En una pequeña aldea no tan alejada de la capital, rodeada de varios árboles y montañas, vivía una comunidad de demonios, varias especies y lo único que tenían en común era que se alimentaban de los humanos y sus almas. Estos seres malignos eran inmortales y ya llevaban varios siglos ahí, la inmortalidad después de un tiempo dejaba de ser emocionante, les aburría vivir eternamente escondiéndose de los humanos algunos se suicidaban cuando ya no le encontraban sentido a sus vidas o comían del alimento humano para envejecer y morir como éstos, si se alimentaban de carne humana se regeneran y no envejecen haciéndose así, inmortales.
Sin embargo su escondite no era tan secreto como ellos creían ya que algunos miembros de la iglesia ya sabían de su existencia y estaban cansados de que tomaran vidas humanas. Hasta que cierto día, el día en que cielo se tornó de color carmesí tomaron acción contra estos demonios, llegaron varias tropas del ejército acompañados de sacerdotes a aquella aldea, nadie de la ciudad tenía el conocimiento de este hecho y esa era una ventaja pues así nadie más que ellos recordarían esa masacre, además porque los aliados de los militares y sacerdotes no eran humanos... Sino los mismos arcángeles dispuestos a desvanecer a los demonios de la tierra. El plan de exterminio fue un completo éxito pues los demonios se rindieron fácilmente y se dejaron asesinar, la aldea quedó en llamas y con varios cadáveres de demonio. El mayor arcángel tenía la apariencia de un esbelto hombre de cabello castaño y sus ojos eran celestes como un cielo despejado, pero su mirada admirando la masacre era completamente aterradora, no parecía ser un aliado de Dios, disfrutaba ver como los demonios perdían sus vidas.
Pero en una humilde casa, había una pequeña niña pálida con cabello negro bastante largo y despeinado, no tenía mucho tiempo de vida o al menos eso aparentaba, la nena estaba escondida debajo de una cama en mal estado, asustada por los gritos agónicos que se escuchaban por todas partes no tenía más opciones que esconderse, su madre la dejó sola tal vez dispuesta a perder la vida como los demás pero antes de eso la mujer le dejó una muñeca, la razón de esa acción es algo incierta. La niña estaba temblando pero se detuvo al momento en que escuchó la puerta de su habitación abrirse acompañado por unos pesados pasos, la pobre nena con su pequeña mano cubrió su boca con su palma, con su diestra abrazó con fuerza la muñeca que sostenía.
-Despejado.- Se escuchó una voz femenina por toda la habitación.
La dueña de la voz era de una militar llamada Grace, de cabello realmente corto y castaño, su fino rostro estaba adornado con pequeñas pecas que eran opacadas por las manchas de sangre. Grace se paseó por toda la habitación y antes de marcharse escuchó un pequeño ruido y sin esperar nada ella revisó debajo de la cama observando a la niña asustada, el corazón de Grace se entristeció y se compadeció de ella. La mujer extendió su brazo con una sonrisa para sacar a la menor, cuando la niña estaba de pie, quedó sorprendida ante aquellos asustados ojos carmesí de la pequeña criatura.
- ¿Cómo te llamas pequeña?- Preguntó Grace con simpatía.
La niña abrazó a su muñeca manteniendo la mirada en el suelo, dudando en contestar pero finalmente habló.
- Demonie...- Contestó aquel demonio.
Grace sabía que ya no había nadie en ese hogar así que era lógico creer que los padres de la criatura se encontraban muertos. La mujer no podía tolerar ver a una pequeña niña indefensa en semejante lugar y tomó una decisión muy prematura por impulso.
- Oye... Demonie, ¿Te gustaria vivir conmigo? Te sacaré de este horrible lugar si aceptas venir.- Habló Grace mientras estudiaba de cerca el cuerpo de la menor, estaba claro que ella era la hija de los enemigos, ella era un demonio pero aún así se propuso el reto de criar al pequeño demonio como un humano.- Pero... a cambio no harás cosas malas ¿de acuerdo?
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Demonie
FantasyDemonie: Los demonios también pueden enamorarse. Esta historia narra sobre una chica sobrenatural que ha sufrido solo por ser diferente a los demás, pero encontró a un chico que tampoco era normal, pero le es dañino estar con el único chico que apre...