Catherine buscó a Sairin por todos lados hasta que la encontró en el pasillo que iba a las cocinas. La joven se acercaba a un gran charco de agua por lo que, su amiga corrió hacia ella para sujetarla.
-¡Sairin, espera!
Sairin se detuvo y se giró para mirar a su amiga.
-¿Qué pasa?
-Has estado a punto de resbalar en ese inmenso charco de agua- le contestó Catherine.
Sairin miró al suelo y luego sonrió.
-No me había dado cuenta. Tendré que estar más atenta la próxima vez- Sairin miró a su amiga y la vio afligida- ¿sucede algo? ¿Te enfadaste de nuevo con Zachary?
Catherine sin poderlo aguantar más, rompió en llanto y se abrazó a su amiga.
-Se va a ir... Me dijo que se iba a ir una vez se descubriera quien quiere asesinarte. Encima me lo dice después de besarme, no es justo...
Sairin abrazó como pudo a su amiga a causa del vientre hinchado.
-Cathy, amiga, lo siento.
-Yo quería ayudarlo para que no tenga que huir más de la ley, pero no se deja y me voy a quedar sola porque yo no quiero a otro hombre conmigo sino a él.
-Pues entonces lucha por conseguirlo, ¿no era lo que tú me decías cuando yo quería estar con Edward? ¿No me dijiste que luchara por conseguir su amor? Pues haz lo mismo, lucha por él, por su amor.
-No sé, amiga, se lo veía tan convencido y es tan duro que temo que no haga me caso.
-Mi hermano es un poco cabezota, pero a ti no hay quien te gane o si no ¿dónde está la Catherine que conquistaba a todos los hombres en los bailes?- preguntó Sairin sonriendo.
Catherine sonrió a través de las lágrimas.
-Me he dado cuenta de que lo quiero demasiado como para dejarle marchar.
-Pues lucha por él, si no lo consigues antes de que se vaya, me encargaré de averiguar hacia donde se dirige para que lo sigas allá donde vaya.
-Gracias- dijo Catherine limpiándose las lágrimas de las mejillas con el dorso de la mano- eres la mejor amiga que pueda tener una mujer.
-Tú también eres la mejor amiga que una pueda tener.
Las jóvenes volvieron a abrazarse.
-Ahora ¿se puede saber a qué ibas a la cocina?
-Quería ver si había fresones en la cocina.
-¿Y por qué no se lo dijiste a Gabriella?
-Porque está ahora mismo aquí en la cocina y posiblemente esté haciendo algo.
-Ella es tu doncella, no tiene que hacer otra cosa que atenderte.
-Lo sé, pero Amanda necesita ayuda con las cosas de la casa y todo el servicio nunca es suficiente para atender esta casa tan grande.
-Amanda... esa mujer no me gusta, Sairin, te mira de forma extraña.
-No digas tonterías, Cathy. Ella siempre ha sido muy amable conmigo.
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Atrápame en tu pasión
RomanceSairin vivía felizmente con su tía tras la dolorosa muerte de sus padres. Estaba enamorada de Edward, un hombre que cualquier mujer desearía. Pero una amenaza se cierne sobre la joven, y con la ayuda de Edward intentará resolver por qué quieren ve...