Capítulo XXXIX: Ella no es un objeto

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Melody regresó a la habitación y Demonie solo cerró la puerta principal, no tenía ni una sola idea de que hacer así que fue a su propia pieza encontrándose con Harry acostado en su cama, ella se acostó a su lado y cerró los ojos intentando procesar todo lo ocurrido.

- Harry... ¿que fue todo esto?

- ¿Efectos del amor?

- ¿Cómo así?

- En realidad no soportaron tantas emociones y eso fue lo qué pasó, creo. No estoy seguro.

Demonie espió entre pestañas al albino solo para ver su reacción al momento que le lance la siguiente pregunta.

- ¿Alguna vez te ocurrió eso?

- No pero si llegué a enamorarme... y cuando lo pienso me hace sentir... ¿raro? Creo que asqueado es la mejor palabra.

- ¿Porqué? ¿Qué te hizo ella?

- ¿Quién dijo que fue una chica?

- ...¿eh?

Demonie se apoyó sobre sus codos y se alzó rápidamente sin quitarle la mirada a la pacífica cara del albino. Harry no pudo hacer más que reírse al ver la expresión de su compañera, ella no veía venir aquella respuesta de ninguna manera.

- Yo me enamoré de un hombre pequeña Demonie, el hombre que me cambió el nombre.. El primer humano que logró que no lo asesinara y yo fui el primero quien lo tentó a pecar, el muy maldito era un joven cura y me aproveché de su bondad... y todo me salió mal. No me agrada mucho hablar de eso.

- Espera espera espera... ¿Te puedes enamorar de tu mismo género?

- Demonie, mi pequeña niña es tan difícil recordar que te has mantenido alejada de este mundo. Tú puedes enamorarte de quién tú desees, no debes limitarte. Deja que tu corazón decida.

La chica volvió a acostarse al lado del chico mirando fijamente al techo sintiéndose completamente extrañada ante la nueva información que había escuchado. Tomó un largo respiro mientras se decidía a hablarle al albino.

- Hay tantas cosas que no sé de las personas, lo único que sé es matar. No sé acerca de nada acerca de interacciones, aveces no sé como actuar cuando estoy con Emmett. Apenas y sé lo que es un apretón de manos o un simple abrazo.

- ¿Y que hay de un beso?

Interrumpió Harry mientras se posicionaba encima de la chica colocando sus piernas al costado de Demonie. Tal atrevimiento de parte del chico no provocó ni una sola reacción en ella.

- De hecho Emmett me explicó que era eso, recuerdo que dijo que a los seres más queridos se les puede besar en los labios pero no pueden ser amigos. Por eso él besó mi frente.

- Entonces eso significa que no has tenido tu primer beso ¿puedo ser yo quién te lo de? Prometo que seré gentil contigo Demonie.

No le dio tiempo a contestar a la chica cuando una tercera voz se agregó a la conversación.

- ¿Robándome a la chica? Qué bajo has caído Verdammt.

La inesperada respuesta hizo que Harry volteara violentamente hacia atrás donde se encontraba el dueño de aquella voz, Demonie muy despreocupada solo levantó un poco la cabeza para ver de quién de se trataba.

- ¡¿Qué haces aquí Bárbatos?! ¿No deberías estar en cama con alguna mujerzuela?- Cuestionó Harry al rubio que se hallaba sentado cómodamente sobre la silla que estaba en la esquina de la habitación.

- Vengo a ver a mi querida chica pero veo que estás encima de ella como una maldita gata en celo y eso no me gusta. Yo creí que te gustaba que te dieran por detrás querido Verdammt.

El albino se levantó dejando libre a Demonie quién solo se sentó sobre la cama mientras estudiaba silenciosamente al rubio con lentes. Harry se colocó delante de aquel hombre sin importar que no tuviese la fuerza suficiente para proteger a la chica, era claro que sería al contrario, si algo ocurre Demonie no dudará en atacar.

- ¿Y tú qué te tienes con Demonie? Tú ya tienes tu asqueroso harén y dudo mucho que quieras que ella se integre, además ni la conoces ¿Cuál es tu verdadera intención con ella?

- ¿Por qué razón debería decirte?

Demonie aclaró su garganta haciendo que la atención de ambos hombres se dirigiera hacia ella, los ojos carmesí de la chica se posaron en aquella orgullosa mirada del demonio más alto.

- ¿Y quién te crees tú para decidir qué hacer conmigo? Que yo recuerde no tengo dueño y jamás lo tendré, así que te recomiendo que te marches de aquí y dejes a Harry en paz.

La respuesta proveniente de Demonie le provocaba excitación al rubio pues le daba a entender que tener a Demonie entre sus manos sería un desafío y no había nada más emocionante para él que eso. Bárbatos adoraba ser desafiado. El demonio de alta estatura se levantó de la silla acercándose a la chica y sin descaro alguno posó su dedo sobre la barbilla de ella mientras acercaba más su rostro. Harry ardía en ira con solo ver esa escena.

- Soy quién te corromperá, quién te mantendrá la mente en blanco y solo podrás pensar en mi imagen, mi nombre, mi voz. Haré que te arrastres hacia mí rogando por mi atención.

Demonie no toleraba las palabras del rubio que en respuesta a la actitud de éste dejó ir un fuerte manotazo a la muñeca de Bárbatos alejando de una buena vez su atrevida mano.

- ¡Qué asco! Primero muerta antes de arrastrarme y créeme que no soy un demonio que se rinde a la muerte con tanta facilidad. Así que ve olvidando tu estúpida fantasía pues no soy ningún objeto para ser manipulado a tu antojo.

Bárbatos se apartó con brusquedad mientras masajeaba su muñeca, justo donde Demonie le había golpeado. El rubio fingió que no le importaba aquel golpe y recuperó la compostura en solo segundos, su plan de raptar a la chica estaba dando un giro pues creyó que sería tarea fácil resultando ser todo lo contrario.

- Demonie... Serás mía.

Las palabras de Bárbatos resonaron por toda la habitación mientras los objetos comenzaron a moverse, la cama a temblar sacudiendo violentamente el cuerpo de Demonie, la temperatura descendía increíblemente y una extraña oscuridad emanaba del cuerpo de Bárbatos cubriéndolo al instante, cuando eso ocurrió el humo negro descendió con velocidad hasta desaparecer y la habitación retornó a la normalidad.

Harry corrió hacia Demonie tomándola de los hombros verificando que nada le había pasado a la chica, el albino podría preocuparse hasta de un diminuto raspón en la pálida piel de su salvadora. En cuanto a la chica solo quería saber acerca de la identidad de aquel nuevo demonio.

- Harry ¿quién es él? Veo que lo conoces.

- Es un demonio menor pero aún así por lo que más quieras no te acerques a él. Te lo pido por favor, no te dejes manipular por nada de lo que salga de sus labios. No soportaría que vuelva a atreverse a tocarte con esas lujuriosas manos.

- Descuida que no dejaré que nada ocurra, sé defenderme Harry.

- De acuerdo, promételo. Hasta que yo recupere mis fuerzas te mantendrás alejada de él.

- Te lo prometo... y otra cosa.

- ¿Hmm?

- ¿Qué es eso de "lujuriosas"?

- ¿No sabes que es lujuria siendo un demonio?... Huh, no te culpo ya que has vivido en tu propia burbuja. Te enseñaré lo que es la lujuria.

DemonieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora