Demonie

Capítulo XIX: Recuerdos

Mientras Demonie miraba perdidamente hacia el techo, Melody entró sonriente sin aviso alguno sosteniendo con una mano una percha que sostenía un uniforme escolar.

- Es hora de dormir nueva hermanita mañana será un gran día para ti, y por eso tendrás que levantarte muy temprano.

Demonie volteó a verla pero el uniforme que Melody sostenía captó su atención.

- Ah, casi lo olvido.- Melody levantó su mano enseñando el uniforme.- Este será tu nuevo uniforme para el instituto te lo dejaré en este sillón. Los demás están en mi habitación ya que debo plancharlo.

Melody colocó el vestuario encima del sillón se dirigió a la puerta pero antes de retirarse Demonie la llamó evitando que saliera de la habitación.

- ¡Melody espera! Quisiera preguntarte algo..

La chica de ojos morados se acercó a ella sentándose en la cama.

- ¿Qué te inquieta hermanita?

- Es sobre mi hermano y tú, ¿por qué le juraste lealtad? Él nunca me había hablado sobre ti hasta hoy.

Melody observó el exterior por la ventana con una sonrisa, pero luego bajo la mirada a sus piernas.

- Bueno... yo... Un día estaba con unos demonios mucho más fuertes que yo, era Any y Lilith, yo tenía algo que ellas querían pero ya no podía defenderme estaba exhausta no lograba usar mis hechizos. Al ser acorralada por ellas pensé que era mi fin así que empecé a despedirme de este mundo, pero al ver que nada sucedía levanté la vista miré a Any decapitada y a Lilith muy herida, ni siquiera tuvieron tiempo de gritar de agonía. Estaba asustada porque si eso le hicieron a Lilith que es el primer demonio femenino y a la vez muy peligrosa ¿Qué me hubiera sucedido a mí?... Ése demonio alto me extendió la mano para ayudar a levantarme, esa bestia era tu hermano y por salvarme la vida le juré lealtad... No sé porqué nunca te habló de mí él siempre que te visitaba me hablaba de ti, pero al parecer nunca de mí.- Melody se levantó sin ver a Demonie y se fue a la salida.- Buenas noches hermanita...- Y finalmente salió cerrando la puerta de un golpe.

Demonie se cubrió con la sábana hasta acomodarse, ella no tenía sueño, su mente estaba inundada de las posibilidades que haría en la mañana. Un dejà vú.

En la casa D'Valencia, Esmeralda estaba dormida en el cuarto de huéspedes con los gemelos, Emilie dormía en el sofá, Paloma y Hugo se quedaron dormidos en el comedor, Emmett era el único que se encontraba acostado en su habitación, el joven no podía dormir cada vez que cerraba los ojos aparecían imágenes de aquella cabellera blanca. Él se movía por toda la cama hasta que al pasar las horas pudo entrar en sueño.

(...)

Al ser las 5:58 de la mañana, Demonie estaba profundamente dormida. Unos pasos se escuchaban acercarse con suma rapidez, de repente la puerta fue abierta con una escandalosa patada que provenía de Melody quién gritó al entrar.

- ¡Primer día de clases! ¡Levantate mi niña!- Gritaba Melody con mucha energía para ser tan de mañana.

Demonie se levantó inmediatamente, el terror se reflejaba en su rostro, el susto pudo haberle causado un infarto. Demonie somnolienta y aún asustada miró al reloj que se encontraba en su mesa.

- Pero... pero es muy temprano.- Decía Demonie mientras se restregaba su ojo derecho.

- Pero nada, vete al baño.- Le contestó Melody con una sonrisa al retirarse de la habitación.

Demonie no tenía más opción que obedecer así que fue al baño, mientras ella se aseaba Melody se preparaba, Kyle aún seguía en su pieza con la puerta asegurada. Demonie al terminar de asearse y vestirse con el uniforme notó que le faltaba el peinado, estando frente al espejo tomó su cepillo.

- Sientate, yo te peinaré.- Comentó Melody, que había entrado sin ser vista.

- Un día de estos me matarás de un susto.

La menor se sentó en la esquina de la cama, La mayor se colocó detrás de ella y comenzó a desenredar el oscuro cabello, al hacerlo notó el mal corte del flequillo.

- Mi niña ¿Tú te hiciste esto? Ó ¿Lo hizo un ciego?

Demonie sonrió antes de contestar.

- No, en realidad lo hizo mi ángel.

- Pues... Que nunca toque mi cabello o yo lo corto a él.

- Aunque quieras dañarlo, no podrás, él es un ángel de verdad.

Melody tomó una liga y amarró el cabello de la chica.

- Demonie... Sabes que él podría matarte si en un verdadero ángel ¿estás consiente de eso?

Demonie se puso de pie en frente de Melody, quién la miraba profundamente preocupada, sus ojos color morados ya no se notaban tan alegres como hace poco.

- Él sería incapaz de hacer eso, Emmett es diferente.

Ella estaba realmente segura de sus palabras así que Melody no quiso tocar más el tema, tomó una caja adornada sacando un lazo negro, y lo colocó en el cabello de Demonie.

- Simplemente... ten mucho cuidado con él.

Kyle estaba recostado en el marco de la puerta con los brazos cruzados, él había escuchado hasta cierta parte.

- Sí él llega a lastimarte, yo mismo lo asesinaré sin importar las consecuencias y otra cosa, se les hace tarde.- Él dio un ligero golpe en la pared pero dejó una pequeña fisura, luego desapareció de la vista de ambas.

Demonie iba a abrir la puerta principal pero Melody la detuvo.

- Antes de irnos debo decirte que aparentaré ser tu tía para que no halla sospecha alguna.- La amante de la música al terminar de hablar cambió totalmente de forma, pasó de ser una joven chica a una mujer elegante.

Melody físicamente aparenta ser una joven de dieciocho años al igual que Kyle, sí tienen las mismas edades sólo que realmente tienen cincuenta y ocho años, Kyle era mayor sólo por tres meses. Las apariencias realmente engañan.

- ¿Debo llamarte por otro nombre? ¿O sigo llamándote por tu verdadero nombre?

- Haz lo que desees no tengo enemigos cerca, creo. Pero Kyle me ordenó que cerca de humanos te llamara Chloe ya que así te registró el idiota.

Las féminas salieron del departamento hasta llegar al inmenso portón de hierro del instituto, la menor sonrió pero por alguna razón miró la calle e imágenes de la muerte de Clara y también de la niña Sarah invadían su mente. Demonie perdió la compostura sin importar cuántas personas habían en su alrededor.

- ¡Melody! ¡¿Y si asesino a alguien por hacerme sentir mal?! ¡O peor aún si es por hambre!