eso no lo podía consentir. Comenzó a retorcerse hasta que Vardon le quitó la mordaza para que ella pudiera hablar.
-¡Jamás conseguirás lo que te propones, asquerosa y sucia rata!- espetó ella, claramente enfadada.
Vardon comenzó a reírse y elevó a la joven para ponerla de pie.
-Créeme, querida, mi plan funcionará y pronto, la gente de Londres llorara la muerte de una mujer, todavía no se sabe de quién, pero la llorará, eso te lo aseguro y, es más, el culpable de esa muerte será el Depredador que yo mismo atraparé y no se salvará de la horca ¿me has oído?
-Es una vil rata, no se merece llevar el título que posee.
-¿Es que aún piensas que Vardon es un título? Querida mía, todo esto que poseo fue gracias a Jean Lindsey. El título me lo inventé, pero mis riquezas son las que realmente le pertenecen a Sairin.
Catherine, sorprendida exclamó:
-¡Es usted un ladrón! ¡Le ha robado la riqueza a mi amiga y aún así se permite el lujo de llamarla ladrona! ¡Maldito bribón!
En ese momento, la puerta se abrió y apareció el mayordomo un poco alarmado.
-Señor.
-¿Qué pasa, Simons?
-Se acercan tres hombres a caballo a la mansión.
-Vaya a ver quiénes son.
-Sí, señor- dijo el mayordomo haciendo una reverencia y saliendo de allí.
Vardon se agachó y le desató los pies a Catherine, momento que aprovechó ésta para darle un rodillazo en la cara. Este se llevó las manos a la cara y Catherine salió corriendo hasta el recibidor, gritando:
-¡Ayudadme! ¡Me quieren matar!
Vardon la siguió y le tapó la boca, pero ella le mordió y siguió gritando pidiendo ayuda.
Jake detuvo el caballo y miró a Edward y a Zachary.
-Alguien ha gritado en la casa, parecía una mujer.
Los tres aguzaron el oído y reconocieron la voz.
-Catherine- dijo Zachary espoleando al caballo para llegar cuanto antes a la casa. Cuando llegó ante la puerta, se bajó de un saltó del caballo y tocó en la puerta.
La puerta se abrió y apareció el mayordomo.
-Buenos días, señor, ¿desea algo?
-Quiero ver a Vardon.
-¿Tiene una tarjeta de presentación?
Edward se acercó a Zachary y sacó una tarjeta de su chaqueta.
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Atrápame en tu pasión
RomanceSairin vivía felizmente con su tía tras la dolorosa muerte de sus padres. Estaba enamorada de Edward, un hombre que cualquier mujer desearía. Pero una amenaza se cierne sobre la joven, y con la ayuda de Edward intentará resolver por qué quieren ve...