Melody reaccionó inmediatamente observando los alrededores, al notar que nadie escuchó a Demonie trató de tranquilizar a la chica.
- No digas esas cosas en plena calle, además no creo que lo hagas recuerda que anoche comiste mucho y tampoco creo que llegues a matar a alguien, sólo trata de ser paciente con los demás, evita conflictos así que te recomiendo que te juntes con asociales y no hables mucho en clases o te castigarán. Sé buena niña.
Melody siempre mantenía su sentido de humor pero Demonie lo tomaba en serio todo lo que decía. Demonie giró un poco para dirigirse a la entrada pero Melody la tomó del brazo haciendo que ella volviera a su posición original.
- Olvidé comentarte algo sobre tus ojos, tú sabes que el color es muy raro para los humanos entonces desde un principio íbamos a colocarte lentillas pero Kyle olvidó comprarlas y no hay tiempo, entonces a última hora inventamos en tu archivo que tenías una extraña condición muy desconocida. Entonces si preguntan ya sabes que responder.
Melody le soltó el brazo, Demonie sólo asintió y tomaba su bolso con algo de fuerza. La mujer sin más que agregar se fue dejando a la chica sola en la entrada. Demonie entró al instituto, mientras más se adentraba más se asombraba, las veces que se ha imaginado en ese lugar eran innumerables y ahora lo está haciendo, su cabeza estaba por los cielos hasta que de repente recordó algo importante al oír sonar el timbre de la escuela: ¿En qué salón iba a entrar?
La pelinegra resopló y metió una de sus manos en el bolsillo de su falda, se sintió curiosa al sentir un pedazo de papel, ella sacó su mano rápidamente con el papel y lo abrió leyéndolo. Un chico rubio que iba caminando rápido tropezó con ella haciendo que botara el bolso y el papel, el chico inmediatamente recogió ambas cosas y se las entregó a la dueña, quién los tomó sin problemas.
- Perdóname ...- Él quedó sorprendido ante el color de los ojos de la chica.-... ¿Eres nueva? Jamás te he visto y juraría recordarlo si lo hiciera.
- Acabo de entrar hoy.
- Ya veo ¿Cuál es tu nombre?
- Soy De-... Soy Chloe.
- Un gusto conocerte Chloe, soy Harvey. Te ofrecería acompañarte pero se me hace tarde, nos vemos Chloe.
Aquel chico se retiró inmediatamente, Demonie no le dio mucha importancia a lo reciente. Ella subió las escaleras y vió a una profesora, se acercó a ella en silencio y le estiró la mano con el papel sin decir nada. La mujer al voltear se asustó un poco.
- ¿Qué sucede jovencita?- Preguntó la mujer, pero el demonio no respondió sólo le enseñaba el papel. "Qué chica más rara en especial sus ojos... ¿Serán lentes de contacto?"- Jovencita en esta escuela no se permiten ese tipo de accesorios, así que por favor quítate eso de los ojos.
- ¿Qué cosa?
- Los lentes de contactos cosméticos.
- Ah no, es el color natural de mis ojos. Tengo una rara condición médica.
- Oh, lo siento.- Al ver que Demonie jamás bajó la mano con el papel decidió tomarlo y leerlo.- Ya veo eres nueva y ni siquiera sabes en que salón estás, ven te lo enseñaré.
La profesora comenzó a caminar con rapidez pues las clases ya estaban por comenzar, Demonie iba detrás de ella en silencio, la mujer intentaba dar temas de conversación pero Demonie no hablaba mucho, hasta llegó a pensar que era tímida.
- Bien, ya hemos llegado. Disfruta tu primer día de clases.- Dicho esto la profesora se fue prácticamente corriendo ya que se le hacía tarde.
Demonie antes de entrar, respiró profundo y colocó una mano en la manecilla de la puerta.
- Hoy me siento molesto, porque hace poco me avisaron que viene una estudiante nueva y según los informes tiene una rara condición que marcó sus ojos, así que no quiero saber que la trataron mal por ser diferente. Tampoco le hagan comentarios, debe ser molesto.- Hablaba el profesor a los estudiantes presentes.
- Profesor ¿Es tuerta?
- ¡Profe! ¿Tiene un ojo desviado?
- ¡¿Usa parche?! ¿Es ciega?
Las dudas de los estudiantes iban aumentando hasta que el profesor golpeó la pizarra creando un gran sonido que silenció a todos. Demonie aún detrás de la puerta se reía de los comentarios.
- ¡NO! Solamente sus ojos son de un color diferente a los comunes.
Demonie abrió la puerta interrumpiendo al profesor y dio un paso, al hacer esto provocó que todas las miradas se fijaran en ella.
- Llegas tarde pero pasa adelante y preséntate con tus nuevos compañeros.- Comentó el profesor observando detalladamente a la chica, pero luego dirigió su mirada a los estudiantes.- ¡Hey! Deje de dormirse y ponga atención a su nueva compañera. Demuestre educación.
- Soy Chloe Biancarelli, un gusto conocerlos.- Dijo Demonie luego de que el profesor callara.
- No puede ser...- Dijo aquél que recién fue regañado.
Demonie miró al dueño de la voz con una pequeña sonrisa. No pudo recibir mejor regalo que estar en el mismo salón con su amigo, su ángel. El profesor buscó con la mirada un asiento vacío y recordó el antiguo lugar que era utilizado por Clara, entonces indicó a Demonie que se sentará en ese pupitre pero antes de sentarse él le entregó el horario de clases. Los chicos la saludaban cortésmente incluyendo a Caroline quién no le gustaba socializar, todos le brindaban una amistosa bienvenida a excepción de Samantha.
Emmett intentaba hablarle pero Demonie estaba tan distraída, como su lugar se encontraba detrás de ella le tocaba el brazo para que le otorgara atención y así lo hizo, pero por un segundo.
- Emmett, me distraes de la asignatura.
- ¡Pero si ya estás suficientemente distraída! ¡Chloe no me ignores!
Demonie continuó ignorándolo por sus pensamientos, Emmett arrancó un pedazo de papel de su cuaderno y empezó a escribir con mucha fuerza y rápidez. Al terminar dobló el papel y se agachó escondiéndolo en su puño, se lo pasó a escondidas a Demonie, quién tomó el papel cuando él abrió la mano. Al abrir el papel leyó el siguiente mensaje:
"¿Cómo lograste entrar? Yo te iba a ayudar a entrar pero te adelantaste ¿Quién te ayudó? Y ¿Por qué no me lo habías contado? En verdad me alegra que estés aquí, pero de verdad me cuesta digerir esta sorpresa"
Demonie volteó el papel tomando un lápiz, a diferencia de Emmett ella escribía con mucha tranquilidad. Al terminar de escribir la respuesta se lo pasó a Emmett, él tomó el papel con desesperación, al abrirlo y leerlo se decepcionó y botó por la ventana aquel papel que decía:
"En el descanso te contesto lo que quieras, no quiero que me castiguen en mi primer día. Mi nueva hermana me dijo que no hablara en clases, quiero agregar otra cosita, tu rostro se ve muy mal, deberías dormir más"
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Demonie
FantasyDemonie: Los demonios también pueden enamorarse. Esta historia narra sobre una chica sobrenatural que ha sufrido solo por ser diferente a los demás, pero encontró a un chico que tampoco era normal, pero le es dañino estar con el único chico que apre...