Mi nombre es Agustina, aunque seguramente eso lo sabías, pues estoy en la plana de todas las revistas de mi país.
Todavía estoy tratando de asimilar la mayoría de las cosas pero me resulta imposible, de todos modos creo que mi hermano se ve más perdido que yo.
Todo el maldito horfanato no para de observarnos como si fuéramos unos bichos raros o el tema de conversación clave, aunque en cierto modo creo que lo somos.
Me senté en el borde del banco me puse la capucha como acto reflejo a las miradas intimidatorias y undi la cabeza entre mis rodillas mientras mis lágrimas caían por segunda vez en lo que llevaba de la mañana.
Hace un año y seis meses era una chica normal como cualquier otra, tenía una familia, iba al colegio y me la pasaba chusmeando la vida de los millones de famosos que seguía. Pero de la noche a la mañana todo cambió, un golpe de estado se extendió por todo el país y que mi padre como mi madre estubieran relacionados con la política no ayudó en nada.No hubo otra opción más que ocultarnos los tres meses en nuestra casa sin ver la luz del sol ni hablar más que por mensaje de texto. Cuando las cosas acabaron lograron sacarnos pero solo a nosotros,pues mi padre y mi madre se habían ido para siempre.Somos menores de edad y la justicia tenía que investigar antes de tomar una decisión por lo que no tuvieron otra opción que mandarnos a un horfanato.
Lo malo era que este lugar era peor que mi colegio y todo el mundo sabía cada parte de la historia.Solo hay algo o mejor dicho alguien que me hace tener algo de esperanza, Lara,una monja que nos a dicho desde que llegamos "todo va a cambiar y que si fueron felices una vez pueden serlo de nuevo" .
Ella tenía toda la razón aunque nosotros no lo sabíamos. Nunca pensamos que íbamos a ser adoptados por la familia de Abraham Mateo.3 votos y la sigo❤Caro
ESTÁS LEYENDO
Adoptados por la familia Mateo
FanfictionAbraham pensaba que ser acompañado por su hermano Tony iba a ser la mayor aventura que tendría en la gira. Agustina, que pasaría el resto de sus días en un orfanato junto a su hermano mientras lloraban por los rincones. Pero ninguno se imagino que...