swap ⇥ muke

f ü n f u n d d r e i ß i g

su estado físico no era el mejor, ni el más apropiado para su corta edad. pero con toda la mierda que se metía, no podía decir nada. calum siempre se lo reprochó. 

-¡tu turno clifford!- gritó el entrenador, cuando michael estaba cerca de su tiro. sabía que no lo iba a lograr y que todos se reirían incluyendo luke y su amigo, que se encontraban sentados en las gradas, pero lo hizo de todas formas, nadie  soltó el aire. el entrenador se acercó calmado hacia el y le dijo algo, tomando el balón. -de nuevo- michael asintió y lo hizo, tomando la postura que según el, estaba correcta. el entrenador anotó algo en su libreta y volvió a la cancha, michael no le preguntó pero el tampoco dijo nada. 

minutos antes de que la clase terminara, todos se fueron, menos calum, luke y ashton quienes actuaban como si nada, y obviamente michael. se acercó al llamado del entrenador.

-¿si?

-michael, he intentado ser paciente contigo, pero no sirves para esto.- le dijo entregándole un papel firmado por el. el teñido quiso tirárselo en la cara. su madre le dijo que nunca permitiera que nadie le dijera que no era bueno para algo. porque esa persona que lo hiciera, no era humano ya que no podía decir que era mejor que el prácticamente. 

vio por el rabillo de su ojo, como calum se iba con ashton. en ese momento no pensó en luke. no le importaba luke. 

el entrenador se fue, pero michael seguía en shock. no podía creerlo, es verdad que no le gustaba el deporte, pero siempre intentaba de hacer lo mejor, es increíble que ese tipo no pueda verlo. y su padre iba a pegarle cuando recibiera la nota del director. no quería llegar a casa. 

-maldición, jodido cabrón.- gruñó tirando de su cabello. -¡marica!- gritó más fuerte. total ya nadie había en ese lugar. escuchó una risa después de varias maldiciones hacia su persona. volteó asustado ya que creía que nadie estaba.  al ver que era luke, blanqueó sus ojos, y al mismo tiempo comenzaron a picar. iba a llorar. -vete de aquí.- le dijo, cuando sintió al rubio mas cerca. 

michael se encontraba recostado contra un costado de la pared. -no- dijo luke. -puedo ayudarte

-no quiero tu maldita ayuda- luke se sorprendió. todo estaba bien hasta esta mañana. -largo de aquí.- exclamó caminando hacia las duchas. estaba anocheciendo, y su castigo por pasar su toque de queda, sería peor. 

luke se interpuso en su camino. bloqueando su paso. intentó besarlo, pero michael estrelló su mano contra su mejilla. ahora luke estaba enojado. 

-¿qué diablos te ocurre?- exclamó empujando a michael. -¡dime michael!

-¿por qué no vas a buscar a alguien lo suficientemente hombre para ti, y me dejas en paz?- escupió con recelo, mirándolo de arriba a abajo. el tono de piel de luke desapareció, parecía que estaba enfermo.  

-n-no michael, e-espera.- habló cuando michael estaba decidido a irse. - por favor- susurró cerca de su cara. 

-¿para qué luke?, ¿para que vuelvas a engañarme?, no gracias. ya cumplí el papel de idiota. -lo empujó para seguir caminando. 

luke quería ayudarlo. quería salvarlo de ser expulsado. 

-déjame ayudarte con esta mierda

-¿a qué te refieres?, tu creas esta mierda

-mi padre va a matarme si descubre que me gustan los hombres, michael.- dijo al borde de las lágrimas. se detuvo en su camino, y volteó. - lo que escuchaste era mentira, por favor, confía en mi. michael, me encantas, en verdad te necesito y si ellos lo saben, van a meterme en un maldito internado.

-no quiero ser partes de tus problemas.

-no me abandones

-no dramatices

-dime que no me quieres, ¡dime que no sientes nada con lo que hacemos!- hizo una pausa.- ¡dímelo!- gritó cayendo de rodillas al piso. 

michael suspiró 

-no puedo hacerlo.-susurró