Capítulo LXIII : Aliados

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El tiempo se estaba escapando de las manos de ambos bandos, ángeles y demonios, ninguno de estos seres sabía lo que el futuros les esperaba y estaban muy consciente de ello, sobre todo Verdammt quien ahora arrastraba a Kalvin lejos de las montañas de cadáveres pero en su camino se presentó un obstáculo, uno que no les exponía peligro de muerte.

- Kalvin ¿crees que puedes volver a regenerar tejidos?- Cuestionó Verdammt mientras observaba su objetivo sin siquiera parpadear.

- Supongo, no me siento cansado pero ¿por qué preguntas?

Kalvin no recibió una respuesta de parte de Verdammt pero sí cuando rastreo la mirada del albino topándose con un ángel arrodillado y otro en el suelo pero eso no era lo más extraño sino que había un demonio descansando en el regazo del ángel y con una lanza en el pecho. El pelinegro reconoció al demonio herido y eso lo llevó a actuar, sin ni un rastro de temor corriendo en sus venas soltó la mano del albino y corrió en dirección de los derrotados.

El ángel consciente se percató de los acelerados pasos de Kalvin y levantó la guardia pero de manera inmediata su postura se quebró por una orden.

- No ataques... Bueno no es que puedas pero igual no desperdicies energías. Somos aliados si es que quieres llamarnos así.- Clamó Verdammt tras ver la posición del ángel, sus palabras lograron calmarle.- Déjanos curar a Kyle y si quieres a tu compañero.

El demonio de ojos azules se inclinó al lado de su hermano y rápidamente removió la lanza del pecho de Kyle, Katia gritó con horror pero Kalvin ignoró su plegaria de otro modo él no podría ayudar.

- ¡¿Qué haces?! ¡Si lo remueves puede desangrarse!- Exclamó Katia mientras llevaba torpemente sus manos a la herida de su amado demonio.

- Ugh, te dije que no desperdicies tus energías.- Escupió Verdammt molesto.- Sabemos lo que hacemos.

- ¡No lo entiendes! No es una herida cualquiera, esa lanza fue bendecida para matar demonios ¡sus heridas no pueden curarse! ¡No sin un sanador!

- Creo que el único ser que no entiende aquí eres tú.- Respondió Verdammt con aquél mismo tono tan tosco.

Kalvin mantenía el silencio mientras los otros dos discutían, sus brillantes ojos azules estaban enfocados en cerrar las heridas de su hermano, acción que lograba con éxito. Bajo su palma sentía como la respiración de su hermano se iba regulando y dejaba de ser débil, eso fue lo suficiente para que una sonrisa naciera en el rostro del demonio.

- Listo... ¡Ya está!- Voceó finalmente Kalvin.- Solo tiene que despertar.

Katia observó incrédula al pecho de Kyle tratando de encontrar aquella herida que antes decoraba la mayor parte de su pecho pero  ya no estaba, lo único que veía era una lisa y sana piel, el ángel estaba sin habla y cuando su mirada se posó en el demonio que salvó a su pareja sus palabras no encontraban salida pues le parecía pura fantasía ver a un demonio con el mismo rostro de Kyle y lo único que lo diferenciaba era el color de sus ojos. Ella llevó su mano hacia la mejilla del extraño demonio pero a pesar que ella lo estaba tocando no podía creer lo que tenía delante de sus ojos. El contrario se mostró incómodo por el repentino tacto del ángel pero no se echó hacia atrás, aquella suave mano le despertó el recuerdo de Melody.

- ¿Quién eres?- Preguntó Katia.- ¿Por qué te pareces tanto a Kyle?

Verdammt deshizo la cercanía entre Katia y Kalvin colocándose entre ellos mientras apartaba la mano del ángel de la mejilla del tímido demonio.

- ¿No crees que es raro estar manoseando a tu cuñado?- Señaló Verdammt, palabras bastantes hipócritas de su parte puesto que él es el primero en invadir el espacio personal.- ¿Qué tal si nos centramos en lo que es importante en este momento? ¿Qué te parece si me dices sobre por qué están creando al niño inmortal?

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⏰ Última actualización: Jun 04, 2021 ⏰

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