Capitulo XXXIV: Primer y último amor pt.2

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¿Qué tan idiota soy? Jamás en mi maldita y perra vida había besado a alguien porqué quería y que no fuera en una escena donde se incluía el sexo ¿Estoy tan mal? ¿Qué demonios me está ocurriendo? Kyle, has perdido los tornillos. Definitivamente esto iba a terminar mal, para empezar mis labios jamás habían tocado a un ángel de una manera tan delicada, lo único que rozaba era la piel de las perras con las que cogía y luego devoraba... Esto jamás pasó.

La castaña me empujó realmente fuerte logrando separarse de mí, ella me miraba y en sus ojos podía describir tantas emociones: confusión, enojo, desesperación y frustración. Las lágrimas estaban resbalándose por su mejilla, yo no quería que eso ocurriera, era una chica bastante linda como para verla llorar. Por un lado quería consolarla pero por otro quería golpearme por pensar en puras idioteces ¿cómo demonios podía tener esas ideas en mi mente? ¡Ella es el enemigo! Justamente puede atacarme en cualquier segundo.

- ¿Qué sucede pequeña te disgustó tanto como para empujarme?- Intenté mantener mi actitud pero me estaba quebrándome frente a ella y lo peor es que no sé el porqué, cualquiera se burlaría de mi estado.

La chica soltó un grito, y sin más se acercó a mi a toda velocidad yo ya estaba totalmente listo para atacar pero ella solo desplegó sus alas y se alejó volando, yo no me esperaba nada de esto, creí que me atacaría a muerte por lo que hice. Estaba completamente solo y me sentía como un completo imbécil. ¿Por qué besé a mi enemigo? Esa pregunta jamás fue contestada pero a través del tiempo logré olvidarlo, nuevas cosas se aproximaban a mi vida, situaciones que en verdad no iba a olvidar y son las que me han dañado tanto.

Pasaron los días, que se convirtieron en semanas y esas semanas pasaron a meses, todas las noches era nuestro encuentro, eran peleas que siempre terminaban de una manera extraña, esta atracción tan enfermiza era muy notable y no podíamos negarlo, manteníamos una extraña atracción. Una simple noche de octubre, antes de comenzar esta "pelea" con ella bajé completamente mi guardia, ya era hora de terminar esta estupidez y en verdad enfrentar lo que debíamos. Los sentimientos del asco.

- Escúchame Katia ¿en verdad seguiremos en esta actuación? Sabemos exactamente lo que pasa con nosotros. Me encantas, me atraes ¡Joder me gustas demasiado! No sabes lo difícil que es mantenerme a raya con todos estos pensamientos que me invaden cada vez que te veo.

Ella no respondió, se notaba a simple vista que estaba completamente impresionada con las palabras que solté, pero ya no podía seguir fingiendo y ya era tiempo de que uno de los dos dijera la verdad. La castaña evitó la mirada, estaba ocultando su sonrojo.

- Escúchame engendro, no sé de qué-

- Por favor deja ya la actuación, ya ni puedes verme a los ojos.- Le interrumpí elevando la voz y acercándome a ella, la fémina retrocedió unos pasos pero ella bien sabía que yo no iba a herirla, no por ahora.

La tomé de la cintura, ella se mostraba reacia ante mis actos pero cada segundo que pasaba juntaba más mi cuerpo con el suyo y ella poco a poco iba cediendo. Me acerqué nuevamente a su angelical rostro, ella cerraba sus ojos mientras relajaba sus labios ¡Que tremenda escena era esta! No podía pedir otra cosa más que esto. Sin dudarlo corte la poca distancia entre nuestros labios, dando inicio a un lujurioso beso. Desde hace tiempo soñé con hacer esto y ahora estaba cumpliendo una de mis fantasías, ambos estábamos situados en un edificio de apartamentos deshabitados completamente en ruinas por nuestra culpa por las peleas que dábamos ahí, era nuestro lugar.

A ciegas la llevé a lo que era una habitación. Por suerte había una cama en perfecto estado y sin problema alguno acosté su cuerpo en el suave colchón, yo me acomodé encima de ella, llevando mis piernas al costado de su torso, de esta no habría más escapatoria, estábamos a punto de hacer lo prohibido para un ángel y un demonio, caer en la tentación de nuestros deseos. Ninguno de los dos estaba consciente de nuestros actos, solamente disfrutábamos de nuestros cuerpos, dándonos el placer que tanto deseábamos. Solamente miraba su cuerpo sin una simple tela que la cubría y sentía mi corazón arder, era el fuego de pura pasión y de ninguna manera podría olvidar esta sensación que al día de hoy me duele recordar lo feliz que me sentí esa noche.

~*~

En la mañana siguiente desperté por el ardor que sentía en mi espalda por los malditos rayos del sol, con toda la pereza que tenía pude levantarme y me alcé con ayuda de mis codos, lo primero que observé era la desnuda espalda de mi acompañante, como instinto me acerqué a ella a dejarle un camino de besos sobre su nuca, ella se estremeció y luego escuché un sollozo de su parte. Yo me asusté.

- ¿Estás bien? ¿Te lastimé demasiado?- Pregunté casi susurrando, por primera vez en la vida que sentía miedo por una respuesta. Ella solo se removió buscando la manera de evitar chocar miradas.

- No... bueno sí pero eso no es el punto Kyle.

- ... Entonces ¿qué sucede? Katia no me digas que no es nada. Nadie llora por nada y menos tú.

No hubo respuesta, no hasta que pasaron largos segundos y debió ser porque la incomodé al verla fijamente.

- Escúchame Kyle... Lo voy a perder todo, ni siquiera me darán un juicio seré completamente desterrada, me arrancarán las alas... Seré vista de lo peor por los demás, no es que me importe pero... Sufrí demasiado para obtener este puesto y que me lo quiten en unos segundos por culpa de mis sentimientos simplemente es demasiado doloroso.

- Katia, Katia, Katia... No seremos tan estúpidos como para que nos descubran tan pronto. No perdamos la esperanza, solo confía en mí, voy a protegerte a costa de mi vida.

Ella sonrió pero una lágrima logró escaparse y no dejé que siguiera resbalando, pues besé aquella lágrima.

- Confiaré en ti, solo porque eres jodidamente difícil de matar.

- Ya veras, no dejaré que lo nuestro termine en tragedia. Seremos felices por mucho tiempo.

Qué idiota era, jurar promesas que no pude cumplir pues ocurrió exactamente lo que temía. Ella terminó sufriendo por mi culpa.

Llevábamos varios meses juntos sin ser molestados, y esos meses se convirtieron en años. Éramos simplemente tan felices y no molestábamos a nadie, yo había controlado un poco mis cazas pero no del todo, tenía que sobrevivir y ella lo sabía y lo respetaba. Pero esa burbuja de paz fue reventada de la peor manera y todo ocurrió cuando me di cuenta que logré embarazarla, sonaba algo increíble, yo creía que ella jugaba una mala broma conmigo pero no fue así. Yo, Daemon... había embarazado a un ángel.

Una noche... una fría noche de diciembre estábamos juntos en su apartamento, exactamente en su pieza ella estaba colocándose su camisón y yo no podía apartar mi mirada de ella, estaba enamorado de ella y su voluptuosa figura no se quedaba atrás. Yo estaba saliendo del baño luego de darme una ducha, como era de esperarse yo me estaba acercando a ella. Pero antes de hacerlo recordé que no estaba presentable así que regresé nuevamente al cuarto de baño donde estaba mi ropa limpia, de repente la puerta de su habitación se cerró de golpe y escuché la voz de un hombre. La ira me cegó por completo y sin más pateé la puerta logrando abrirla, la imagen que tenía en frente no me gustaba para nada, me dejó completamente petrificado: Había un hombre cargando a mi pequeña, estaba cubierta de sangre que provenía de su pecho. Mi cuerpo no respondía, me sentía de lo peor en ese momento, lo único que sentía era como mi cuerpo estaba siendo consumido por las llamas de la ira. Cuando pude reaccionar decidí atacar pero me detuve al verle la cara de ese hombre y era idéntico a ella, retrocedí por el asombro y él aprovechó mi mala decisión pues abrió sus enormes alas grises en cuestión de segundos y se cubrió totalmente con ellas y desapareciendo de mi vista... Llevándose así a mi pequeña.

~*~

Capítulo dedicado a MyDarkSword ☆彡 Te amo y lo sabes ( ͡° ͜ʖ ͡°)

DemonieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora